El tiempo se detuvo.
Lin Xinyan estaba de pie balanceándose, como si se fuera a caer al siguiente segundo. Zong Jinghao miró sus ojos a punto de la desesperación y dijo con claridad:
-Fui yo el de aquella noche.
Lin Xinyan estaba tan impactada con sus palabras que quedó en un estado de estupefacción, como si hubiera recibido una descarga eléctrica. Se quedó clavada en el lugar como si de una estaca se tratara.
-¿Qué...? ¿Qué dijiste? —De pronto, se cubrió la cara mientras lloraba y reía al mismo tiempo-. ¿Cómo fue posible? ¿Cómo fue posible? ¿Cómo es posible que fueras tú?
Se paseaba de un lado a otro frente a la cama sin poder creerlo. ¿Cómo fue posible? A continuación, se golpeó la pierna con la esquina de la cama por accidente y se cayó en ella; luego, tiró de su cabello con fuerza.
—He Ruize me hizo un chequeo en aquel entonces y dijo... que había sido un hombre de la localidad. ¿Cómo es posible que fueras tú?
Zong Jinghao le agarró la mano con la que Lin Xinyan se estaba rascando y después la obligó a mirarlo poniendo su dedo debajo de la barbilla de Xinyan.
-¿Qué dijiste? ¿Qué te hizo un chequeo?
Los ojos de Lin Xinyan seguían llorosos; lo miró con aprehensión sin poder hablar durante un largo rato, pues pareciera que tenía la boca llena de cubos de hielo. Después, quitó la mano que sujetaba Zong Jinghao, le acarició la mejilla con sus dedos, los cuales después deslizó hasta su cuello, el cuello de la camisa y el hombro.
—Una vez encontré la marca de una mordida en tu hombro. En ese momento me hizo sospechar, así que le pedí a He Ruize que me ayudara a investigar. Más tarde me dijo que el hombre de aquella noche era de la localidad.
Poco a poco se fue calmando. «¿Es posible que fueran ciertas mis sospechas en aquel momento? ¿He Ruize me mintió?» He Ruize había estado cuidándola y ayudándola; además de decir a menudo que Xichen y Ruixi eran patéticos sin un padre. «De hecho, siempre ha sabido la verdad, ¿y ha estado ocultándomela?» Ella alzó la mirada.
-¿Me mintió?
Lin Xinyan tenía la mano fría, así que Zong Jinghao extendió su mano para colocarla sobre la de ella y su palma caliente la envolvió con fuerza. No había palabras que pudieran expresar los sentimientos de Jinghao en ese momento, así que los convirtió en un beso. Por otro lado, Lin Xinyan seguía pensando que era un sueño, pues todo era tan etéreo e irreal, tal como una burbuja que estallaría con solo tocarla. El cercano calor abrasador que Zong Jinghao desprendía era muy real y caliente.
-¿Investigaste a fondo? -No sabía si era una mentira que había inventado solo para hacerla sentir tranquila.
Zong Jinghao miró hacia abajo, puso la mano de Xinyan en su palma y la acarició con suavidad.
-No es necesario investigar. Sé que eres tú.
No fue hasta el momento en el que supo la verdad que por fin supo por qué Lin Xinyan le daba una sensación de familiaridad. Resultó que había una explicación para todo. Después, Lin Xinyan retiró la mano y su palma quedó vacía de repente. Zong Jinghao se sintió incómodo, así que levantó la vista para verla y ella lo miró fijo.
-Quiero asegurarme de que no sea un error.
Lin Xinyan se tranquilizó ya que este no era un asunto trivial, puesto que se trataba del padre de sus hijos. Zong Jinghao tocó el rabillo del ojo; además, notó que había vuelto a perder peso y que su piel estaba helada.
Entonces, se imaginó todo lo que había sufrido en estos últimos días.
—¿Cómo crees que me enteré de esto?
Zong Jinghao se sentó en la cama y la tomó entre sus brazos. Luego, frotó con sus palmas los hombros de Xinyan mientras le contaba sobre la prueba de paternidad que Zong Qifeng le hizo en secreto. Por lo tanto, Lin Xichen y Lin Ruixi eran sus hijos y no había duda de ello.
Lin Xinyan cerró los ojos con lentitud, pues aún sentía que estaba soñando.
—Pellízcame.
Zong Jinghao bajó la mirada y se dio cuenta de que tenía una cicatriz en la frente, la cual no era muy evidente, ya que era difícil notarla a través de la cobertura del maquillaje. Acto seguido, la tocó con suavidad y la acarició con cuidado, al mismo tiempo que temblaba de forma descontrolada. Tenía los ojos rojos, resultado de la angustia que sentía por no haberse dado cuenta de su desaparición y por no haber podido protegerla. El dolor que sentía en su corazón era a causa de ella.
Lin Xinyan nunca había visto una mirada tan vivida, profunda y llena de preocupación en su rostro. Ya había sido amable con ella antes, pero siempre tenía sus reservas. En ese momento había un pequeño hueco en el corazón de Lin Xinyan, el cual siempre había cerrado muy bien antes.
-¿Por qué estás aquí? -preguntó Zong Jinghao.
Según la información que había recibido de la señora Hua, He Ruize iba a llevarla a la provincia Chuan. «¿Por qué apareció aquí? ¿Qué fue lo que pasó con exactitud? ¿Qué fue lo que sufrió?»
Zong Jinghao no la escuchó y dirigió su mirada al vestido abierto. Tenía el abdomen muy plano y sin ningún rastro de exceso de grasa; también podía verse una ligera tonalidad rosada en su blanca piel, además de tenues estrías blancas debajo de su ombligo, las cuales no eran muy profundas. Continuó bajando la vista mientras sentía cómo bajaba y subía en su garganta la manzana de adán.
El rostro de Lin Xinyan estaba ardiendo al mismo tiempo que lo empujó avergonzada; sin embargo, la tomó de los puños y la jaló, provocando que Lin Xinyan perdiera el equilibrio y cayera en la cama de golpe mientras Zong Jinghao se dio la vuelta. La ropa de Lin Xinyan quedó abierta y ella quedó aprisionada bajo su cuerpo. La ropa de Zong Jinghao, la cual estaba sobre ella, estaba impecable, salvo por algunos pliegues. Su cuerpo robusto estaba encima de ella mientras sus ojos casi se desbordaban en una pasión tan fuerte como el fuego; aun así, seguía conteniéndose.
—Somos una pareja por todas las de la ley.
Hablando desde una perspectiva lógica, era cierto que seguían siendo marido y mujer legalmente, ya que no habían solicitado el certificado de divorcio.
La mirada de Jinghao era tan resplandeciente que hizo que la boca de Xinyan se secara.
-Dijiste que esperarías mi consentimiento.
Presionó y frotó la yema de sus dedos contra las palmas de Xinyan.
-Pero ya no quiero esperar más. -Zong Jinghao inclinó la cabeza y le beso el rabillo del ojo con suavidad; después, dijo con voz baja y profunda—: Te extraño. —Hundió su rostro en su cuello-. Muchísimo.
Lin Xinyan inclinó un poco la cabeza.
—Dame un poco de tiempo. Aún no estoy lista.
Zong Jinghao movió el rostro de Lin Xinyan de tal forma que estuviera directo frente a él y besó sus labios.
-¿Cuánto tiempo?
Lin Xinyan miró el techo, donde se encontraba un halo de luz.
—Soñaba con una relación intensa cuando era joven, pero en realidad, ni siquiera he estado en una relación y no sé cómo es... -Lo miró-. Espera a que me enamore de ti.
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