Jacob.
Mi lobo me despertó del sueño profundo para indicarme que había un intruso en nuestro cuarto.
No di muestras de estar despierto, mantuve mi respiración superficial y lenta. Aún no percibía el olor del desconocido, pero ya estaba listo para atacar en cuanto se acercará medio pasó más.
Se detuvo por 5 segundos tensos antes de que diera otro paso. Sin pensar me abalancé sobre el extraño con mis garras afuera y mis colmillos buscando un cuello.
-! Ah! - gritó una voz femenina conocida.
Me detuve a centímetros del cuello de Brianna. Más molesto que arrepentido le mostré mis dientes.
- ¡¿Se puede saber qué m****a haces en mi cuarto?!
- Y-Yo... esto... yo...
*Patética loba. Deshazte de ella antes de que pierda la paciencia y la desayune.
Bello. Kell estaba al borde de la locura. Como yo.
- ¿Cómo diablos todas ustedes entran a mi cuarto sin invitación y piensan que no van a ser castigadas? Estoy harto de esta m****a. La próxima loba que entre a este cuarto será desterrada de la manada...
- ¡Pero mi padre es...!
-! Me importa un pimiento si tu padre es la reina del bosque! Te desterraré y si no le parece a tu papi, puede venir y retarme a muerte! ¡¿Nos entendemos?!
Brianna bajó su cabeza enojada en señal de sumisión.
- Si Alfa.
- Repíteme lo que te acabo de decir, algo me hace pensar que de alguna forma no lo has entendido.
- Seré desterrada si vuelvo a entrar a su cuarto, Alfa- dijo entre dientes apretados- a menos que me invite a entrar. Me retiro Alfa.
Brianna salió dando un portazo. Suspiré, al menos la interrupción me hizo despertar y ver la hora. Si hubiera seguido dormido, seguramente llegaría tarde a la entrevista con las nuevas lobas.
Con cero ganas de ir, me dirigí a la ducha y me bañé para quitarme el sueño que me quedaba. Dos minutos después ya me estaba secando el cuerpo y me debatía entre un traje azul y uno negro. Aunque daba igual, seguramente después de la entrevista tendría que cambiarlo para ir a darle el recorrido (Si es que pasaba la nueva loba) en la Wolf ´s school.
Me puse el negro, combinaba con mi humor.
*Alégrate, nos vemos atractivos por si una de ellas es nuestra mate. Ponte la camisa azul, resalta nuestros brazos.
*Gracioso, Kell. Hace nada estabas por desayunar loba. En el improbable caso de que encontremos a nuestra mate en alguna de esas lobas, que me vea atractivo o no, sería irrelevante. En caso de que no lo sean, solo tendremos a otra loba despertándonos en medio de la noche para meterse en nuestra cama.
*No habría problema, solo pon un cerrojo en nuestra m*****a puerta. Te lo he dicho desde la primera vez que pasó hace más de 7 años. Eres un humano muy idiota si después de todo ese tiempo sigues sin averiguar cómo entran y sigues sin poner las m*****as cadenas que te sugerí. Ni siquiera me has dejado dar un pequeño mordisco de advertencia.
Me dirigí a la puerta cansado de esta conversación; Kell tenía razón, he estado postergando mi investigación sobre el asunto en parte porque hace años me complacía compartir mi cama y en parte porque simplemente no era un gran problema a comparación de revisar fronteras, entrenar novatos, revisar impuestos, preparar las provisiones para el invierno... cosas de Alfa.
Fui a la sala de conferencias, pero aún no había nadie. Seguí mi camino a la puerta principal con toda la intención de encontrarlos a medio camino cuando lo sentí: Mía.
*Mía. ¡Si! ¡La encontramos! Chúpate esa humano inútil, me lo agradecerás después por usar la camisa azul. Ahora ve a reclamar a nuestra pareja y hagamos cachorritos antes de que envejezcamos. Nuestra niña se llamará Jules y nuestro heredero Tobías...
*Woa, despacio machote. ¿Cuánto tiempo llevas pensando en el nombre de nuestros hijos?... olvídalo, lobo loco. Hay cosas más importantes.
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