La chica fénix: ¿Mi mate? romance Capítulo 48

Omnisciente

Todo era sorprendente y doloroso de ver, intentan destruir el campo de fuerza que no los dejaba pasar. Yack estaba en estado de shock, su pareja acaba de ser sacrificada junto a su pequeño bebé que no pudo ver la luz del día, se sentía impotente al ver a la mujer que ama tirada en el suelo perdiendo su brillo.

Saíd no dejaba de golpear la barrera sin importarle destruir sus manos intentando acercarse a su soul mate, no quería aceptar que ella estaba muriendo, Bastian no se queda atrás, él solo está enfocado en llegar a Sophie no le importa si él se lastima en el camino.

Eli se siente muy impotente por no poder salvar a las chicas, su sangre se unió mientras el brujo poseído decía su hechizo

"De pura et sanguis sanguinem uvæ et semidei non possumus aperire portal hominum converterint se conspirantes in quam ut ulciscar" decía sin cesar, más neófitos estaban apareciendo a su alrededor y más brujos de magia oscura Eli mira los ojos de todos y ellos no estaban siendo poseídos la pregunta que ella tenía era:

—¿Quién lo estaba poseyendo? —Viendo que no podían traspasar la barrera, Eli trata de adelantar sus planes.

—¡Nethan haz el hechizo de contención para que no lleguen donde los humanos! —le grita a su hermano que solamente asiente y se convierte en un fénix completo, su cuerpo lleno de llamas, se dirige volando en dirección donde termina el bosque y comienza la ciudad humana.

—¡Semyazza lleva a los de la manada con Nick! —el caído se dirige dónde están los de la manada, algunos de los mayores hombre y mujeres comenzaban a correr en dirección donde está el desastre, su alma de guerrero les pedía pelear, pero ya sus cuerpos estaban cansados.

—¡Papá has un portal hacia el castillo ahí se irán todos para resguardarse! —sigue gritando pero esta vez con menos intensidad.

—¿Tu abuelo sabe que los envías ahí? —le pregunta.

—No, pero al ver por qué los envió no dirá nada. —Mario solo veía como su mate daba órdenes a todos y se dirigía a él sabiendo las intenciones de su pareja.

—¡No lo haré, Eli no me iré! —sabe que ella quería mandarlo con su manada, sabía que ellos estaban seguros —¡No me alejaré de ti, pelearé a tu lado! —Eli solamente lo ve, hasta que lo agarra desprevenido y lo besó, era profundo e intenso quería demostrarle cuánto lo ama sin importar las peleas que han tenido, se separa poco a poco de él y le entrega una botella pequeña con un líquido naranja casi rojo.

—Bebe esto —estaba recuperando el aire a sus pulmones —si pelearas conmigo quiero que tengas las fuerza de un fénix —le dice. Sabe que cuando se marcaron podrían compartir poderes, pero al estar separados Mario no pudo desarrollar aquellos dones, por eso necesita el extracto de flor de fénix.

—Esto es lo que tus guerreros le daban a los míos. ¿Qué es?

—Esto es un preparado que se hace con la flor Fénix nacida de las lágrimas de un fénix, te dará las fuerzas de un Fénix por algunas horas. —se dan otro beso, Eli se aleja y él toma el brebaje, aunque le sabe un poco agridulce. Sabe que tendrán que hablar, que eso no se queda, tienen que tener más comunicación y Mario sabe que tienen que disculparse por mucho.

No muy lejos los dioses sienten la presencia de muchos lobos en su propiedad, el padre de ellos se dirige a dónde se siente la presencia. Los ayudantes de los dioses ayudaron a los mayores a acomodarse en el patio del castillo.

—¿Qué pasa aquí? —pregunta Ra confundido, pero sus dudas se esfuman cuando en los brazos de uno de los lobos ve a dos pequeñas bebés.

—Señor —Nick hace reverencia —ellas son las hijas de Eli —el Dios se sorprende por la noticia, no sabía que su nieta estaba embarazada.

