Enamorándome de ti romance Capítulo 196

Mientras hablaba, examinó de nuevo a Lin Xinyan y no encontró nada especial en el vestido que estaba usando, pues a sus ojos, era solo un vestido. Además, a juzgar por el par de pantuflas desechables que llevaba en los pies y el chupetón que Zong Jinghao le había dejado en el cuello, la vendedora se burló:

-¿Eres una mujer de compañía? ¿Cuánto cuesta la noche contigo? ¿Cuántas noches te costará tener el dinero suficiente para pagar una prenda de ropa?

Lin Xinyan se quedó sin palabras y frunció el ceño mientras su expresión se tensaba, estaba muy enojada por las palabras que había dicho la vendedora. «Solo vine a comprar algo de ropa. ¿Por qué tenía que conocer a un bicho raro como ella? ¡Hasta me llamaron "mujer de compañía” sin razón alguna! ¡Todo esto es muy ofensivo!» Pero la buena educación que recibió Lin Xinyan, evitó que atacara a la vendedora.

—Déjame ir de inmediato, por favor, o de lo contrario, ¡llamaré a la policía!

El tono de voz con el que Lin Xinyan hablaba era muy frío, como el hielo del Invierno que desprende un aura escalofriante. Esto tomó por sorpresa a la vendedora, puesto que no esperaba que una mujer de compañía tuviera ese tipo de aura; sin embargo, pronto se tranquilizó cuando pensó que estaba fingiendo.

-¿Crees que me vas a asustar si llamas a la policía? -La vendedora miró hacia arriba y dijo—: Estamos en Baicheng, así que mientras mi primo vaya a ver a Bai Yinning y hable con él, la policía también tendrá que escuchar al presidente Bai. Déjate de tonterías y dame el dinero, si no, ¡ni pienses que te irás de aquí!

Era muy difícil e irracional tratar con una persona así. Lin Xinyan estaba temblando de coraje, pues no podía entender cómo podía haber alguien tan poco racional en este mundo.

-El dinero.

Al ver que Lin Xinyan no se movía, la vendedora extendió la mano para agarrar la bolsa que Lin Xinyan tenía en la mano; no obstante, justo cuando estaba a punto de tocarla, por fin el guardaespaldas que estaba a fuera de la tienda se dio cuenta de que algo andaba mal, así que se apresuró a empujar a la vendedora. Este hombre, escogido por Shen Peichuan, era muy hábil; así, con un ligero empuje, hizo que la vendedora cayera y derribara una fila del estante de ropa por querer apoyarse de algo instintivamente, provocando que toda esta quedara dispersa en el suelo. La vendedora cayó de espaldas y le dolió tanto que hizo un mohín y miró al guardaespaldas que entró a toda prisa.

—¿Quién eres tú? ¿Cómo te atreves a venir a armar un escándalo aquí? ¿Acaso quieres morir? -Después, sacó su teléfono y llamó a su prima-. Hermana, ven a la tienda. Alguien la está destrozando.

El guardaespaldas frunció el ceño y sacó el teléfono para llamar a Shen Peichuan y decirle que Lin Xinyan estaba en problemas. Al escucharlo, la expresión de Shen Peichuan se tensó. «¿Apareció He Ruize?» A continuación, miró a Zong Jinghao, quien estaba jugando con sus hijos en la máquina de peluches y se acercó con rapidez.

—La señora tiene problemas arriba. -Zong Jinghao volteó a verlo; entonces, Shen Peichuan especuló-: ¿Será que He Ruize no pudo aguantar más y salió de su escondite?

Zong Jinghao levantó a su hija con una mano y con la otra, a Xichen. Acto seguido, se dirigieron al ascensor. Shen Peichuan los siguió con premura, además de unos cuantos guardaespaldas. Tan pronto como llegaron, vieron a Lin Xinyan a través del cristal de la tienda de ropa.

-Ahí está mami. -Lin Ruixi señaló a su mamá detrás de la ventana.

—Sí —contestó Zong Jinghao.

