Las pupilas de Lin Xinyan se contrajeron en sus ojos, donde se podía apreciar el reflejo del cuchillo afilado. Era como si pudiera imaginar el dolor cuando el cuchillo entrara en su cuerpo. El cuchillo estaba tan cerca, pero ella no podía reaccionar debido a que estaba sorprendida.
Justo cuando estaba a punto de apuñalarla, una oscura figura llegó y la jaló del brazo; ella se dio la vuelta un poco mareada para después chocar contra un cálido y fuerte pecho antes de escuchar una voz enfadada.
-¡Maldita!
Luego miró el cuerpo de Shen Xiuqing volando por la habitación y caer en la esquina de la mesa, mientras que las bebidas que estaban sobre ella se cayeron al suelo y se hicieron trizas. Zong Jinghao tenía una vista aguda.
-¿Cómo entró ella aquí?
Qin Ya se apresuró a explicar.
-La contraté ayer como encargada del aseo.
Ella también estaba sorprendida, pues no se imaginaba que la señora del aseo intentaría matar a Lin Xinyan, quien regresó a sus sentidos y se alejó de los brazos de Zong Jinghao para llamar tranquilamente a los guardias de seguridad y que retiraran a Shen Xiuqing. Ella investigaría después por qué se había aparecido ahí.
-Ya, ve a buscar a alguien que limpie el suelo.
-De acuerdo.
—Lo lamento mucho, hubo un accidente, me disculpo por el sobresalto que les causamos -dijo al público.
Después limpiar y acomodar las cosas, llevó a Zong Jinghao a la habitación del personal.
He Ruilin estaba de pie fuera observándola con ojos de indiferencia. «¡Qué pena que Lin Xinyan no haya muerto en ese ataque! Sin embargo...»
Era como si sus ojos estuvieran cubiertos con veneno.
Después, Zong Jinghao la siguió.
-Déjame ver tu brazo.
Lin Xinyan jaló su mano para revisarlo, pues había visto que el cuchillo había logrado lastimarlo cuando él empujó a Shen Xiuqing; ahora parecía que de hecho no lo había cortado. Tuvo que haberlo esquivado.
«¡Qué alivio y qué suerte! No está herido.»
-¿Estas preocupada por mí? -dijo con una mirada vacilante.
-No quiero que te lastimen por mi culpa. -Lin Xinyan bajó la vista.
Ella pensó que no sobreviviría después de hoy, no esperaba que Zong Jinghao apareciera de último minuto para protegerla y sería una mentira decir que no había sentido nada. Por el contrario, estaba agradecida y conmovida; todo gracias a este hombre.
-Si no estás herido, entonces iré a fuera a ver si alguien más resultó afectado.
—¿No tienes algo que decirme? —Zong Jinghao la detuvo y la miró a los ojos.
-¿Qué? -Lin Xinyan levantó la mirada y de pronto comprendió a lo que se refería—. La conocí hace poco y me pidió que la invitara a la inauguración.
—¿Así que la invitaste? —Había un inexplicable tono intimidante en su voz-. ¿Sabes quién es?
Lin Xinyan contuvo la respiración y apretó los puños.
—Sí, lo sé.
-¿Y aun así tuviste contacto con ella?
Esta vez, él no ocultaba su insatisfacción, su infelicidad ni decepción.
-No es una mala persona.
-¿Desde hace cuánto la conoces? -Zong Jinghao se burló—: ¿Con qué te sobornó?
Su mirada aterrizó en el brazalete. Él nunca la había visto usar accesorios salvo por alguna ocasión especial. «¿De dónde salió este brazalete de jade?»
—¿Ella te lo dio? —Lin Xinyan escondió su mano detrás de su espalda, pero Zong Jinghao lo jaló; luego, miró el brazalete y preguntó-: ¿Te gustan este tipo de cosas?
Lin Xinyan negó con la cabeza.
-No.
-Entonces, ¿por qué lo aceptaste?
-No pude rechazarlo.
Sus ojos ardían cada vez más y más en furia.
—¿Ella se veía miserable? —Esa sería la razón por la cual no podía rechazarla.
—No. -Ella no la había rechazado por el ambiente que las rodeaba y lo que vio en sus ojos—. Tal vez solo está pasando por momentos difíciles.
Lin Xinyan trató de justificar a Yuxiu, a lo que Zong Jinghao se burló.
