Con el poderoso estatus social de Elías en el mundo de los negocios, así como la gran influencia de su familia, Franco le dio la bienvenida con mucho entusiasmo.
—¡Joven Palomares! ¡No puedo creer que tenga tiempo para reunirse con nosotros, es un honor contar con su presencia! —A pesar de que su propia esposa le había salvado la vida a ese hombre, sabía que no podía permitirse ofenderlo.
—Señor Torres, está siendo demasiado amable conmigo, escuché que hoy es la celebración de aniversario de su empresa y por eso vine a acompañarlo, solo disculpe que me haya presentado sin invitación.
—¡Está pensando demasiado! Me alegra mucho que esté aquí, joven Palomares, de hecho, ¡estoy muy emocionado! —El hombre estaba feliz de verdad y sus compañeros estaban tan asombrados como él, puesto que nadie esperaba ver al legendario y misterioso jefe de la familia Palomares en la celebración de la empresa de Franco.
—Señor Torres, imagino que no sabe que el presidente Palomares es el jefe de su hija, la señorita Anastasia.
—¿Qué? ¿Anastasia trabaja en la empresa del presidente Palomares? —En un principio, Franco no sabía cómo entretener al joven de tan importante familia, entonces, cuando se enteró que su hija trabajaba para él, pensó que sería una gran idea que se hicieran compañía durante la noche.
Al tiempo, Anastasia seguía sentada charlando con Mario sobre los asuntos de la empresa de su padre, el hombre le estaba contando todo lo que sabía y la joven lo escuchaba con atención; de pronto, escuchó como su padre la llamaba.
—¡Anastasia, Anastasia! ¡Ven aquí!
Levantó la vista en dirección a su padre, pero sus ojos rápidamente se encontraron con otro par de ojos fríos e intensos que la miraban a la distancia; aunque había cierta lejanía entre ellos, la mirada del hombre parecía una cuchilla afilada que podría llegar a cortarla. Si posara su mirada en otra persona, esta terminaría muy asustada, sin embargo, cuando Anastasia lo vio ahí no solo sintió algo de miedo, sino también mucho coraje.
«¡¿No dijo que se haría cargo de Alejandro?! ¡¿Por qué está en el evento de mi padre?! ¡¿Qué hay de mi hijo?!».
Al final, se levantó del sofá y caminó en dirección a su padre.
—Anastasia, ven, tenemos un invitado de honor, por favor, quédate con él y ayúdame a mantenerlo entretenido, es el joven Palomares —dijo Franco al hacerle un gesto para que se acercara.
Una vez que la joven estuvo frente a su padre, trató de verse lo más relajada posible, debido a que no quería que su padre supiera sobre la relación que tenía con Elías.
—Hola, presidente Palomares, bienvenido al evento de la empresa de mi padre —dijo, al tiempo que le tendía la mano de forma más distante, pero educada. Elías también estiró la mano para tomar la de ella con una gran sonrisa en el rostro—. Papá, yo me haré cargo del presidente Palomares, tú puedes continuar con tus asuntos. Presidente, por aquí, por favor —dijo, al tiempo que le hacía un gesto a Elías para que la acompañara.
—¿Y qué identidad debí dar, entonces? ¿Debía decir que soy el novio de su hija mayor? —preguntó Elías con una sonrisa encantadora.
Anastasia casi brincaba de su silla mientras negaba frenéticamente.
—¡Deja de decir tonterías!
—No vine aquí como un simple invitado, me gustaría hablar con tu padre sobre un proyecto empresarial —respondió.
Anastasia quedó atónita al escucharlo, sin importar el proyecto que Elías tuviera en mente, sería de beneficio para su padre al menos durante algunos años, sin embargo, la verdadera intención de Elías era regresarle el acto de bondad de su madre y ella no deseaba que su padre se relacionara con él.
Justo en ese momento, Érica entró a la recepción del evento del brazo de su madre y comenzó a ver ansiosamente a su alrededor hasta que de pronto, sus ojos se encontraron con la figura atractiva y encantadora que ocupaba la primera mesa de la izquierda frente al escenario. Aunque solo le había visto la espalda, fue suficiente para que su corazón comenzará a latir a mil por hora. No obstante, también se dio cuenta de que a su lado había una figura familiar, en ese instante, los celos y la ira la invadieron.
«¿Esa es Anastasia?».
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿Mi hijo es tuyo?
Montar más capitulos, gracias...