PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 69

Está sonriendo, miro hacia donde su vista está fijada y mis ojos se abren de la sorpresa, Jhon está delante de nosotras.

Mi corazón empieza a bombear más rápido tanto que oigo los latidos en mi oído.

-Hola- dice nervioso.

-os dejo solos, seguro que tenéis mucho de que hablar- dice guiñándole un ojo a su sobrino.

No pienso hablar con él, me doy la vuelta y pongo un pie en el primer escalón, no consigo dar un paso más porque Jhon me tiene agarrada de la muñeca.

-no te vayas por favor… necesito hablar contigo- dice a mi espalda.

-no quiero...hablar- digo intentando soltar el agarre pero es más fuerte que yo.

-por favor, no me iré hasta que no lo hagas- me dice.

-suéltame- le grito, él tira de mí y casi caigo por su culpa pero me agarra por la cintura, me levanta y nuestros rostros están muy cerca, tanto que noto su aliento sobre mis labios.

-sé que no quieres verme y mucho menos hablar pero creo que tengo que darte una explicación- me dice, sus ojos intentan penetrar los míos.

-está bien- digo finalmente, él me suelta y me separo de él, por un momento pensé que me iba a besar pero es mejor así, ya no somos nada pero todavía tengo sentimientos por él.

-primero que nada soy un idiota que te ha hecho daño y no merezco que me perdones pero aún así voy a intentar disculparme- empieza diciendo, no sé a que viene eso ahora.

-Gabriela… sé que te dije cosas horribles y … me arrepiento de ello, no sabes cuánto, fui un egoísta y puse como excusa el ser líder pero eso no era un impedimento para estar contigo, lo siento… me deje llevar por las palabras de mi padre, ahora sé que lo importante es mi felicidad y… tú me das esa felicidad- trago saliva con dificultad, no me esperaba estas palabras, siento como algo dentro de mí se rompe, ha sido un idiota conmigo pero lo amo y es lo más bonito que me ha podido decir.

Mis palabras no salen, temo decir algo que lo estropee, siento un nudo en mí garganta que me presiona, una lágrima se escapa de mi ojo y llega hasta mis labios, él me mira paciente, esperando a que diga algo pero el nudo no me deja articular palabra alguna.

-no hace falta que digas nada… que me hayas escuchado es bastante para mí, no quiero incomodarte, ya te he molestado con venir aquí, lo siento por eso- dice mirándome, veo como se forma una pequeña sonrisa en su rostro, aprieto mis manos.

De repente se mueve dirigiéndose hacia la puerta de salida, no puedo dejar que se vaya, no así sin decirle nada.

-Jhon- digo bajito pero lo suficiente para que él me oiga y se detenga.

Lo miro y se gira lentamente, sus ojos brillan esperanzados, sé que se ha equivocado y se ha dado cuenta por eso está aquí pero mi corazón dice una cosa y mi cabeza otra, no sé a cuál escuchar.

-yo, no sé que decir, te agradezco que te hayas disculpado conmigo- le digo, él asiente con la cabeza, estoy tan confundida.

Por un lado siento ganas de ir hacia el para abrazarlo pero por otro lado pienso que lo mejor es dejarlo ir, no quiero correr el riesgo de que anteponga su relación con su padre de nuevo y vuelva a tener esas dudas sobre nuestra relación, yo quiero una relación estable y fuerte.

-te perdono Jhon pero pienso que las cosas pasan por algo y creo que esto pasó porque nuestra relación no es tan fuerte como pensaba y… no quiero eso, quiero que nuestra relación sea fuerte y no sé si puedo confiar en que no vuelva a pasar algo parecido en el futuro- su sonrisa desaparece, sé que no es la respuesta que esperaba, yo tampoco me esperaba decir eso.

-entiendo, sé que ahora es difícil que confíes en mí, te demostraré que no volveré a decepcionarte- me dice y sale por la puerta, me duele tanto que con solo respirar siento que me voy a romper, mis piernas tiemblan y caigo al suelo despacio, me hago un ovillo y lloro hasta que unos brazos me rodean, no levanto la cabeza en ningún momento.

Narra Carlos

He salido a correr un rato, necesitaba desconectar por un momento, tengo tanta tensión acumulada que creo que voy a estallar en cualquier momento, correr me ayuda a relajarme, me duele ver a mi hija en ese estado, sé que a veces el amor es difícil y no quiero que sufra, creo que será mejor regresar a casa.

Voy corriendo y llego antes de lo esperado, reduzco la velocidad y me detengo en la puerta, la abro y entro dentro, la imagen que me encuentro no me agrada en absoluto.

-¿Qué está pasando aquí?- pregunto a las dos personas que tengo en frente.

Ninguna de las dos habla, Rose solo me mira pero no dice nada y Gabriela ni siquiera ha levantado la cabeza, sigue en el suelo con su cabeza apoyada en sus rodillas.

Voy a acercarme a ella pero veo como se levanta y sube las escaleras, intento subir pero Rose me detiene.

-es mejor que la dejemos estar sola, ella tiene mucho en que pensar- me dice, suspiro, no sé que habrá pasado mientras no he estado en la casa.

-creo que he hecho mal en oír su conversación- le digo a Carlos después de contarle que me quede escuchando lo que pasaba entre Jhon y Gabriela.

-creo que si no lo hubieras hecho Gabi no nos lo hubiera dicho, se debe sentir tan mal- contesta el.

-aun así no debí escuchar, ahora me siento culpable- confieso.

-estoy confuso, no sé si mi hija ha hecho bien o no en dejarlo ir pero si ella necesita tiempo será mejor esperar- asiente con la cabeza.

******

Me siento como si me hubieran dado una gran paliza, no me esperaba para nada las palabras de Gabriela, pensaba que ella volvería conmigo, que volvería a sonreír de nuevo por ella pero no ha sido así, ha sido más doloroso que nunca.

Conduzco hasta mi casa metido en mis pensamientos, no sé que hacer ahora mismo, me dan ganas de salir corriendo y no detenerme nunca pero no puedo hacer eso, le dije a mi padre que no dejaría mis obligaciones de lado, él confía en mí y no puedo decepcionarle, no después de haber aceptado que pueda estar con Gabriela… aunque ya no sé si eso es posible.

-Hijo- oigo la voz de mi madre parada frente a mi coche, todavía no me he bajado, tengo mis manos en el volante apretándolo más de la cuenta.

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