Shen Peichuan estaba un poco confundido. «¿Qué está pasando?» Cuando entraron, se dieron cuenta del desorden que había.

-Mami. —Lin Xichen corrió a abrazar la pierna de su mamá—. ¿Por qué tardas tanto comprándote ropa? Por cierto, ¿por qué está todo desordenado?

-Vi que agarró a la señora de la mano con agresividad e incluso levanto la mano, queriendo pegarle, así que no pude controlar mi fuerza y se cayó junto con la ropa.

El guardaespaldas se acercó a explicar la situación. Él estaba fuera de la tienda cuando la vendedora intentó agarrar la bolsa que Lin Xinyan tenía en la mano, por lo que desde su perspectiva, pareció que le había levantado la mano y se apresuró a entrar.

Zong Jinghao bajó la mirada con una evidente expresión fría en su rostro.

-¿Te lastimaron? -preguntó a Lin Xinyan al verla.

Lin Xinyan sacudió la cabeza y dijo que estaba bien. Por otro lado, la vendedora vio que algo no andaba bien. «¿Por qué hay tanta gente? ¿Ese hombre acaba de llamarla señora? Nunca había visto a este hombre, pero la persona más poderosa en Baicheng es Bai Yinning.» Mientras pensaba esto, recuperó el valor.

-No trates de asustarme, pues déjame decirte que no te tengo miedo. Esta ropa se ensució porque tú hiciste que se cayeran al suelo, ¡así que tienes que pagarme!

Lin Xinyan ya sabía lo irracional que podía llegar a ser, por lo que en ese momento no quería gastar más su tiempo con ella y solo le dijo: -¿Cuánto es en total? Te pagaré.

La vendedora frunció los labios y dijo con lengua mordaz:

-Seguro que traes a tanta gente para asustarme, pero Baicheng le pertenece a la familia Bai. ¿En serio te crees alguien superior a pesar de ser solo una mujer de compañía?

-En verdad eres mi hijo. —Lin Xichen giró su cuerpo hacia un lado para esquivar la mano de su padre, pero a él no le molestó esto y en su lugar, le dijo—: No intimidamos a los demás, pero tampoco debemos dejar que nos intimiden; hay veces en las que podemos tolerarlo, pero hay otras en las que esto no es posible. No tenemos que ser blandos con quienes no dejan de provocarnos.

-Todavía es un niño...

-Es mi hijo -Zong Jinghao interrumpió-. La sociedad es cruel. Es la ley del más fuerte.

Él iba a cederle la empresa a su hijo en el futuro, por lo que si no tenía el coraje, otros lo devorarían. Cuando se graduó de la universidad y se hizo cargo de la empresa, muchas personas se negaron a aceptarlo y le causaron problemas. ¿Cómo podría ganar posición en la empresa en el futuro sin estratagemas? Sujetó la parte posterior de la cabeza de su hijo, lo hizo ver la tienda, y le preguntó: —¿Tienes miedo?

Después de todo, solo tenía cinco años, así que sí tenía miedo al ver cómo esos hombres altos destruían el lugar como si fueran «mañosos».

—Dices que eres todo un hombre, entonces, ¿cómo proteges así a tu mamá?

—¡No dije que tenía miedo! —Lin Xichen levantó la cabeza para demostrar que no tenía miedo.

En ese momento, llegó la prima de la vendedora a la tienda. Todo lo que había en la tienda estaba destrozado, incluso había un gran agujero en el falso techo.

—¡Qingqing, por fin llegaste! -La vendedora lloró y gritó al salir de la esquina donde se encontraba y se apresuró a llegar frente a ella-. Estas personas destrozaron nuestra tienda.

La mujer era muy joven y hermosa. La vendedora dijo que era su prima, pero lucía un poco más joven que ella.

-¿Por qué? -dijo con expresión solemne.

-No pagó por la ropa, así que le pidió a alguien que destrozara nuestra tienda. ¡Qingqing no debes dejarlos ir! —La vendedora apuntó a Lin Xinyan mientras lloraba y se quejaba con su prima.

En ese momento, la mujer volteó a ver a Lin Xinyan.

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