Karim ya tenía el plan muy bien trazado.
Paso número uno: Quedarse.
Miró a la pantalla de su teléfono y pasó aquel mensaje a su amiga:
"Princesa, ¿recuerdas que te dije que me iba temprano?... ¿Me puedo quedar?”
Diez segundos después recibía exactamente la respuesta que esperaba.
"Claro que te puedes quedar. ¿Qué pregunta es esa? Pero te haces el desayuno solo porque me puse "happy" y me quedo en casa de mis padres. Te amo. Chau"
Karim sonrió porque así era mejor, ya tendría tiempo de andarle explicando por qué su jardín estaba anegado en agua y posiblemente encontrara los restos de alguna braga en él.
Se dio un baño, se echó en la cama y trató de dormir, pero parecía imposible porque cada vez que sus ojos se cerraban, su mente volvía instantáneamente a ella.
Paso número dos: Tenía que averiguar quién era.
Ella se sabía su nombre, y tenía acceso a la casa de Faith así que debían conocerse. No podía ser tan difícil encontrarla, solo bastaría preguntarle a su amiga quién era la loca del palo de criquet para poder descubrir su identidad. Mientras tanto debía descansar, así que se obligó a superar aquel insomnio y aquellas ganas que lo asaltaban solo de pensar en ella, y se durmió con una sonrisa.
¡De verdad la iba a encontrar!
Por desgracia el desvelo hizo que se levantara pasado el mediodía, así que se arregló y se dirigió directamente a las oficinas de la corporación de la que su amiga era una de las gerentes.
Llegó para encontrársela rendida durmiendo en una de las habitaciones privadas junto a la oficina de Charlie y...
Contexto: Charlie se moría por Faith y Faith se moría por Charlie, pero aquellos dos eran de la clase a los que les gustaba sufrir y malinterpretar. Así que ella había estado un tiempo fuera para hacerse un tratamiento de fertilidad mientras Charlie enloquecía pensando que ella estaba con otro, específicamente con Karim.
La aversión que Charlie sentía por él era clara, y Karim tampoco se lo tragaba porque sabía que en el pasado había lastimado a su amiga. Así que la guerra era silenciosa pero era guerra al fin, y Karim se regodeaba dejándole creer que era la pareja de Faith.
¿Ataque solapado más reciente? Le pidió la dirección de una farmacia para ir a comprar las inyecciones de fertilidad de Faith y en las mismas narices de Charlie aprovechó para comprar condones. Esa no era una estrategia, tenía muy presente que entre todos los descuidos del día anterior, el peor había sido terminar dentro de la chica sin protección. Rogaba que tuviera la suficiente madurez como para resolverlo sola, pero tampoco estaba muy seguro.
De cualquier forma eso lo puso medio ansioso y medio frustrado, y Charlie terminó de sacarlo de sus cabales cuando volvieron a la oficina y se vio empujado contra la pared.
—¡Te hice una maldit@ pregunta! ¿¡A qué estás jugando con Faith!? —gruñó con impotencia.
—¡No te pases, niño, que no tienes ni idea de con quién carajo estás hablando! —escupió Karim con rabia. ¡Solía comportarse como un caballero, pero no había nacido el hombre que le pusiera una mano encima! ...Una mujer sí... o sea ella le había puesto de todo encima...
Su cerebro divagó de nuevo por un instante hasta que Charlie lo devolvió a la realidad.
—¡Créeme que eso me tiene sin cuidado! ¡Explícame ahora mismo qué diablos está pasando! ¿Por qué Faith está tratando de salir embarazada mientras tú compras condones como si te fueras a follar al pueblo? ¿No te alcanza con ella?
Karim se revolvió furioso, tomándolo por el cuello del saco y listo para dejarle caer las amenazas más sinceras cuando sus ojos tropezaron con una foto sobre el escritorio y su entrecejo se arrugó con una mueca.
¡No podía ser!
En aquella fotografía no solo estaba Charlie, también estaba su chica, la muchachita loca que lo había recibido a punta de bastonazos y le había dado la mejor noche de su vida.
Ahí estaba, abrazada a Charlie, riendo como si fuera la niña más feliz del mundo.
