FAMILIA DE MENTIRA, AMOR DE VERDAD romance Capítulo 12

No era solo Charlie. Faith también quería que la tierra se abriera y se la tragara al ver la expresión furiosa de su padre y la cara azorada de su tío, que no tenía ni idea de lo que estaban hablando.

—¡Repite eso! —rugió Kainn acercándose y Faith se puso entre los dos.

—¡Papá te tienes que calmar, por favor, escucha...!

—¿¡FUISTE TÚ!? —le gritó a Charlie y a su lado Moe entró tambaleándose.

—¡Charlie! ¿Qué significa esto? ¿¡Cómo que "hijo"!? ¿De qué están hablando? —Moe estaba pálido, tembloroso, tan a punto de un colapso como Kainn.

Frente a ellos sus hijos los miraban horrorizados y ninguno se atrevía a abrir la boca porque sabían que el desastre había empezado ya.

—¿Cómo pudiste, Charlie, cómo...? ¿Por eso te marchaste?

—¡No, claro que no, papá...! —pero las palabras se le atoraban en la garganta porque sin importar la razón por la que se hubiera ido, había dejado atrás a una persona herida que no lo merecía.

—¿Alguien me quiere explicar qué demonios está pasando? —los interrogó Moe y a Charlie se le cayó la cara de la vergüenza al ver la decepción en el rostro de su padre mientras lo intuía todo.

—¡Pasa que hace cinco años Faith estuvo muy grave! —le dijo Kainn.

—¡Lo sé, pasó mucho tiempo en el hospital, me dijiste que era una apendicitis...!

—¡Pues no era apendicitis, Moe, mi hija estaba embarazada y por cinco años se ha negado a decirme quién fue el cabrón que la embarazó y la abandonó después! —le gritó Kainn—. ¡Me he pasado cinco años queriendo matar al infeliz que le destrozó la vida a mi hija y ahora resulta que fue... que fue Charlie!

—¡Papá basta! —exclamó ella mientras veía a su tío llevarse una mano al pecho de la impresión.

Aquello precisamente era lo que había estado tratando de evitar por tanto tiempo, que la familia se rompiera por un error suyo.

—¡Charlie, dime que no es verdad, dime que no te fuiste por eso!

—¡No se fue por eso! —replicó Faith con voz firme—. Él jamás supo que yo estaba embarazada...

—¡Pero se fue! —rugió Kainn acercándose a él mientras todo su espíritu parecía vibrar de la rabia y la impotencia—. Se fue justo el día después ¿no es así? ¡Se fue para no volver! —Sus ojos se posaron en Charlie mientras gruesas lágrimas salían al borde de ellos—. ¿Cómo pudiste? ¡Con la educación que te dio tu padre...!

—Tío, lo siento...

—¡Te criaste en mi casa como un hijo más! ¡Mis niñas debían ser sagradas para ti! —rugió Kainn—. Me daba igual que te enredaras con Faith, pero que te largaras sin importarte nada... ¡eso sí que no me lo esperaba de ti! ¡Si no ibas a ser lo suficientemente hombre como para asumir lo que habías hecho entonces no debiste ni mirarla...! ¡Y si lo hiciste debiste quedarte, porque me consta que eso fue lo que tu padre te enseñó!

Jamás nadie había visto a Kainn Black tan furioso, tan herido o impotente como en aquel momento. Mientras a su lado Moe se apoyaba en un mueble como si estuviera a punto de desmayarse de un momento a otro.

—¡Ya déjalo, papá! ¡No fue su culpa! ¡Él no estaba obligado a quedarse! —replicó Faith.

—¿Por qué lo sigues defendiendo?

—¡No lo estoy defendiendo a él, estoy defendiendo a esta familia, que no tiene por qué sufrir por un error que Charlie y yo cometimos! —exclamó Faith acercándose a su padre, pero Kainn negaba vivamente mientras caminaba de un lado a otro.

—No, no... tú no cometiste ningún error, esto es culpa suya...

Fatih cerró los ojos un instante y también se dio valor para entrar a la sala de juntas, donde su padre paseaba de un lado a otro, todavía furioso y desconcertado.

—Por favor dime que no hiciste ninguna estupidez, papá. El tío Chris no se lo merece —murmuró y Kainn apoyó un puño en la mesa con determinación.

—Tu tío Moe es un hombre inteligente, como yo, y entiende que hay relaciones que no pueden mantenerse después de que sucede algo como esto —replicó Kainn.

—¡Papá, no! ¡No puedes hacer algo así! ¡El resto de la familia no tiene por qué sufrir las consecuencias de mis decisiones, eso no es justo, no es justo para nadie...! —intentó disuadirlo Faith, pero la resolución en el rostro de su padre era feroz.

—Pues ya está hecho, la decisión está tomada, en dos días nos reuniremos para discutir los detalles y luego... luego veremos cómo sale todo.

Kainn se dirigió a la puerta y salió en silencio, mientras Faith se quedaba allí, intentando encajar aquel golpe primero, y luego pensando en la manera en que podía evitarlo. Sentía una opresión en el pecho que era muy fácil de identificar, el mismo dolor con culpa que había estado carcomiéndole el alma durante los últimos cinco años, pero le había dicho la verdad a su hermana: eso la había hecho más fuerte.

Así que en cierto punto se levantó, se secó las lágrimas y le pasó un mensaje de texto a Charlie con una dirección.

"Encuéntrame aquí en una hora. Necesitamos hablar. Es urgente", escribió antes de dirigirse al personal de seguridad para decirle que ya podían dejar entrar a los trabajadores.

Nadie vio lo herida que estaba. Nadie se fijó en ella mientras bajaba en el ascensor y se subía a una de las camionetas de la empresa para salir del edificio. Nadie supo que Charlie literalmente dejaba a su padre con los gritos en la boca para ir a verla.

Y una hora después los dos estaban allí, caminando lado a lado por los senderos del cementerio de Highgate, hasta llegar a la tumba del abuelo Sao.

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