La venganza de un grande romance Capítulo 77

Seguía sonriendo cuando preguntó.

—¿Seguro que quieres que frene ahora?

No hacía falta decir que Fernando estaba en extremo preocupado al rugir.

—¡Apresúrate y frena! O si no, te dispararé…

Antes de que pudiera terminar su amenaza, Nataniel pisó el freno sin advertencia de ningún tipo.

Él y Penélope estaban a salvo, ya que tenían sus cinturones de seguridad, pero Fernando y sus dos amigos no se los habían puesto al subirse al auto.

A tal velocidad, cuando pisó el freno, la enorme inercia arrojó al trio hacia enfrente y entre los sonidos de los frenos el BMW giró algunas veces en la carretera.

El auto golpeó el muro de contención y se detuvo con un ruidoso «¡Pum!».

Todos en el auto rebotaron de un lado a otro y las bolsas de aire se inflaron en automático.

Gracias a los cinturones de seguridad, Nataniel y Penélope estaban relativamente ilesos.

No obstante, las cosas se veían muy mal para Fernando y sus amigos. Los cuales fueron noqueados al instante. El mismo Fernando había salido despedido del auto, destrozando en el proceso el parabrisas. Cuando el auto se detuvo por completo, él ya estaba dando sus últimos suspiros.

Mientras tanto, Nataniel, quien era extremadamente fuerte, en cuanto el auto se detuvo, se desabrochó su cinturón y con la velocidad de un rayo rompió el cuello de los otros dos hombres. Tras lo cual salió del auto y se dirigió hacia Fernando.

El hombre estaba determinado a vivir a base de pura fuerza de voluntad. Aún con un lado de su cuerpo empapado de sangre y destrozado, intentaba arrastrarse hacia el arma junto a él.

No obstante, antes de que pudiera siquiera moverse, Nataniel se encontraba ya de pie frente a él.

Al alzar su cabeza, vio que tenía un aura asesina emanando de él. Su fría expresión era suficiente para hacer que a uno se le pusieran los pelos de punta.

—Déjame preguntarte. ¿José Miranda te envió a matarme? —le preguntó Nataniel con una voz desprovista de compasión.

—¿Me dejarás ir si te lo digo? —gruñó Fernando con debilidad.

Él sacudió su cabeza y respondió.

—No, pero te daré lo que quieres.

Nataniel le marcó a César Díaz cuando todo se tranquilizó un poco. En poco tiempo, él envió a una docena de jeeps que llevaban hombres de vestimenta sencilla.

Nataniel le pidió que arreglara el desastre mientras que él tomó uno de los jeeps y condujo a Penélope a casa.

Capítulo 77 Te daré lo que quieras 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La venganza de un grande