Está sorprendido al ver a las pequeñas, las sostienen en sus brazos y se llena de felicidad, es verdad que tiene varios bisnietos, pero son las primeras de su hijo Fénix, el que tanto cuido y trato de darle la inmortalidad porque aunque nunca lo diga es el hijo del único amor de su vida aun sabiendo que ella no lo amaba de verdad.

Siempre supo que ella solo quería el poder que le daría después de unirse, pero eso ya pasó, aquella diosa no volverá, ama a sus demás hijos, eso no lo niega, no importa que no lleven su sangre, pero siempre la recordara y tendrá de ella a su hijo el Dios Fénix.

—¿Por qué están todos aquí?

—Eso te lo respondo yo —el Dios Fénix estaba agitado, aun así abrazó a su padre por saludo. —están abriendo un portal para liberar a los Desterrados —Ra no se esperó esa noticia, él no dejaría que nada saliera de esa prisión. Pasaron por mucho para poder encerrar a esos asesinos en aquel lugar, por nada del mundo los dejaría escapar.

Los guerreros Fénix estaban listos para pelear con lo que apareciera, no se esperan es ver cazadores llegar a al territorio, eso sí fue muy extraño para todos, los guerreros se pusieron en posición de pelea, no era la primera vez que se enfrentan a ellos por defender a alguna manada lo curioso es que estos no son los mismos con los que han luchado anteriormente.

—¿Quiénes son ustedes?, ¿Y qué hacen aquí? —pregunta Laia, un guerrero que se encarga de todos cuando Eli y Yassi no se encuentran. Al ser el tercero al mando y líder de los guerreros élite, su deber es siempre dar todo por los que lo necesiten, sin importar de qué especie sea.

—Nuestro druida encontró una fuente de magia oscura en este lugar, no dejaremos que sigan haciendo lo que sea que estén pensando hacer. —responde una mujer que al parecer es la líder, ya estaba en posición de pelea.

—En estos momentos no tenemos tiempo para pelear —les respondió Eli que recién llegaba al notar la llegada de los cazadores — Laia necesito que tú y otros guerreros se dirijan a las manadas aledañas y los pongas en buen recaudo, ya sabes que hacer si piden pelear a nuestro lado —el guerrero solo asiente convirtiéndose el Fénix junto a los demás y se dirige a las manadas.

—Nosotros no matamos seres sobrenaturales a menos que sean asesinos. —le responde a la misma mujer, Eli ya había llegado, se estaba preocupando de que sus guerreros no se movilizaran.

—Considerando que hacemos lo mismo porque no deja de apuntarnos a nosotros y verás el verdadero problema haya. —Eli señala dónde está la barrera y a los chicos tratando de derribarla, a ellos se les han unido los brujos de magia blanca intentando también lo mismo, pero sin éxito no saben cuál es la fuente de energía de la que se alimenta esa barrera.

La cazadora se da cuenta de que trata de pelear con los equivocados, a su lado se encontraba su druida que al darse cuenta de la barrera tiene la sospecha de cuál es su fuente de energía y cómo derribarla.

—Esa barrera se sostiene con la magia oscura enterrada por brujos ya muertos. —dice el druida haciendo que Eli ponga atención en él.

—Están diciendo que está absorbiendo la magia negra de la tierra — el druida asiente concentrado en el poder que desprenden aquellos guerreros. —¿Sabes cómo derribarla? —Pregunta esperanzada.

—Si, pero necesito ayuda de tu perro infernal. —De manera repentina la tierra comienza a temblar, abriéndose en el proceso un portal.

De ahí comenzaron a salir demonios junto a los Grigori liderados por Yekun y Semyazza, Eli no vio cuando su padre envió a sus amigos al infierno para ver refuerzos.

—¿Y Lucifer? —pregunta sabiendo que a él le gusta matar y no verlo ahí es muy raro.