—¿Quién es esa? —preguntó señalándola con un gesto de la cabeza y Charlie miró atrás contrariado.
—¿Qué...? Es mi hermana, ¿qué tiene que ver?
—¿Tu hermana?
"¡Joder! ¿Qué hice?", pensó aturdido. ¡La hermana de Charlie! ¡La hermana de un tipo que lo odiaba! ¡Esa era mucha mala suerte!
—¡Sí, mi hermana, Rose! ¿¡Quieres concentrarte!? ¡Estamos peleando aquí! —espetó Charlie pero él lo soltó de inmediato, carraspeando y alisándole el traje.
—¡No, no! ¡Nadie está peleando aquí! —le sonrió Karim mientras lo sacudía como si quisiera quitarle la última mota de polvo. Solo le faltaba hacer un puchero y llorar. ¡La hermana de Charlie!—. Solo estamos conversando, como dos buenos amigos...
—¿Amig...? ¡¿Te volviste loco?!
"¡Trágame tierra!"
—¿Y qué? ¿Sumarla a tu harem? —preguntó Faith y trató de aguantarse la carcajada hasta que ya no pudo—. ¿Sabes qué? Tienes razón, te conozco a ti, pero conozco más a Rose. Y de verdad quiero verte intentarlo.
Karim la miró con cara de que aceptaba el desafío. A él no había mujer que se le resistiera cuando se lo proponía, y ella solo era una chiquilla de dieciocho años; le sacaba diez de experiencia y esos tenían que servir de algo. Iba a terminar teniéndola a sus pies. ¿Cierto? ¡Cierto!
Así que con ese entusiasta pensamiento y lleno de optimismo, investigó todo lo que podía, hizo su tarea y recogió el arma secreta. Luego esa noche se arregló y con singular desparpajo fue a tocar a la puerta de la mansión Moe.
Por supuesto que Chris y Mala no demoraron en recibirlo porque sabían que Faith lo tenía en muy alta estima y él presentó el palo de criquet como ofrenda.
—Rose fue a la casa anoche a alimentar a Rajá —mintió con una sonrisa encantadora—. No sé por qué habrá dejado el palo de criquet, pero Faith me dijo que es una excelente jugadora y decidí traérselo no sea que se pierda alguna práctica.
—¡Pero qué amable de tu parte, cariño! —lo recibió Mala invitándolo a entrar con una sonrisa.
—¡Muchacho, no me digas que viniste solo por eso, qué pena contigo! —le dijo Chris.
—Pues la verdad no, señor Moe... —respondió Karim y vio a Rose quedarse paralizada después de entrar por el lado opuesto de la habitación—. De hecho me interesa hacer algunas inversiones en Asia y Faith me recomendó que le pidiera consejo.
—¡Pues claro! —se emocionó Moe—. ¡Claro que sí, te quedas a comer y lo discutimos! Mala, vamos a poner un sitio más en la mesa. ¡Rose, cariño ven a saludar que el señor Rossi amablemente te trajo tu palo de criquet, luego lo traes al comedor!
Los ojos de Rose se quedaron posados en él mientras sus padres los dejaban solos, y Karim sonrió viendo su expresión aturdida. Sabía que era un hombre atractivo, y esa noche en especial se había arreglado para ella. Así que estaba seguro de que la tenía embobada, estaba cayendo, lo supo cuando la vio caminar hacia él como una autómata, estaba cayendo...
—¿Qué carajos haces aquí Karim? —siseó ella y el disco mental del árabe se rayó en un segundo.
—¡¿Eh?!
—¡Vete ahora mismo! ¡Porque si mencionas la palabra matrimonio te juro que de aquí no sales vivo!
—¡Oye chiquilla, yo hablo de lo que me da la gana, y si quiero decirle a tu padre...!
—¡Pues a hablar a tu propia casa! —le gruñó Rose con tono desafiante—. ¡Si vas a sacar los trapos rotos de anoche mejor te vas! ¡Es más, la puerta mide dos veinte, cabes de culo y cabes de frente! ¡Corre por tu vida, Karim, corre!
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: FAMILIA DE MENTIRA, AMOR DE VERDAD