Enamorándome de ti romance Capítulo 130

Era una noche silenciosa. Una vez que Zong Jinghao detuvo el auto frente a la villa, apagó el motor, bajó del auto y caminó hacia la entrada para abrir la puerta principal; desde ahí, aún podía verse en la sala una luz cálida en tonos amarillos. Dentro de la casa, reinaba el silencio, como si todos los habitantes estuvieran dormidos.

Él se quitó el saco y lo lanzó al sofá. Después, aflojó el cuello de su camisa y caminó hacia la habitación donde Lin Xichen se encontraba durmiendo. Al llegar, se dio cuenta de que la luz aún estaba encendida, pero Lin Ruixi ya estaba dormida en los brazos de su mamá, quien se encontraba recostada en la cama. Parecía ser que la niña había estado llorando, pues tenía los ojos rojos. Además, aunque ya estaba dormida, cada cierto tiempo le daba hipo.

Antes de que Zong Jinghao regresara, Lin Xinyan estaba sentada en el sofá de la sala tratando de persuadir a Lin Ruixi para que se durmiera; sin embargo, la niña no quería irse a la cama, puesto que quería esperar a que su papá regresara a casa. Cerca de medianoche, los ojos de la pequeña apenas podían permanecer abiertos. Por ello, Lin Xinyan la llevó a la fuerza al dormitorio, lo que provocó que Lin Ruixi llorara de inmediato; más allá de no querer ir a dormir, su llanto era por la pregunta que le hizo a su mamá sobre si su papá no la quería otra vez. Como respuesta, Lin Xinyan besó sus mejillas y le dijo que no era cierto lo que pensaba; no obstante, la pequeña no creyó en sus palabras.

Esta falta de seguridad era muy común en los niños que crecían en una familia monoparental. Por esa razón, Lin Ruixi se sentía así.

Después de acurrucarse en los brazos de su mamá, continuó diciendo que era huérfana de padre padre, de ahí que el llanto llegó de nuevo, pero ahora Lin Xinyan sollozaba a la par de ella. Cuando se cansó de llorar, se quedó dormida en los brazos de su mamá, quien no la soltó y decidió dormir ahí con ella. Lin Xichen estaba en la parte más recóndita de la espaciosa cama y a pesar de que había tres personas en ella, no se sentía angosta.

Zong Jinghao caminó hacia el costado de la cama para mover con delicadeza el brazo de Lin Xinyan, el cual estaba encima de Lin Ruixi y lo colocó en su cuello; después, situó el otro brazo en su cintura y la cargó. Sin embargo, Lin Xinyan se despabiló de inmediato cuando sintió que alguien la estaba moviendo y abrió los ojos, encontrándose con que se trataba de Zong Jinghao.

-Tú...

—No hagas ruido. —La miró.

Lin Xinyan se tragó las palabras que estaban a punto de salir de su boca y lo dejó que la sacara de la habitación. Acto seguido, Zong Jinghao la llevó a la habitación de arriba.

-¿Bebiste? -preguntó Lin Xinyan, pues tenía un fuerte olor a alcohol junto con un ligero aroma a perfume.

-Sí.

—¿Con quién? —preguntó Lin Xinyan con la mirada baja.

Zong Jinghao no quiso decirle que había estado con He

Ruilin, así que respondió:

-Con alguien insignificante. —Lin Xinyan no dijo nada y solo se limitó a sonreír, lo que hizo que Zong Jinghao notara su sonrisa indiferente y preguntara-: ¿Por qué sonríes?

-Eres un hombre casado, no andes coqueteando por ahí -respondió ella con un tono medio serio.

Zong Jinghao se rio en voz baja y colocó su frente sobre la de ella.

-Si no quieres que coquetee por ahí, entonces tendrás que satisfacerme -dijo en tanto abría la puerta con el pie.

