He Ruilin volteó a ver a He Ruixing y rio con tristeza.
-Desearías que Ruize y yo estuviéramos muertos para que así pudieras quedarte con la fortuna familiar, ¿no es así?
-¿Y todavía estás tratando de iniciar algo en la familia en este momento? ¿No sabes reflexionar sobre tus propias acciones?
He Wenhuai no quería enojarse de nuevo, pero no pudo evitarlo tras escuchar las palabras de He Ruilin; entonces, golpeó la mesa tan fuerte que el techo pareció temblar. Después, la miró fijo mientras jadeaba.
—Tú fuiste la que inició esto; por lo tanto, deberías ser quien lo termine. —He Wenhuai había tomado una decisión.
-¿Por qué? -He Ruilin no quería admitir la derrota, pues todo lo que hizo fue pensando en su familia. Es cierto que sus planes habían fallado, pero eso no significaba que debían condenarla a una sentencia de muerte—. Papá, ¿me reconociste en aquel entonces solo porque era el hombre de Zong Jinghao? Y ahora que te das cuenta de que ya no te sirvo, ¿decidiste romper nuestros lazos?
La expresión de He Wenhuai cambió cuando dijo lo que pensaba.
—¿Cómo puedes pensar que alguna vez me serviste para algo?
En aquel entonces, He Wenhuai dudó en aceptarla cuando He Ruize dijo que ella era la hija que habían perdido hace mucho tiempo; al fin y al cabo, había sido criada fuera de la familia He, por lo que no sentía nada por ella. Además, en las familias acaudaladas, la riqueza se reparte. Fue así que solo la aceptó por voluntad propia cuando supo que He Ruilin había estado con Zong Jinghao y que a este parecía gustarle, entonces la reconoció e hizo público su estatus. ¿Quién iba a saber que no solo no contribuiría a la familia, sino que también les traería desastres?
Por otro lado, He Ruize apenas contribuía en casa, pero nunca les había causado problemas. Sin embargo, ahora ambos estaban desencadenando caos y haciendo que toda la familia He cayera en desgracia.
-¡Lo sabes bien! -Lo único que He Ruilin sentía, era cómo su corazón se rompía en pedazos y ya no tenía reparación —. Cuando regresé a la familia He, pensé que al fin tenía una familia. Pensé que por fin alguien me protegería; sin embargo, no sentí calidez por parte de ustedes.
«Cuando te soy útil, eres bueno conmigo; pero cuando no, me eliminan como una ficha de ajedrez desechadle. ¿Qué crees que soy? ¿Crees que estoy hecha de acero? ¿Crees que nunca siento dolor?
¿Acaso el mundo de los ricos solo estaba lleno de personas despiadadas que lo único que veían eran pros y contras?
-¿Piensan que no quiero ayudar a la familia? -Los interrogó-. Sí, no soy tengo suficientes habilidades, soy el motivo por el cual la familia pende de un hilo en este momento, pero, ¿no tienes ninguna duda al abandonarme?
-No te estoy dejando morir, te falta cometer más crímenes para llegar a la sentencia de muerte. Lo único que necesitas es confesar tus acciones. ¿Por qué pierdes el tiempo aquí? -He Ruixing hizo una mueca—. Tú misma dijiste que quería convertirme en el único que tuviera poder en esta casa, pero quítenme de la ecuación y pregúntense: ¿quién de ustedes ha hecho algo bueno por la familia en algún momento? El único que se preocupa por nuestros padres y la compañía soy yo.
—Suena muy bien cuando eres el único diciendo...
-¡Basta! -He Ruize interrumpió las palabras de su hermana.
Después, caminó frente a He Wenhuai y se arrodilló; entonces, miró a su padre y a su madre, puso las manos en el suelo, hizo una reverencia y se inclinó hasta que su frente tocó el piso. A continuación, dijo sin levantarse:
-Mamá, papá, todo esto es mi culpa. Asumiré toda la responsabilidad yo solo.
Toda la habitación cayó en silencio total. Xia Zhenyu se limpió las lágrimas del rostro y extendió la mano para
sostener a su hijo.
-No te pongas de rodillas -sollozó-. No deberías arrodillarte tan fácil.
Se habían convertido en adultos.
