Enséñame el placer romance Capítulo 9

Narra Amelia.

  Levante mi trasero en el aire, manteniendo mis piernas abiertas para tomarlo. Me alegre de que mi rostro estuviese enterrado, porque no queria ver la expresión de su rostro. Probablemente me estaba mirando. No podia creer que la gente realmente hiciero esto. De repente, sentí sus cálidos labios en mi nalga, haciéndome saltar un poco.

—Tranquila. Te daré besos en el trasero —dijo. Fue dejando besos suaves por todas mis nalgas. Senti una cálida humedad que cubria mi agujero inferior y me di cuenta de que Daniel tenia su lengua allí, así que abrí un poco las piernas y empuje contra su boca, queriendo que tuviera todo el acceso que necesitaba.

—Oh, mi dulce  Amelia. Hace poco tome tu virginidad y ahora quiero follarte por tu hermoso culito. Nunca te haría daño. Seré gentil. Déjame jugar con tu agujero un poco y luego puedes dármelo, ¿de acuerdo?—lo dijo como una pregunta, pero sabía que en realidad no lo era. Mi cuerpo pertenecia a Daniel, para que hiciera  con él lo que le qusiera. Me sentía muy nerviosa de que  metiera su polla grande y dura allí, pero confiaba en que él supiera qué era lo mejor, su lengua se había sentido tan bien, que al menos debia intentarlo. Asentí lentamente con la cabeza y luego me recosté, mi pecho contra la cama. Cuando su lengua volvió a tocar mi agujero inferior, se sintió muy bien, comencé a mover mis caderas, como lo haría si su polla estuviera en mi coño en este momento. Hizo que mi clítoris palpitara

—.Toca tu pequeño  clítoris. Me concentraré en tu culo y lo prepararé para mí—pidió.

Era como si él estuviera en mi cabeza escuchando mis pensamientos. Metí la mano entre mis piernas, frote mi pequeña protuberancia como él me lo pidió. Me queje porque no se sentia tan bien como sus dedos. 

—Se siente mejor cuando lo haces— resoplé en la almohada.

—Lo sé, pero  necesito preparar tu trasero ahora mismo. Solo toca tu clitoris por mí. Lo abordaré en un momento —dijo.

Segui frotandolo cuando sentí su boca de nuevo sobre mí. Lamió un poco dentro de mí y gemí ante la sensación. Nunca pensé que disfrutaría de los besos allí, pero los besos de Daniel eran tan especiales. Me daba exactamente lo que necesitaba, comence a moverme contra su lengua aún más fuerte para hacerlo feliz. A él le encanta darme besos y yo quiero darle todo de mi. 

—Toma mi trasero, Daniel. Quiero que tú también lo tengas —le dije.

— ¿Quieres mi polla? —preguntó. Asentí con la cabeza en la almohada, nerviosa pero dispuesta—.Déjame prepararte— contestó, sentí sus dedos presionar mi trasero y romper el anillo apretado—.Solo respira. Respira y relajate. Dejame entrar. Es como tu coño; te dolerá al principio, pero luego te gustará —mencionó. Trate de relajarme lo más posible cuando comenzó a mover sus dedos dentro de mí. Empezó lento. Luego comenzó a deslizarse hacia adentro y hacia afuera, esta vez más suave, sintiéndome tan cerca de correrme. Empujó mi trasero con más fuerza, haciéndome estirar—. ¿Te gusta la sensación?—preguntó—.Creo que es hora de que mi polla entre  en tu culo —agregó.

Gemí ante sus sucias palabras. 

—Por favor—respondí. Frote mi clitoris más y más fuerte, y sentí que estaba avanzando hacia algo mucho más grande que cualquier cosa que haya sentido antes.

Sentí sus dedos salir, solo para ser reemplazados por la cabeza de su polla. Presionó contra mí y exhale, tratando de relajarme. Funcionó cuando rompió mi himen, así que esperaba que funcionara con mi trasero. Intente pensar en lo bien que se sentiria cuando lo sintiera empujar, pero deje escapar un chillido de dolor.

—Shh, solo relájate. Déjame entrar, enséñame cómo dejarás que yo haga lo que quiera con tu cuerpo, que es todo mío para hacer lo que quiera—me dijo. Me di  la vuelta y puse su mano sobre la mía, ayudándome a frotar mi clitoris mientras se deslizaba más profundamente dentro de mí—. Oh, joder. Esto es tan bueno. Ya casi llego. Solo un poco más—agregó. Se retiró y luego empujó hacia adentro, profundizando un poco más cada vez. Sentía emoción y miedo, intensificados por una punzada de dolor. Sentia sus cálidos besos en mi cuello mientras empujaba completamente dentro de mí. Una vez que estaba completamente adentro, lo mantiene allí por un segundo para permitirme ajustarme. Me sentia tan llena, pero estaba tan cerca de correrme que comencé  a mover las caderas—.Te gusta mi polla en tu culo, ¿no es así?—preguntó. Moví mis caderas un poco más, suplicándole sin palabras que se moviera. Para ayudarme a correrme. Intente mover mis dedos sobre mi clitoris pero él detuvo mi mano, me dio otro beso en el cuello y comenzó a mover mi trasero. Luego comenzó a frotar mi clitoris por su cuenta. Apoyé mis manos en la cabecera y empujo mi trasero contra él mientras empujaba dentro de mí. Era muy duro y áspero, pero me encantaba la sensación. Me está tomando y usando mi cuerpo para sus necesidades, pero también me está dando lo que necesitaba. Se sentía tan bien y estaba tan cerca de correrme.

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