—Tuvo que quedarse en el infierno, las almas están queriendo salir del infierno, también me enteré de que en el Inframundo está pasando lo mismo Cerbero, no puede contenerlo por mucho tiempo. —explica Yekun refiriéndose al mundo donde habitan los Dioses Griegos.

—Entonces me llevarás con tu hellhound. —pide el druida, Eli lo agarra de la mano para salir de manera precipitada; eso los tomó desprevenidos a todos.

Lo lleva a dónde se encuentra el heraldo que está también intentando derribar la barrera. —Perrito —llama la atención de este —el druida dice que con tu ayuda puede derribar la barrera. —al entender lo que le quiso decir la fénix el heraldo se pone a su lado.

Para el druida es muy complicado hablar con el heraldo porque este solo lo pueden entender seres sobrenaturales, aun así dio todo de él para ayudar a las humanas que se encontraban dentro de aquel portal.

Por otro lado, las chicas a cada minuto que pasaba iba perdiendo su aliento de vida, Am intenta arrastrarse dónde está su hermana.

—Na…y —susurra, las lágrimas salían sin cesar al ver a su hermana muriendo, no le importa, ella sabe que morirá, cree que la única razón por la que no han muerto todavía es por la marca de sus mates que trata de tenerlas con vida, su hermana no responde solamente se puede escuchar su débil respiración.

Los chicos sienten como sus mates están muriendo poco a poco y no pueden hacer nada para evitarlo, hasta que ven como un hombre y el hellhound se acercan a la barrera.

El druida comienza a dibujar runas de liberación y purificación en la barrera. —Es tu turno de quemarlas con las llamas del infierno.

El heraldo asiente y su cuerpo se enciende más en llamas dejando cegado por un momento al druida, poco a poco se va introduciendo a la barrera, pero todavía se le hace difícil entrar.

—Necesitas más llamas. —le aconseja el druida, Bastian al escuchar eso enciende su cuerpo, se posiciona al lado de heraldo pasando así más llamas a su cuerpo.

El hellhound teniendo más energía comienza abrir la barrera, primero es una pequeña abertura hasta que poco a poco se va haciendo más grande y se destruye por completo, pero ya era tarde el hechizo se había realizado y el portal estaba abierto.

Los chicos corrían en dirección de sus parejas, pero unos neófitos se le pusieron enfrente, Yack utilizando su poder como todavía príncipe de los vampiros, aunque solo por título trató de sacarlos del medio.

—¡Aparecen o morirán! —grita usando aquella voz tan fría que se le fue enseñada para mandar a los vampiros inferiores a él, según el rey.

Los neófitos agacharon sus cabezas dejando pasar a los chicos, llegando con sus amadas que nada más se les puede escuchar sus latidos lentos a punto de desaparecer.

—¡Llevémoslas con Eli! —grita Bastian.

Todos corrían en dirección a Eli, que no veía al brujo por ningún lado y los cazadores comenzaron a pelear con los neófitos.

Eli estaba peleando al lado de su mate que no se aleja de ella, protegiéndola de que no le hagan daño.

—¡ELI! —gritan desesperados los chicos, la chica fénix al verlos se les acerca y los hace llevar a las chicas a un lugar apartado de la pelea.

—Mi amor. —susurró Sophie a Bastian abriendo y cerrando sus ojos muy lentos casi como si le pesaran.

—Amor resiste Eli nos ayudará, ella las salvará a todas, por favor no te duermas. —Bastian apenas podía hablar, el nudo en su garganta no lo dejaba, Yack por su lado abraza a Nay que está desmayada.

La expresión de dolor del chico era notable. —¿Pero, qué te pasó? —pregunta Eli muy confundida.

—Sabes que los nefilim si muere su pareja de vida, ellos mueren sin haberlos marcado. —asiente confundida —Ella era mi pareja. —señala a Dinora.

—No, no, Carlos, no. —la fénix se estaba encariñando con el chico, lloraba por el chico, quería traer de vuelta al chico como fénix, pero como su pareja predestinada estaba muerta sufriría mucho, pensó como ayudarlo, tendría que apurarse, se estaba llenando de frustración hasta que se le viene una idea. —Sabes que puedo hacerte regresar, pero no he hecho esto sola, dime si quieres volver. —le dice con una mirada de súplica.