Lin Xinyan nunca había entrado a esa habitación, cuya iluminación era inusualmente tenue y en la cual se esparcían manchas de penumbra por cada rincón. Era más oscura que la habitación de abajo, de modo que su escala de colores de oscuros a grises, llenaban aquel lugar con ahogo y opresión.

Al sentarse ella en la cama, su cuerpo se hundió en la suavidad y amplitud de la misma. Entonces, Zong Jinghao se inclinó y apoyó sus brazos en los costados de Lin Xinyan y la observó desde arriba. Incomodada por su mirada, Xinyan volteó a un lado; sin embargo, Zong Jinghao la tomó del rostro y la hizo mirarlo.

-Mírame -dijo con un tono autoritario. Zong Jinghao tomó su mano y la colocó en su pecho, lo que hizo que Lin Xinyan pudiera sentir su piel debajo de la camisa; después, con voz baja le preguntó—: ¿Cómo vas a pagarme?

-¿Pagarte? -Sintió cómo todo su cuerpo se puso rígido.

No se atrevió a moverse ni un centímetro, ya que temía que hiciera algo insensato. A continuación, Zong Jinghao relajó los brazos y se dejó caer sobre ella, haciendo que sus cuerpos se tocaran de manera estrecha. Luego, hundió la cabeza en el cuello de Xinyan mientras respiraba en su cabello, cuello y lóbulo de la oreja de forma apasionada. Soltó un ardiente suspiro que la hizo sentir cosquillas y adormecimiento al mismo tiempo que la envolvía hasta tensarla. Parecía que Jinghao se estaba conteniendo.

—Usé mi belleza como estrategia por ti. ¿Acaso no deberías pagarme?

—Si no quieres hacerlo, yo no...

Pero antes de que pudiera terminar de hablar, Xinyan lo besó. Jinghao estaba atónito, puesto que era la primera vez que ella iniciaba el beso. Entonces, miró fijo y con los ojos muy abiertos a la mujer que tocaba sus labios. Su corazón se hinchó de felicidad, así que poco después, cuando recuperó la razón, la sujetó de la cabeza y le regresó el beso de una forma apasionada.

El ambiente parecía calentarse con cada segundo que pasaba y justo cuando Zong Jinghao estaba a punto de dar el siguiente paso, alguien tocó la puerta. Él titubeó en sus movimientos y miró su rostro, el cual se enrojeció de inmediato, calentándose como si estuviera en llamas.

Entonces tocaron de nuevo. «¿Quién podía ser?»

Zong Jinghao frunció el ceño, pues estaba molesto porque lo habían interrumpido. Después de todo, era difícil que Lin Xinyan se dejara llevar. Era un hombre promedio que tenía deseos por las mujeres y haberlo interrumpido en ese momento era...

Tocaron de nuevo y Lin Xinyan lo empujó.

-Puede que sea Ruixi.

—No te muevas.

Aunque no quería levantarse, aun así tenía que ocuparse de la persona que estaba llamando a la puerta. Cuando abrió, se dio cuenta de que se trataba de Lin Ruixi, quien con los ojos enrojecidos se encontraba de pie junto a la puerta. Cuando alzó la mirada y vio a Zong Jinghao, derramó sus lágrimas de inmediato, además de decir con tono molesto:

-Papá. —Sollozó en voz baja—. Pensé que ya no me querías más.

Zong Jinghao se agachó y mirándola a los ojos, le dijo: -Todavía te quiero. -Lin Ruixi se abalanzó a sus brazos y lo abrazó por el cuello con fuerza; ahí, sintió las lágrimas en su piel, las cuales eran húmedas y pegajosas. Luego, Zong Jinghao vio al techo en silencio-. Eres igual que tu mami, pequeña llorona.

Lin Xinyan estaba acurrucada en las sábanas, escuchando de manera silenciosa el alboroto de la puerta y sonrió cuando escuchó a Jinghao convencer de manera paciente a Lin Ruixi. Era una sonrisa amarga, pero valía la pena si estaba dispuesto a dejar que su hija sintiera algo de calidez en la vida.

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