Enamorándome de ti romance Capítulo 52

Poco después, se escuchó la voz de He Ruize.

—Yan, soy yo.

—Sí. —La voz de Lin Xinyan era tensa.

-La mujer de la que hablaste está muerta... -dijo, después de un momento de silencio.

—¿Qué? —Antes de que He Ruize pudiera terminar la oración, Lin Xinyan lo interrumpió.

«¿Por qué moriría? Era obvio que estaba sana y no era muy vieja. ¿Por qué moriría tan de repente?»

—Yan —He Ruize dijo su nombre con suavidad para calmar su agitación-. No te preocupes, no tenemos que comenzar con esa mujer...

Agarrando el teléfono con fuerza, Lin Xinyan todavía estaba molesta; tampoco sabía por qué estaba tan molesta. ¿Era porque estaba decepcionada o por algo

más? No lo sabía. Solo sabía que su mente daba vueltas.

—¿No encontraron ni una sola pista? —Parecía triste.

«¿Lo estoy pensando demasiado?»

He Ruize se quedó en silencio. Ninguno de los dos colgó, ni habló. El ambiente estaba tan silencioso que podían escuchar la respiración uno del otro; después de una larga pausa, He Ruize habló primero:

-Van -dudó-. ¿En verdad quieres saber quién es el padre del bebé?

Lin Xinyan bajó la cabeza para mirar sus pies. La luz de afuera se esparcía por ellos, proyectando sombras en el suelo. Se preguntó de corazón: «¿En verdad quiero saber quién es el padre del bebé? ¿Cuándo surgió la idea?» Fue cuando encontró pistas de Zong Jinghao que comenzó a tener la urgencia de saberlo.

—Si la respuesta te decepciona, y no es la persona que piensas, ¿aún querrías saberlo? -He Ruize continuó preguntándole.

Lin Xinyan no sabía cómo contestar a sus preguntas, tal vez también tenía conflictos internos.

—¿Por qué no contestas? —le preguntó He Ruize de cerca.

Había miles de tipos de sentimientos en este mundo. Uno de ellos era el sentimiento que crecía con el tiempo. Zong Jinghao y ella vivieron bajo el mismo techo, ¿desarrollarían sentimientos él uno por el otro? Eso era por qué He Ruize la cuestionaba de cerca.

-Van...

—Estoy escuchando. -Lin Xinyan lo interrumpió por miedo de que él dijera algo que ella no podía contestar.

Era de noche en el país A ahora. He Ruize estaba de pie en un lado del camino en un país extranjero, mientras que la lámpara de la calle lo iluminada, proyectando una larga silueta en el suelo, bajó la cabeza y miró su sombre. De hecho, también quería saber si el hombre de esa noche era la persona que Lin Xinyan sospechaba, que era Zong Jinghao.

La mujer murió y la grabación de vigilancia del hotel fue borrada; sin embargo, aún se las arregló para averiguarlo. Preguntó por el hotel con la foto de Lin Xinyan. Un asistente, que reconoció a Lin Xinyan y presenció el incidente, le dijo con claridad lo que había sucedido esa noche. Ella tenía razón; el hombre era Zong Jinghao.

Él no quería admitirlo, ni quería que Lin Xinyan lo supiera. Habría una conexión entre ellos con la presencia de un bebé. Incluso si Zong Jinghao no la amaba, pero por el bebé, ¿podría él...? No se atrevía a imaginarlo. No quería que Lin Xinyan supiera, le gustaba y quería cuidar de ella. Él la conoció primero, la conoció cuando ella aún era una niña.

-Van, encontré que el hombre de esa noche... -He Ruize se aferró con fuerza al teléfono y de pronto el corazón de Lin Xinyan se fue a su garganta.

De repente, una sombra la envolvió. Al voltearse, notó a una persona estaba a contraluz, con sus profundos rasgos faciales escondidos en la luz. A través de la luz, pudo ver quien estaba de pie detrás de ella, mientras la ansiedad y vigilancia emergieron en sus ojos de golpe. Sin embargo, también había una anticipación sin explicación, predijo que He Ruize dijera la respuesta que ella suponía.

-Fue un local. -Se escuchaba la voz de He Ruize desde el otro lado de la llamada.

¡Pum! La respuesta fue una repentina sacudida para Lin Xinyan.

«¿Un local?» En otras palabras, lo que vio en Zong Jinghao era una coincidencia. «¿Mi suposición estaba equivocada?»

Conociendo su lugar, la señora Yu sonrió y salió de la habitación para ir a ver que las personas hicieran su trabajo. Lin Xinyan frunció los labios, sin atreverse a refutar. Mientras masticaba la manzana, desabotonó su traje, lo tiró al sofá y se sentó.

-¿Sabes tocar el piano? -preguntó al ver el piano.

Lin Xinyan se dio la vuelta para ver el piano y asintió.

-Solía tocar. No he tocado en mucho tiempo, me temo que mis dedos se hayan vuelto rígidos.

Entonces, bajó la cabeza para mirar sus dedos. La mirada de Zong Jinghao se dirigió a sus dedos. Sus dedos eran delgados y blancos, pero había callosidades en sus palmas. Frunciendo el ceño, él quería estirar la mano para agarrarla cuando ella se puso de pie y caminó hacia el piano; se sentó frente al piano a contraluz y sus dedos tocaron las teclas con delicadeza, produciendo un nítido y placentero sonido.

Apretó las manos, buscando sentir. Aunque no había tocado el piano en mucho tiempo, aun así, tuvo el coraje de comenzar a tocar como si hubiera aprendido por muchos años. Cerró los ojos y respiró hondo antes de poner sus dedos sobre las teclas con gentileza. Cuando sus dedos las presionaron, presentó My Soul en una lenta melodía. Era la primera canción que aprendió a tocar y también su favorita.

Varios escenarios del pasado, incluyendo los felices y los tristes, cruzaron su mente. Su vida era corta, pero había experimentado demasiado.

Zong Jinghao miró su espalda, pensando pensaba demasiado en algo. «¿Se hizo esas callosidades en su mano cuando estaba en el país A? ¿Le dolió mucho ser abandonada por su padre?» Estaba perdido en sus pensamientos y de pronto el tono de llamada de su celular lo interrumpió; el tono inapropiado parecía molestarlo, mientras fruncía el ceño con fuerza. Lin Xinyan parecía escuchar el sonido y dejó de tocar el piano.

El ambiente se volvió silencio al instante. El tono de llamada se volvió más claro. Lin Xinyan se puso de pie y se acercó, preguntándose por qué no contestaba su teléfono. Entonces vio el nombre en el teléfono «Bai Zhuwei». Lin Xinyan se sentó frente a él.

-Es la señorita Bai. ¿Por qué no contestas el teléfono?

«Por supuesto que no contesté porque no quiero.» La persona que llamaba era muy paciente, ya que el tono siguió sonando con persistencia.

-¿Temes que escuche lo que ustedes dos hablen? No te molestaré entonces... -Lin Xinyan sonrió.

Después, se puso de pie y estaba a punto de irse cuando Zong Jinghao la tomó de la muñeca y la acercó, provocando que Lin Xinyan cayera en su regazo. Cuando ella quería moverse, Zong Jinghao puso su brazo en su cintura y la sostuvo con firmeza; con la otra mano, tomó el teléfono.

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