Haciéndolo mío romance Capítulo 18

Como era de esperarse, él estaba empeñado en dejarla hoy y podía entender sus motivos; después de todo, yo estuve en su posición hace poco. Yo también tuve que tomar la difícil decisión de terminar mi relación con Josué, quien me estaba engañando. Por lo normal, una persona tan poderosa como él no toleraría que una mujer lo engañara tampoco. 

—Por favor… Miguel, ¿podrías perdonarme? —Las lágrimas se le derramaban por las mejillas. A pesar de su expresión conmovedora, ya no tenía compasión por ella; solo podía decir que se lo merecía tras saber la razón.  

Cuando se le acabó la paciencia, él gritó: 

—¡Piérdete antes de que cambie mi opinión sobre las fotos! 

En ese instante, pude ver cómo su figura temblaba por un momento ante sus palabras. Me percaté de que ella estaba en aprietos, entre seguir insistiendo o irse, pero eligió marcharse, las lágrimas aún en su cara. 

Ahora que se había terminado el espectáculo, me dirigí hacia el río y continué bebiendo cerveza como si nada hubiera sucedido. Esperaba a que Miguel se fuera en un momento, pero sobreestimé mis habilidades de espionaje, pues en ese momento, su voz rompió la tierna brisa: 

—¿No tienes nada por decir después de escuchar a escondidas nuestra conversación? 

Su sedosa voz grave me aceleró el corazón. Al voltear alrededor, me di cuenta de que solo estábamos él y yo aquí, por lo que era obvio que me estaba hablando a mí. Pensé que me había escondido bien, pero pareció ser que lo subestimé. En el momento en que lo volteé a ver, vi cómo sus ojos oscuros me observaban con confusión. Lo siguiente que pude hacer fue decirle: 

—¿Me estás hablando a mí? 

Suponiendo que buscaba una falla, dije por instinto: 

—Eh… Y-yo solo estaba aquí por casualidad, ¡de verdad no fue mi intención escuchar lo que decían Sofía y tú! 

—Y ¿qué opinas de lo que oíste? 

Para ese entonces, ya estaba a un lado de mí y calculé que casi alcanzaba los dos metros de altura, por lo que, con su figura amenazante, tenía que alzar mi cuello para verlo a la cara.