FAMILIA DE MENTIRA, AMOR DE VERDAD romance Capítulo 3

Cuatro horas más tarde, en la recepción del hotel, Mitch intentaba contener la risa mientras veía el ojo morado de Charlie que obviamente le había hecho Faith.

—¡Es que ni te voy a preguntar de dónde salió ese puñetazo! Pero ¿te lo merecías? —preguntó.

—Sí, supongo que sí.

—Pues entonces supéralo y vamos a divertirnos esta noche. Las fiestas de fraternidad en Harvard eran épicas, veremos si los estirados de Oxford las pueden igualar.

—¿Estás loco? ¡Nada de épicas! ¡Vamos con las gemelas! ¡Son...!

Michael se estremeció solo de pensarlo.

—¡Por Cristo no digas "niñas" que ya todos pasamos de los veinte! —rezongó con incomodidad porque por más que intentara ver a Grace como la niña que era, ya no lo conseguía y eso lo estaba volviendo loco—. Las gemelas están creciditas y te apuesto a que ellas saben divertirse muy bien... Bueno Faith, porque Grace sigue siendo un angelito de Dios —murmuró recordando sus trenzas y sus tenis y aquel overolcito de mezclilla que le había puesto el corazón a mil el primer día—. ¡En fin! ¡Faith seguro que nos presenta gente y nos ayuda a pasar un buen rato!

Charlie rezongó cuando pudo sobre eso y Mitch achicó los ojos.

—¿De ella fue de quien te escapaste?

—¡Yo no me escapé de nadie!

—¡Pero te enredaste con ella! —lo acusó Mitch—. ¿No es cierto?

—No entiendo por qué dices...

—¡Porque desde que llegaste lo único que has hecho es refunfuñar sobre Faith, su nombre no para de salir de tu boca y ella no te da ni la hora!

—¡Eso no es cierto...!

—¡Vaya que no te tocaría ni con un palo, como bicho muerto!

—¡Mitch...!

—¡Ni con un palo largo! —rio él, pero de repente una camioneta estacionó frente al hotel y los dos se apresuraron a salir.

Mitch abrazó a Faith y fue a subirse en el asiento trasero, viendo que Grace iba sentada de copiloto.

—Hola muñequita —le dijo con cariño y ella le regaló la sonrisa más luminosa del mundo.

—¡Hola dragoncito!

Minutos después estaban en el campus y la música sonaba a todo volumen. Michael estaba a punto de alabar la decoración, porque había oído algo sobre que era obra de Grace, pero apenas la vio bajar del auto se tragó las felicitaciones con una buena parte de su lengua.

Llevaba una blusa blanca de mangas largas y anchas... ¡Y eso era lo único bueno que llevaba. Luego tenía un "algo" que parecía short y subía, entallándose a su cuerpo hasta terminar bajo sus pechos, y unos tacones de aguja como para hacer un puñetero hueco hasta el núcleo de la tierra, o a través de su cráneo que era todavía más duro.

Pasó saliva mientras ella se acercaba y le sonreía como si fuera lo más natural del mundo, y en ese mismo momento Mitch lo entendió: si no hacía algo, terminaría con un drama cien veces peor que el de Charlie.

—¿Entramos? —preguntó Grace colgándose de su brazo y los labios de Mitch se convirtieron en una línea fina antes de responder.

—¿Sabes qué, muñequita? Deberías divertirte mucho esta noche y los chicos no se te van a acercar si vas con tu primo de guardaespaldas —sentenció—. Así que deberías entrar con Faith y yo... sí, yo iré a buscar unos tragos. ¡Charlie!

Grace pestañeó despacio mientras lo veía irse. Ni siquiera entendía qué estaba pasando, ¿por qué él se había ido así...? Entonces la turba de chicas que lo asaltaron apenas pidió un trago le dio la respuesta.

Ni siquiera supo cómo cruzó entre toda aquella multitud, pero sí fue muy consciente de cuando lo levantó por el cuello de la playera.

—¿Dónde carajo está Grace? —preguntó porque un mal presentimiento le decía que él lo sabía.

—Tú me dijiste que me alejara ¿no? —espetó Shawn con tono sarcástico, y una de las gigantescas manos de Michael fue desde la tela hasta su cara, apretándola con fiereza.

—¡No te me pongas chulo, idiota, porque no me conoces! ¿¡Dónde diablos está Grace!? ¡Pocas palabras a cambio de conservar tu put@ dentadura! ¡Contesta! —escupió porque realmente estaba a punto de perder la paciencia.

—Mi padre es jefe de la policía del campus —replicó el muchacho y toda la ansiedad de Mitch lo llevó a hacer lo que siempre hacía: meterse los dedos en el pelo tocando aquel tatuaje.

Y solo eso bastó para que el chico frente a él abriera mucho los ojos y levantara los brazos.

—¡Me importa un carajo quién sea tu padre! ¿¡Dónde está Grace!?

—Arriba —gruñó Shawn—. Está arriba.

Mitch siguió su mirada y sintió una pesada piedra en el estómago.

—Procura por tu vida no haberle tocado ni un cabello, porque si algo le pasa mañana vas a amanecer en un infierno que yo personalmente construiré para ti —sentenció soltándolo de un empujón y solo lo vio salir corriendo.

Sí, así exactamente, corriendo. Y aunque no era por las razones que él creía, eso hizo que Mitch sintiera como si su corazón se parara, y corrió escaleras arriba con el miedo a punto de hacerlo temblar.

—¡Gracie! ¡Gracie, muñequita…! ¡Gracie! ¿Dónde estás...? ¡Muñequita!

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: FAMILIA DE MENTIRA, AMOR DE VERDAD