—Son mis padres, ¿por qué no debería arrodillarme ante ustedes? Me diste la vida, pero nunca he sido filial sino todo lo contrario. He causado desastres a la familia, así que es mi culpa. -He Ruize no se levantó-. Permitieron que fuera a estudiar al extranjero y hacer todo lo que me gustara; además, recibí su apoyo económico, sé que de esa forma me demostraron su amor.
»Aun así, los decepcioné. -Miró a He Ruilin—. Soy culpable de las acciones de mi hermana. Yo fui quien la perdió y ha sufrido mucho desde entonces, por eso asumiré la responsabilidad por sus errores.
—¿Estás seguro? —Antes de que He Wenhuai hablara, He Ruixing dijo impaciente-: ¿Vas a asumir la responsabilidad? ¿Crees que Zong Jinghao lo aceptará?
-No tendrás que preocuparte por eso. —He Ruize no sabía si Ruixing quería quedarse con toda la riqueza de la familia; sin embargo, seguía siendo el mayor de los hermanos y era en verdad capaz. No quería competir con él. Luego, miró a He Ruixing-. Sin importar lo que pasó, Lin sigue siendo nuestra hermana menor.
«Además, venimos del mismo vientre y la sangre es más gruesa que el agua, así que no seas tan duro con ella. Todos podemos ver con nuestros propios ojos todo lo que has hecho por la familia, de modo que nadie va a competir contra ti.
-No es necesario un discurso efusivo. —He Ruize giró la cabeza—. Deberías asumir las consecuencias de lo que hiciste; además, no necesito que me recuerdes sobre nuestra hermanita, pues mientras se comporte como tal, cuidaré de ella.
—No es necesario que te disculpes, somos familia.
He Ruize no se arrepentía de sus acciones. Al final del día, Lin Xinyan nunca lo había amado y nunca lo habría aceptado. Por consiguiente, no habría podido ganarse su corazón con sus acciones, pero habría podido ganarse su cuerpo y eso era mejor que nada.
He Ruize se dio la vuelta y subió. He Wenhuai estaba cansado.
-Pueden retirarse.
Mientras tanto, en la villa, Lin Ruixi se había despertado poco después de que Jinghao cargara a Lin Xinyan. Buscó por todas partes a su mamá, pero no la encontró. Sin embargo, vio la camisa de Zong Jinghao en el sofá y recordó lo que la señora Vu le había dicho, que la habitación de él estaba en el piso de arriba. Entonces, dejó de buscar a su mamá y corrió arriba a tocar su puerta; se quedó de pie afuera y miró dentro de la habitación, pues parecía ser que había alguien en la cama.
—¿Puedo dormir contigo esta noche, papi?
Zong Jinghao no le respondió. De pronto, los ojos de la pequeña se enrojecieron aún más y sus lágrimas comenzaron arremolinarse en sus ojos, pero nunca cayeron. Se veía abatida.
Zong Jinghao miró detrás de él y vio a Lin Xinyan asomándose desde las sábanas. Lo miró con ojos de súplica, pues esperaba que le dijera que sí a su hija. Por consiguiente, Jinghao no tuvo otra opción que decirle que sí; tenía miedo de que si la rechazaba, Lin Xinyan lo rechazaría también, así que lo soportaría por esa noche y la cargó en sus brazos.
-Esta noche, te abrazaré mientras duermes.
Fue así como la noche romántica que Jinghao esperaba tener, se convirtió en una noche familiar. Llevaban siete años con su registro matrimonial, por lo que eran legítimos esposos; sin embargo, nunca había tocado a su legítima esposa. «Soy el esposo más miserable de este planeta», pensó.
Lin Xinyan se despertó temprano, ya que no quería que Zhuang Zijin se diera cuenta de que había dormido arriba. Se encontraba preparando el desayuno en la cocina cuando recordó su iniciativa por besar a Zong Jinghao anoche; entonces, sus orejas se calentaron y estaba muy arrepentida. ¿Cómo pudo besarlo con gusto?
-El impulso es el diablo, el impulso es el diablo. Fuiste muy impulsiva. No puedes venderte solo porque quieres que alguien ame a tu hija.
-¿Qué estás murmurando?
Lin Xinyan saltó de sorpresa cuando de pronto escuchó una voz detrás de ella y se dio la vuelta con rapidez.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Enamorándome de ti