PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 67

Oigo el coche de mi hija detenerse bruscamente y salgo de la casa preocupado, la veo con la cabeza en el volante, voy hacia ella corriendo, abro la puerta del piloto y ella me mira sorprendida, tiene lágrimas en sus mejillas.

-cariño, ¿Qué te pasa?- le pregunto, ella vuelve a poner la cabeza en el volante del coche.

En este momento no sé qué hacer, si volverle a preguntar o quedarme en silencio, a veces se me hace difícil entender a las mujeres.

-papá porque todo tiene que ser tan difícil- me dice.

-cuéntame que ha ocurrido- le digo, ella asiente y se baja del auto, juntos entramos a la casa.

Llevamos un rato hablando entre lágrimas de mi hija, sabía que Jhon no estaba actuando normal, espero que Rose averigüe algo para poder ayudar de alguna manera a mi hija, no creo que sea idea del chico hacerle daño a Gabi, estoy cien por cien seguro que es idea de su papa, ya lo hizo con nosotros así que no dudará en hacerlo con su hijo también.

-cariño, escúchame, todo se va a arreglar, deja de llorar, tus ojos están hinchados- le digo limpiando sus lágrimas, me duele verla así, mi niña.

-voy a ordenar que te traigan algo de comer, ¿vale?- ella asiente y salgo de su habitación.

Voy hacia el jardín y llamo a Rose, tres tonos pero no contesta, será que no oye su teléfono o a lo mejor está conduciendo, esperaré un poco más de tiempo, mientras voy a la cocina a ordenar algo para Gabriela.

*******

Voy camino a la casa, este tema me tiene mal a mi también, no quiero que mi sobrino pase por lo mismo que pasé yo por culpa de su padre, lo que no sé es porque le hace caso y hace daño a Gabriela, sé que admira a su padre pero tanto como para renunciar a su amor, eso es lo que tengo que averiguar pero si me contara la verdad en vez de mentirnos a su madre y a mí.

Llego a la casa y agarro las llaves y el móvil, veo que tengo una llamada perdida de Carlos, entro dentro de casa y lo busco, está en la cocina hablando con los empleados, al verme me abraza y me da un suave beso en la mejilla.

-amor he visto que me has llamado, lo siento estaba conduciendo- el niega con la cabeza quitándole importancia.

-no importa, vamos a hablar- me dice y salimos de la cocina, me lleva al jardín.

-¿qué ocurre?- le pregunto preocupada.

-¿descubriste algo?- me contesta con otra pregunta.

Le cuento lo poco que sé y el toca su barbilla, se queda pensando en mis palabras.

-estoy seguro que tu sobrino oculta algo- dice de repente.

-yo también lo creo pero no quiere ser sincero con nosotras, me deprime esta situación-

-creo que tu hermano está intentando separarlos como quiso hacer con nosotros- Carlos tiene razón.

-aunque me cueste admitirlo tienes razón pero no sé si está bien meternos en sus asuntos- le digo.

-pues si voy a meterme porque es mi hija la que está sufriendo y si él no quiere ver que su hijo también debe estar sufriendo es su problema pero no voy a quedarme de brazos cruzados- dice muy seguro de sí mismo.

Después de hablar con Carlos subo al cuarto de Gabriela, necesito verla, saber cómo está, me siento un poco culpable porque mi sobrino le esté haciendo esto.

-linda, ¿puedo pasar?- le digo a través de la puerta, ella susurra un adelante, entro y la veo mirando un plato de comida que tiene delante de ella, deben haberlo traído mientras Carlos y yo estábamos hablando.

-no quiero incomodarte, solo quería saber cómo estabas- digo, ella sigue mirando la comida.

-Gabriela… siento mucho que estés pasando por esto, quiero que sepas que estoy aquí para lo que necesites- ella asiente despacio.

Voy hacia ella y la abrazo, ella no se mueve pero al minuto oigo un sollozo, me agarra por la cintura y corresponde el abrazo, le acaricio el cabello y la espalda, no quería que llorase pero a veces es bueno desahogarse de esa manera.

Un rato después intento que Gabriela se coma el plato que tiene delante, me cuesta convencerla porque no tiene apetito pero la convenzo de que aunque no tenga apetito debe cuidar su alimentación, la entiendo perfectamente porque yo estaba igual, es doloroso verla así porque es como si me viera a mi misma hace un tiempo.

*******

Tocan la puerta de la habitación y la abro rápido.

-señora su marido acaba de llegar- me dice Lucio, le dije que me avisara en cuanto Damián llegara a la casa, agradezco que no se le haya olvidado.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras deprisa, lo veo entrando por la puerta, me detengo en medio de las escaleras y lo miro, el me mira y nuestras miradas conectan.

Tenía pensando decirle lo molesta que estaba por su actitud y que me contara la verdad sobre Jhon, tenía preparado un discurso que se acaba de esfumar al verlo, sigue siendo tan hermoso, sigo enamorada como el primer día de este hombre, esos ojos azules que te hielan con solo mirarte pero a mi hace que me derrita.

Aparto la mirada para concentrarme en lo que le diré, carraspeo un poco antes de hablar, veo como se mueve y va hacia el comedor, no quiero que me ignore está vez así que lo sigo.

-espera- le digo, se detiene al oírme pero no se da la vuelta.

-quiero que hablemos- le digo a su espalda.

-puedes mirarme a la cara cuando te hablo- lo oigo suspirar y girarse lentamente.

-¿piensas seguir así?- pregunto, sigue sin decir ninguna palabra.

-venía preparada para tener una conversación contigo pero veo que no hay manera- le digo cabreada, me giro para irme cuando noto que me agarra del brazo, me atrae hacia él y me mira por un segundo, luego baja su vista hacia mis labios y me besa.

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