MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 9

POV'S AS

Me sentía un poco desorientada, mí cabeza me dolía, aún seguía caminando por el bosque para llegar a la mansión, no pude avanzar mucho, ya que tuve que parar muchas veces por unos mareos, suspiro, pero cuando quise seguir mí camino escuche que decían mí nombre, pero esa voz me era muy familiar.

Pero era imposible que lo sea, mire a mí alrededor pero había nadie, seguí esa voz y entonces lo ví hay parado, se encontraba de espaldas, retrocedí con cierta asombro y él se dió al vuelta, es él pero es imposible.

Deamon pensé

—As—hablo él acercándose

Yo retrocedí más  y cerrando los ojos, negando que él este aquí ¡Es imposible! ¡Yo lo tuve entre en mis brazos cuando murió! ¡Yo lo vi morir! Cuando abro los ojos veo que no hay nada, solo fue mí imaginación, suspiro, aun recuerdo ese día, el día en que mate a Deamon.

Me di la vuelta y seguí caminando para llegar a la mansión pero de pronto sentí que alguien venía hacia mí ¡Maldita sea! Me subo a un árbol y me senté, estaba cansada, cerré los ojos y suspire, necesito seguir. Podía sentir una mirada sobre mí, me tense, abrí los ojos  y hay lo ví y me topé con una mirada tenía muchas emociones, me perdí en ese color avellana pero luego todo se volvió negro.

[•   •  •]

Hoy cumplía los años mi padre y junto con mí  madre le hicimos un pastel y lo decoramos con sus colores favoritos, también adornamos un poco la casa, ya que solamente íbamos ser nosotros cuatros, mí tío junto con su familia no podían venir.

—Hija ve por tu hermano, así le damos la sorpresa a tu padre—habla mí madre sacándome de mis pensamientos.

—Si madre, ahora voy—respondo sonriendo.

Voy hacia a las escaleras corriendo, aunque a mí madre no le guste, miro hacia ambos lados del pasillo, elegí el que va hacia la habitación de nuestros padres pero no está allí. Salgo de ahí y voy a la mía pero tampoco está, bufo, voy a la suyo pero solo veo sus juguetes tirados.

—¡Alex! ¿Alex donde estas?—exclamo cuando no lo encontré en mí habitación

—Aquí, As—responde él saliendo del baño

—Tenemos que baja, ya viene papá—digo sonriendo.

—¡Vamos!—exclamo emocionado, me agarra mano derecha y salimos corriendo hacia las escaleras.

Estábamos en el living esperando que llegué y justo escuchamos el auto de papa estacionarse en el garaje, rápidamente nuestra madre apago las luces y nos quedamos en silencio, oímos cuando nuestro padre a la casa y  encendimos las luces y gritamos

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS!—gritamos los tres unísono.

—Gracias mis amores—dijo él  sonriendo y en sus ojos podía ver una gran felicidad.

Le dio un beso a nuestra madre y luego se arrodillo ante mí hermano y a mí para abrazarnos....

Desperté exaltada por el sueño, suspiro, normalizó mí reparación y miró a mí alrededor, me percato que ya no estoy en bosque sino en una habitación. Me levanto y veo que estoy vestida con una camiseta de hombre, frunzo el ceño, ¿Donde está mí ropa?

Miro en toda la habitación en busca de mí ropa, la veo sobre una silla, camino hasta ella,  la tomo y me visto, mí cuerpo aún dolía pero no tengo tiempo para descansar. Salgo de la habitación y veo que no hay nadie en el pasillo, miro hacia ambos lados y tomo el de la derecha, camino hasta que encontre las escaleras, bajo y me doy cuenta que estaba en la mansión de la manada.

Busque a alguien pero no había nadie, estos es extraño, una punzada en mí abdomen se hace presente, obligándome a sentarme en un sofa que había en aquí en el living, mierda, trato de recordar como llegue aquí, ¿Sera que el Beta me encontro o algún miembro de la manada? Y de pronto me llegan ese los  color avellana a mí mente ¿Quien era él? ¿Sera que el me trajo?¡Ahg! Maldito dolor, suspiró, escucho que abren la puerto principal, me levanto y mira atenta.

Ante mis ojos aparece él, el hombre de ojos de color avellana, pero está vez sus ojos no mostraban emoción alguna, al contrario, sus ojos eran fríos.

—Has desper....

—¡AS, DESPERTASTE!—gritan las mellizas al verme e interrupiendo al hombre.

Rápidamente caminan hacia mí pero levanto la mano que frenen su paso, ella obedecen, miro a amabas serías.

—¿Estas bien?—pregunto Darla con cierta preocupación.

—¿Que haces levantada? Tendrías que descansar—recrimina Diana  molesta.

—Diana tiene razón As te...

Colocó mí dedo índice sobre mis labios y ellas hacen silenció, me cruzo de brazos esperando repuestas y ellas se dan cuenta. Después de algunos años "juntas" ella saben descifrar mis gestos o el el legua de señas, lo cual aprendieron para comunicarse conmigo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO)