Enamorándome de ti romance Capítulo 141

Al llegar a la villa, Lin Xinyan le dio la llave del auto.

-El auto aún sigue estacionado en el restaurante -le dijo.

-Le pediré a Guan Jing que lo traiga.

Lin Ruixi estaba sentada en el sillón y, al escuchar los ruidos, miró a su alrededor. Cuando los vio entrar, saltó aprisa de su lugar y corrió hacia ellos; sin embargo, abrazó a Zong Jinghao en lugar de Lin Xinyan.

-Papi, ¿por qué tardaste tanto? -dijo levantando la mirada-. ¿Ya comiste?

Ella lo miraba con sus grandes y redondos ojos en aquella hermosa cara, con un semblante equiparable al de un ángel. Zong Jinghao la levantó y le dijo con paciencia:

—Mami y yo ya comimos fuera.

—¡Vaya! —Los ojos de Ruixi brillaron. «¿Mami y papi estuvieron a solas? ¿Acaso tuvieron una cita?» Ella se sentía feliz—. Mami, ¿es verdad lo que dijo papi?

Lin Xinyan contuvo sus emociones y respondió sonriente.

-Sí.

-¿Nos pueden llevar a mi hermano y a mí con ustedes la próxima vez? -Lin Ruixi sostuvo a Zong Jinghao del cuello con fuerza y lo miró esperanzada.

Zong Jinghao bajó la vista y la observó, pues estaba arrugando el cuello de su perfecta camisa mientras lo sostenía con sus pequeñas manos. Sin embargo, no se sentía molesto en absoluto con el simple hecho de verla sonreír.

-Eso depende de cómo se porte tu mami.

«¿Qué significa eso?» Lin Ruixi no sabía lo que quería decir, así que parpadeó con sus grandes ojos que parecían uvas y le preguntó inocente:

-¿Qué tiene mami que ver con eso?

Lin Xinyan estaba algo incómoda y tensa, entonces sujetó a su hija y le dijo:

-Mami va a llevarte a la cama.

Lin Ruixi colocó los brazos al rededor del cuello de Zong Jinghao con fuerza, aparentando que no quería irse con su madre.

—La niña estuvo inquieta todo el tiempo preguntando cuando regresaría su papi -dijo la señora Yu parada junto a la puerta—. Ni siquiera quiso dormir, e incluso lo estaba esperando en el sillón de la sala.

Zong Jinghao había dicho que los dos niños no eran suyos, pero entonces ¿por qué ellos eran tan cercanos a él? Ella creía que la sangre era más densa que el agua; pero, en caso que los dos niños no fueran suyos, ¿entonces por qué ellos lo querían tanto?

-¿De verdad? -Zong Jinghao le pellizcó la mejilla suave como la seda.

La pequeña era tímida y escondió la cabeza en su pecho.

La señora Yu rio al pensar para sus adentros que ellos lucían exactamente como padre e hija.

—Ya es tarde y ambos deberían ir a acostarse, X¡ se quedó dormido en el cuarto de su mamá -dijo la señora Yu a Lin Xinyan.

-Iré a verlo —respondió Lin Xinyan asintiendo.

-Está bien.

La señora Yu salió tan pronto terminó de hablar.

Cuando Lin Xinyan estaba a punto de abrir la puerta de la habitación de Zhuang Zijin, Lin Ruixi dijo:

-Quiero dormir con papi hoy.

Lin Xinyan frunció el ceño, pero antes de que pudiera contestar, Zong Jinghao sostuvo a la pequeña en sus brazos y subió las escaleras.

-Ven después —le dijo a Lin Xinyan antes de irse.

Lin Xinyan quería negarse, pero no pudo hacerlo al ver a la niña en sus brazos. Luego, ella abrió la puerta con delicadeza. La lámpara estaba encendida y Zhuang Zijin no se había dormido aún, pero Lin Xichen estaba en sus brazos, sumido en un sueño profundo. Entonces entró para revisar que su hijo estuviera bien; su rostro ya no estaba inflamado, aunque su herida no había sanado del todo. Ella acarició con dulzura la cabeza de su hijo.