—¿Ella volverá conmigo? —pregunta señalando a Dinora.

—Así ella y su hermano también —Eli quería darles una nueva oportunidad. Sabe que nadie nace siendo malo, si ella tuvo otra oportunidad, los hermanos también la tendrían y Carlos más que nadie, él ha sido alguien que merece ser feliz con su pareja.

—Entonces sí. —dice en susurros, Eli no lo convirtió en fénix porque sus almas habían dejado sus cuerpos, ahora tendrán a Carlos que estará con ellos guiándolos al buen camino.

La chica fénix lleva a Carlos junto a Demian y Dinora, Nury está al lado de su pareja, llora desconsolada por su pareja.

—Se supone que tú no debes saberlo, pero ya lo oculté una vez, no le ocultaré esto a alguien más.

—¿De qué hablas? —pregunta la bruja.

—Ellos volverán, pero pasarán muchos años para que lo vuelvas a ver, tú al ser su pareja de vida estarás así de joven hasta que vuelva. —asiente desesperada.

Hace su hechizo y como pasó con Dalí, en el lugar donde estaban sus cuerpos quedaron puras flores. —Es hora de acabar con esto —dice Eli, decidida a terminar con toda esa pelea.

Era una batalla campal peleando con los Titanes que son casi indestructibles, pero para eso están los guerreros fénix que también son indestructibles.

Estelas brillantes caen del cielo una tras otra tomando a todos por sorpresa, en la primera de ella sale el Dios Ra, después de él los Dioses Black, Lilit, la Diosa Luna y el Dios Deilec detrás de ellos más estelas, de luz, más dioses salían de ahí.

Eli se dio cuenta de que está pelea no iba a hacer de ellos, era entre los Dioses y lo único que ella podía hacer era ayudar y defender a su Familia. De pronto a su lado está un Dios que reconocería, ya que siempre le gustó su historia de como derroco a Cronos, aunque él se convirtió en un maldito como su padre.

—Y está niña pelirroja de quién es.

—Soy Elizabeth, hija de Dios Fénix.

—Una semi diosa tenía años que no veía a una, me presento, soy Zeus, dios de los cielos. —se presenta junto a él, estaban sus hermanos e hijos. Su abuelo no dijo nada, solo estaba en posición de ataque.

—Siempre serio Ra, nosotros no nos encargaremos de los Titanes, ellos son nuestros. —le dice Zeus y se lanza a pelear con los Titanes que a diferencia de las leyendas no son tan terribles como sé escucha.

—Seth será mejor que regreses o no saldrás vivo esta vez. —el Dios Fénix estaba furioso.

—Ya habló el bastardo. —exclama el Dios —Tu papi te contó que tu mami está aquí. —el Dios Fénix se asombra con lo que le cuentan, él pensó que la Diosa de la Creación había muerto en manos de Seth.

—Mientes. —gritó el Dios incrédulo. Apretaba los dientes, quería lanzarse a matarlo, pero era de su sangre y eso evitaba que se tirara a él.

—Para que mentir mira por tus propios ojos. —señala al portal, de ahí sale una mujer hermosa con cabellos rojizos conocida como la Diosa de la creación. El Dios Fénix busca la mirada de su padre en busca de una explicación, pero no recibe nada por parte de él.

—Padre, sabes que si el abuelo la metió en ese lugar fue por algo. —lo calma su hija, no quería creer que su abuelo lo haya hecho para lastimarlos.

El Dios Fénix se lanza a pelear con Seth no permitiría que ponga en tela de duda a su padre, al igual que él los demás Dioses se lanzaron a pelear. Eli trató de pelear con los monstruos que salían del portal, pero sabe que esto solo parará cuando lo cierren.

Busca con la mirada al aquelarre de Nury cuando los encuentra peleando, los llama…

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