Encuéntrame romance Capítulo 56

Todas las noches a partir de las seis de la tarde, la convención haría como un festejo con ponencias pedagógicas e invitados especiales. A diferencias de las mañanas que serían más de prácticas; el itinerario invitaba a los presentes a llegar un poco más formal de lo conveniente, sumado a que después de las ponencias, se repartiría comida y bebidas para que los médicos de todas las ciudades de EE. UU., pudiesen establecer relaciones profesionales y personales.

Cox estaba de pie frente a su espejo y se abotonó el puño de sus mangas para luego colocarse un reloj.

Tomó su móvil y tecleó rápidamente yendo al contacto de Anaelise, donde ella había dejado esos mensajes que no borraría nunca.

“Después de la ponencia, no vayas a irte…”

Envió el mensaje mientras apretó su mandíbula, debía irse ya mismo si no quería llegar tarde, además porque necesitaba arreglar el puesto de Anaelise con Kanye, y que nada resultara de último momento. Con este mensaje, la agarraría fuera de lugar y ella pensaría que lo iba a ver hasta el final de la noche. Y aunque quisiera escapar, él siempre iba delante de ella, por mucha experiencia.

Condujo con éxtasis en su cuerpo mientras no quitaba los ojos de la carretera pensando en todo lo que quería hacer y decirle.

Cuando llegó al área privada de estacionamiento apagó el motor, y entró por el área que dejaron solo para los organizadores.

Todos los instructores estaban allí en salón de oficina, vestidos formalmente y hablando de sus clases y hospitales.

Cuando Cox hizo acto de presencia, sus colegas que estaban de la mano con él, le saludaron y fueron con otros instructores a otras oficinas para organizarse más rápido. Así que él no quiso perder el tiempo tampoco.

Indicó las entradas y las salidas, aunque la logística estaba perfectamente establecida. Pasó las listas que Kath organizó para la mañana siguiente a cada instructor, para que llevaran a los estudiantes a los hospitales, como lo harían sus demás colegas. Dio toda la información precisa para nadie saliera del protocolo.

Después que vio que todo estaba claro, despidió a los instructores para que estuviesen pendientes de sus grupos y se sentaran en las sillas ya marcadas.

Esta vez todos estarían debajo de la plataforma, tanto médicos como estudiantes, y era el momento perfecto para él.

Kanye esperó que todos salieran del lugar y luego se posicionó frente al que era literalmente su jefe particular.

—¿Qué debo hacer ahora? —preguntó Kanye mientras sostenía las hojas que Cox le entregó.

—Esto es para mañana, pero darás la información al terminar el evento en unas horas —informó teniendo cuidado de cada detalle—. Vas a dividir tu grupo, y allí indiqué cómo vas a hacerlo…

Kanye bajó la mirada hacia las listas.

Allí estaban sus 20 estudiantes, divididos en dos grupos; uno se iría con la doctora Kath Clarson y el otro con Cox. Por supuesto no era sorpresa para Kanye que Anaelise estaba en el grupo del hombre que estaba de pie frente a él, y por situaciones obvias, Andrew White, estaría en el grupo de Clarson.

—De acuerdo, lo entiendo, cuenta con ello —respondió este afirmando.

Estaba por darse la vuelta, cuando Cox colocó su mano en el hombro.

—Hay otra cosa…

—Claro.

Cox sabía que el instructor pensaría cualquier cosa de él, pero la verdad le importaba un carajo sus pensamientos. Le pagaba muy bien para que hiciera las cosas perfectas.

De una carpeta que tenía en la mesa sacó otra hoja y se la dio de inmediato.

—Los puestos de adelante están asignados, así que sienta a tus estudiantes de esta forma… eso por supuesto sabiendo que tengo un puesto reservado para Anaelise, concéntrate en ello, sin que lo jodas.

Kanye trató de negar, Cox realmente estaba desquiciado con esa chica, y entendía en cierta parte qué estuviese loco por ella, pero su proceder le pareció demasiado.

—Lo haré…

—Una última cosa —dijo Cox reteniéndolo nuevamente, y Kanye lo observó atento—. ¿Anaelise está quedándose en el hotel que asigné para tus alumnos?

El instructor apretó sus dientes colocándose lo suficientemente tenso como para que Xavier frunciera el ceño y su pecho se revolucionara.

—Habla… —ordenó precipitado.

Kanye soltó el aire y negó.

—Andrew White se está quedando en una suite, me lo informó desde hace semanas, y no pude hacer nada al respecto… Sé que ella está quedándose allí con él, porque él mismo me lo informó.

La mirada de Cox se volvió oscura y se giró de golpe para colocar las dos palmas en la mesa mientras su respiración se volvía errática.

—Ya puedes irte… y Kanye… no quiero errores…

El hombre salió de la vista mientras todo su cuerpo se calentaba. Tenía las manos empuñadas mientras su agitación lo estaba matando. Dio dos fuertes puños en la madera para descargar su frustración, mientras el sonido se esparció por toda la oficina.

Cerró los ojos comprimiéndolos, y luego se susurró a sí mismo.

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