Después de enviar el mensaje, ella guardó su teléfono y continuó para mirar a Lin Xinyan en el escenario con una sonrisa astuta.
Lin Xinyan terminó su discurso y las luces junto con la música comenzaron.
La modelo salió con el mejor atuendo del día, el cual era un vestido de novia diseñado por la señora William, quien no había diseñado por un largo tiempo; este había sido para la inauguración de LEO. El vestido de novia tenía el color más puro, blanco como la nieve; además, tenía muchas capas de velo y estaba cubierto con rosas y gemas de satín tejidas.
Bajo la luz, el vestido entero brilló con lujo y elegancia, por lo que el público lo miró con asombro en sus ojos.
Lin Xinyan también se quedó perdida mirándolo en el escenario.
El vestido de novia representaba esperanza de amor y el sueño de la felicidad. Aunque ella estaba casada, nunca había usado uno ni había tenido una ceremonia, por eso no tenía dicho atuendo. Ni siquiera había firmado el acta de matrimonio junto a su esposo.
-Señorita Lin, su teléfono. -Qin Ya caminó hacia ella y le entregó el dispositivo; ella lo había estado sosteniendo en tanto ella estaba en el escenario. Lin Xinyan lo tomó mientras Qin Ya le dijo-: Parece que le enviaron un mensaje.
Lo desbloqueó desligándolo y abrió el mensaje, con el cual su rostro palideció después de ver su contenido. Ella podía escuchar los ensordecedores latidos de su corazón en sus oídos, sintiendo que su corazón se hacía un nudo y temblaba sin control.
—Srta. Lin, ¿qué sucede? —Qin Ya se dio cuenta de que algo andaba mal con ella y se apresuró a sostener el cuerpo de Lin Xinyan mientras temblaba-, ¿No se siente bien?
Lin Xinyan negó con la cabeza.
-Estoy bien.
Ella sostuvo el teléfono con fuerza mientras se retiraba lejos de la ruidosa multitud. Al verla en pánico, He Ruilin sonrió en señal de burla y fue gracias a Lin Xinyan que ella tenía esa foto. En ese entonces, ella le había pedido a He Ruize que investigara en el país A y esta era una foto del video que él había encontrado.
De todos modos, ella quería agradecerle a Lin Xinyan en persona.
«¿Se aterraría Lin Xinyan de saber el origen de esta foto?», se burló He Ruilin.
Lin Xinyan subió las escaleras sola a un lugar tranquilo, lejos de la multitud; entonces, sus piernas se debilitaron y ella se sentó de un golpe en el piso. La escena de aquella noche había permanecido en su mente como si fuera una película que ella no podía detener. Ella bajó la cabeza y abrió la foto de nuevo. Su rostro estaba claro en la imagen, tan clara como su memoria de lo que había ocurrido aquella noche. Una vez había fantaseado con tener su primera noche con el hombre que amara.
«Y ahora...»
Una lágrima cayó sobre la pantalla, mientras que su corazón también había caído a las infinitas profundidades; había perdido la capacidad de reaccionar y pensar al caer en el vacío del terror y el miedo, pues no quería recordar este incidente, pero estaba justo frente a ella, recordándole que seguiría ahí como una mancha. Esta era la pesadilla de su vida.
Ella en rara ocasión lloraba y ahora lo hacía menos desde que había tenido a los niños, ahora era madre y también era hija. Tenía la responsabilidad de criar a sus hijos y de cuidar a su madre, no podría llorar y no podía ser débil. Sin embargo, tampoco pudo contener las lágrimas en ese momento ya que su corazón le dolía, la lastimaba tanto que el dolor la estaba sofocando.
La luz que brillaba en el suelo se apagó mientras ella se ahogaba en esa oscuridad.
—¿Estás llorando?
Lin Xinyan se apresuró a limpiar las lágrimas de su rostro y giró el teléfono colocando la pantalla hacia el suelo.
-No, yo... no estoy llorando.
Zong Jinghao la miró desde arriba. Él sentía que algo andaba mal con ella en el momento en que la vio alejarse del público; el evento estaba terminando y, después de que Su Zhan y Shen Peichuan se fueran, él había subido a buscarla. Luego la encontró llorando, su rostro estaba cubierto en lágrimas y ella le dijo que no estaba llorando. ¿Acaso creía que estaba ciego? Él se puso en cuclillas y giró su cabeza para que ella lo viera.
-¿Qué te pasó?
Las esquinas de sus ojos estaban húmedas, había marcas de cálidas lágrimas en su rostro y no podía ver con claridad su expresión, tal como si sus ojos estuvieran cegados. Se sentía perdida, como si su carne y su sangre hubieran sido separadas y todo lo que quedaba eran sus huesos sin vida.
Zong Jinghao le secó las lágrimas con el pulgar y le acarició la mejilla con ternura; su semblante lo preocupaba
a sobremanera.
-Dime, ¿qué pasó?
Lin Xinyan lo abrazó y enterró el rostro en su pecho.
-Vi a Lin Guoan hoy y eso me hizo recordar los tiempos cuando nos abandonó a mi madre y a mí.
Ella mintió, tratando de esconder su tristeza; él acarició su espalda para consolarla.
-Está bien, ahora estoy aquí. No te asustes.
Lin Xinyan se había tranquilizado, pero en cuanto escuchó sus palabras, sus lágrimas caían de nuevo. Ella solía ser quien se encargaba de su madre y su hermano; después de tener hijos, también debía encargarse de ellos. Nadie le había dicho que no se asustara y que estarían ahí para ella. No lo decía solo para coquetear ni eran palabras elegantes o inolvidables, sino que eran palabras simples y sinceras que se adentraban en la parte más apacible de su corazón.
—Srta. Lin. —La voz de Qin Ya se escuchó desde las escaleras.
—Está bien —respondió Lin Xinyan de inmediato.
El piso de abajo estaba vacío y la sala lounge era un desastre, había algunos restos de los postres y bebidas que sobraban en la mesa.
—Hoy fue un día agotador, pero también nos fue bien. La ropa de la pasarela se vendió toda, incluyendo el vestido de novia de la señora William. ¿Quiere saber por cuánto fue?
—¿Cuánto?
Lin Xinyan no estaba interesada, pero Qin Van le había preguntado así que no le quedaba más que responder. Entonces, Qin Ya levantó tres dedos.
—Tres millones.
Lin Xinyan no estaba sorprendida. Otros diseños de la señora William se habían vendido por precios más altos, así que este vestido de novia no había sido tan costoso. A pesar de eso, ella sentía curiosidad de quién lo había comprado.
-¿Quién lo compró?
-He Ruilin de la familia He, dijo que lo compraba para su futura boda.
Lin Xinyan se dio la vuelta para mirar a Qin Ya.
-¿He Ruilin?
-Sí. -Qin Ya no sabía de la relación entre ellas.
-¿Qué sucede?
-Nada. -Ella solo se sintió extrañada.
El compromiso de Zong Jinghao y He Ruilin se había cancelado hace poco tiempo y ella no sabía que tenía algún matrimonio en puerta o ningún novio.
«¿Ella lo usaría para su boda? ¿Con quién?»
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