Enséñame el placer romance Capítulo 39

Narra Amelia

El periodo de exámenes había finalizado con éxito. Aprobé todas las clases. Ahora me encontraba en la puerta de mi casa. Mi padre al verme me abrazó, esta vez fue uno fuerte como antes. Se veía feliz, tenia otro aire. Parecía otra persona.

—La cena esta lista— me dijo un rato después.

Nos sentamos y comenzamos a cenar, se veía un tanto nervioso como si quería mencionar algo. Pero no dijo nada.

—¿Quieres preguntarme algo papá?—dije para que tomara la iniciativa.

—Es que yo...quiero decirte algo—dijo nervioso—. Estoy saliendo con Lorena, tengo una relación con ella desde hace un par de meses—confesó—. Quería que lo supieras por mi mismo.

Si Daniel no me hubiese contado esto antes mi reacción hubiese sido de sorpresa.

—Me alegro por ti papá, mereces ser feliz. Mi madre estaría contenta de que tu estés dándote una segunda oportunidad —dije con sinceridad

—Me alegro saber tu opinión, hija—dijo—. ¿Sabes? Lorena es una mujer muy especial, me ha mostrado una nueva forma de ver la vida y los errores que he cometido. Espero que algún día puedas llevarte mas con ella de una forma mas cercana. No pretendo que la veas como una madre, porque eso no es así. Solo quiero que sean amigas —mencionó.

Comprendía lo que él me quería decir. Nadie podría reemplazar a mi madre jamás, pero si ser parte de una especie de una nueva familia.

—Por supuesto—dije.

—Yo he estado esperando tu presencia en casa–dijo—. Quiero pedirte una disculpa—comento.

Lo vi con sorpresa.

Él guardó silencio por un momento.

—Entonces hazlo—respondió, me quede paralizada por sus palabras —. Yo no seré un obstáculo de nuevo entre ustedes, si te hace feliz entonces se feliz. Sé que tu madre hubiese querido los mismo—agregó.

—¿Estas hablando enserio?—pregunte sorprendida.

—Claro que si hija—afirmó—. Estos meses me he dado cuenta que no puedo seguir impidiéndote ser feliz, que debo dejar que tu misma elijas y aprendas de tus elecciones—. Eres mayor de edad y puedes hacer lo que quieras. Si tu quieres vivir con él te daré mi bendición. Pero quiero que sepas que te quiero hija, eres lo mejor que tengo en la vida y siempre serás mi niña, mi dulce niña—dijo con hilo de voz. Sentí un nudo en la garganta quería llorar—. Llama a Daniel y dile que venga a platicar conmigo, ambos necesitamos reencontrarnos—me pidió. No podía creer todo esto, parecía un sueño, un hermoso sueño. Me levante de mi asiento y corrí abrazarlo. Coloque mi cabeza en su pecho y derrame un par de lagrimas, pero no eran de tristeza, esta vez eran de felicidad.

Después de recomponerme me separe de él, lo vi y él estaba también llorando.

Nos quedamos charlando un poco mas. Luego me despedí de él para irme a mi habitación, llame a Daniel y le conté todo. Él tampoco podía creerlo. Él vendría mañana a hablar con mi padre, solo esperaba que todo saliera bien.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Enséñame el placer