—Él está mucho mejor, no te preocupes -dijo Zhuang Zijin con tono gentil, pues estaba preocupada por Lin Xinyan—. Debes planear algo por tu cuenta, no podemos quedarnos aquí para siempre.

-Lo sé.

Lin Xinyan lo había pensado antes, ya que estaba segura que no era el lugar donde ella viviría para siempre. Pero desde que el odio que albergaba He Ruilin hacia ella se había vuelto tan intenso, se preocupaba por su próximo movimiento y no tenía más opción que quedarse por la seguridad de los niños mientras tanto.

—Una vez que arregle todo, volveremos a la casa, o buscaremos alguna otra.

—Está bien siempre y cuando sepas qué hacer. Por cierto, veo que Ruixi se está encariñando mucho con él y temo lo que pueda pasar a largo plazo.

Ella también estaba preocupada por eso, así que tomó la mano de Zhuang Zijin.

-Mamá, también estoy preocupada, pero separarla de él ahora es imposible.

Ahora que Lin Ruixi se había encariñado con Zong Jinghao, era imposible separarla de él.

-Lo sé. -Zhuang Zijin lo sabía incluso mejor que Lin Xinyan ya que la niña parecía encantada al preguntar por su papi todo el día; ante eso, soltó un profundo suspiro—. Se está haciendo tarde. Duerme pronto.

-Sí.

Lin Xinyan miró a su hijo una vez más.

-No te preocupes, yo voy a estar aquí.

Zong Jinghao apretó los labios y se rio; en sus ojos podía notarse una luz diabólica muy particular.

-No te creo -dijo-. Yo necesito tocar para creer.

-Mami, deja que papi te toque.

-¡Zong Jinghao! —Era un sin vergüenza, ¿acaso no podía comportarse frente a la niña?-. ¡No te atrevas a ir tan lejos!

Lin Xinyan era tímida y todo le daba vergüenza.

-Tu hija lo dijo -respondió él con una sonrisa aún más grande—. ¿Es correcto que me golpees la cabeza?

Lin Xinyan tembló y lo miró enfadada.

-Ella es solo una niña. ¿Cómo iba a saber? ¿Crees que ella diría esas cosas si no se las hubieras enseñado?

Zong Jinghao abrió los brazos.

-Aun así, tú hija lo dijo.

Lin Ruixi estaba sorprendida y se estremeció ya que muy rara vez había visto a Lin Xinyan tan molesta que sus lágrimas comenzaron a caer por su rostro. Entonces, ella misma lloró.

-Todo está bien Ruixi, mami no te estaba gritando a ti, tranquila —dijo Lin Xinyan para consolarla en tanto fruncía el ceño; luego, la levantó y la tomó en sus brazos para darle palmaditas en la espalda-. Ruixi.

Le dio un beso en la frente, otro en el cabello y otro en la cabeza.

-Ruixi, mami no quería hacer eso, no te estaba gritando. ¿Te asustaste? —le dijo con un tono suave, a lo que Lin Ruixi asintió con la cabeza, así que siguió consolándola—: Todo está bien. No te asustes. Mami no te va a gritar.

Lin Ruixi miró a su madre y se limpió las lágrimas.

—Ya tengo sueño.

-Te voy a abrazar para que te duermas.

—¿Podemos dormir con papi?

Lin Xinyan se quedó sin palabras. La niña tenía los ojos rojos y estaba a punto de llorar mientras pensaba que su mamá no quería hacerlo.

-Está bien.

Lin Xinyan estuvo de acuerdo y colocó a su hija en la cama, acostándose a un lado de la mientras que su hija estaba en medio; como ella era delgada y la niña era pequeña, no ocupaban mucho espacio incluso cuando estaban acurrucadas. Así, la mayor parte del espacio era para Zong Jinghao, quien estaba acostado en silencio mirando al cielo.

—Ruixi, ¿ya no quieres a papi?

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