¡Izan! Sé mi Cachorrito romance Capítulo 9

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Izan, con una expresión de resignación, le dijo a su abuelo: "Mira abuelo, esta es Amara, la que le salvó la vida".

La cara de Fernán se descompuso al instante al ver a la deslumbrante Amara y luego mirar a su nieto Izan, cada vez más convencido de que hacían una pareja perfecta. Si en ese momento no se convierte en su nieta política, quién decía que en el futuro tampoco lo sería; con ese pensamiento, el ánimo del anciano se endulzó como si hubiera bebido miel, dulce y agradable y ya en ese momento, tenía su rostro florido en una sonrisa.

¿Amara?

El amable anciano la había dejado sin palabras, ella tenía esa sensación de estar frente a un charlatán.

Izan frunció el ceño; con solo una mirada supo que su abuelo estaba tramando algo. Fernán, con su carisma desbordante y una sonrisa amplia, le dijo: "Amy, gracias por salvarme. Me salvaste la vida, tengo que agradecerte como es debido".

Amara, con naturalidad, respondió: "El señor Lemos ya me ha pagado los gastos médicos, no tiene que ser tan cortés. Como médica, curar y salvar vidas es mi deber".

Fernán, apoyado en la cabecera de la cama y observándola, tan educada y cortés, se sintió genuinamente satisfecho: "Eso no está bien, salvaste mi vida, tengo que agradecerte como es debido. Amy, ¿tienes pareja?".

Amara se sorprendió por la pregunta, pero aun así, bajo su expectante mirada, respondió: "No".

Al ver al anciano, ella recordó a su maestro, por eso le respondió; ese anciano también era así, de mirada bondadosa, ella empezó a extrañar a su maestro.

Izan, percibiendo la incomodidad de Amara, intervino fríamente: "Abuelo, parece que ya estás bien".