—¿Desde hace cuánto la conoces? ¿Cómo te atreves a tratar de justificarla frente a mí?
-¿Oficialmente? La vi dos veces por momentos breves, pero no creo que sea mala.
Parecía que Zong Jinghao quería fulminar a la mujer frente a él con la mirada. ¿Cómo es que podía estar haciendo tantas excusas por Yuxiu?
—Devuélveselo. —Su tono de voz era tan frío como el viento invernal penetrando hasta sus huesos—. Yo te compraré lo que te guste.
-Está bien.
Lin Xinyan respondió así de fácil. De todos modos no planeaba quedárselo, pues era demasiado caro como para recibirlo y solo lo había aceptado porque no podía rechazarla en ese momento. La rápida respuesta Lin Xinyan logró tranquilizarlo un poco.
-No te reúnas con ella otra vez.
-Está bien -respondió Lin Xinyan sin protestar de nuevo.
—Ya debo irme.
Ella salió apresurada, como si Zong Jinghao pudiera hacerle algo si ella se iba más lento, parecía que se había sentido tímida justo ahora. Había una ligera sonrisa en el rostro de Zong Jinghao.
-Oye, ¿qué has estado haciendo aquí? Te vez muy feliz.
Su Zhuan y Shen Peichuan entraron hasta entonces, pues les había parecido inapropiado entrar cuando Lin Xinyan estaba aquí adentro; ahora que se había ido, ellos estaban ahí.
—¿Estas herido? Eso parecía peligroso —preguntó Shen Peichuan preocupado.
—Estoy bien. -Él borró la sonrisa y cambió su expresión por una más seria-. Averigua cómo fue que esa mujer llegó aquí.
-Está bien. -Shen Peichuan se sentó-. Ya envié a alguien a investigar. Dame un día para que aparezcan los resultados.
Su Zhan hizo un ruido con los labios y se sentó aburrido en el sillón mientras sus brazos permanecían cruzados sobre el hombro de Shen Peichuan.
—¿Por qué no salimos esta noche?
—¿Te falta la compañía de una mujer? —Shen Peichuan lo menospreció.
—Tú me haces falta.
—No puedo satisfacerte.
Su Zhan se acercó para tocar el pecho de Shen Peichuan pretendiendo ser frívolo.
—Nunca lo has intentado, ¿cómo sabes que no puedes?
-Aléjate. -Shen Peichuan lo empujó y tembló disgustado, aún podía sentir escalofríos en sus brazos.
Su Zhan se recostó sobre la espalda de Shen Peichuan tras su fuerte empujón; luego, se sentó de nuevo y fijó la mirada en él.
-¡Qué aburrido! Volvamos a ver a las bellezas en la pasarela.
—¿En qué otras cosas piensas, además de mujeres? — Shen Peichuan lo miró-. Pareces todo un inútil.
-Que piense en mujeres no significa que sea inútil, solo es mi instinto masculino, ¿entiendes? -Su Zhan no quería molestarse en dar más explicaciones—. Los nervios de tu cerebro nunca funcionaron y no voy a seguir con esto. ¡Vaya! Mira, es nuestra cuñada.
Era el turno de Lin Xinyan de hablar en el escenario. Los tres se pusieron de pie en un extremo y miraron a Lin Xinyan sobre las tantas cabezas frente a ellos. Bajo las luces, su vestido rosa se veía hermoso; al no tener tirantes, mostraba sus delicadas clavículas. Ella lucía simple y delicada en ese vestido, sobresaliendo entre el público.
Zong Jinghao la miraba con ojos orgullosos y llenos de ternura, pues ahora le pertenecía.
—Hola, mi nombre es Lin Xinyan y soy la encargada de LEO. Estoy contenta de poder abrir una sucursal aquí en la ciudad B y estoy muy agradecida por su asistencia el día de hoy. Estoy ansiosa por poder reunirme con ustedes más adelante.
Lin Xinyan sonrió, arqueándose en un ángulo perfecto en el que se veía elegante y segura.
He Ruilin se sentó en su silla mientras miraba a Lin Xinyan con frialdad y levantó la comisura de su boca. Ella escondió su astucia bajo una sonrisa, pues había aprendido a contener sus impulsos después del incidente. Entonces, sacó su teléfono y envió una foto de Lin Xinyan saliendo de la habitación 608 del Hotel MOEN hace seis años; junto con esa foto, envió un mensaje que decía: «¿Quieres saber quién era el hombre de hace seis años?
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