PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 70

Una semana en la que no he tenido respuesta de Gabriela, no quiero molestarla mandándole un SMS pero ganas no me faltan, no sé si está pensando en lo que va a pasar con nuestra relación pero creo que aquella vez que hablamos no le dije cosas importantes que debía saber, no voy a ir a verla pero si le mandaré un mensaje.

“Hola, siento molestarte pero hay algo que quiero que sepas, te dije que te demostraría que podías confiar en mí, pues mi padre sabía de nuestra relación y aunque fue mi decisión dejarte quiero que sepas que me arrepiento muchísimo. Mi padre no es tan malo como mucha gente piensa, tanto así que prefiere mi felicidad ante todo, por eso ese día quería que supieras que él no está en contra de nuestra relación, puede que al principio sí pero todas las personas pueden razonar… siento si te molesto con esto”

Ahora me siento un poco mejor, puede que esto cambie algo o a lo mejor no, sé que cometí un error pero no soy perfecto, me tumbo de nuevo en la cama a la espera de que me llegue algún mensaje.

Narra Gabriela

-¿papá porque no me crees?- le pregunto irritada.

Le he contado a mi padre lo de ese chico que vimos en el cine, que me había tirado la gaseosa y que me había dado un calambre en la mano pero él solo piensa que lo hizo sin querer, que equivocado estaba.

-aunque haya sido queriendo ¿porque iba a hacerlo?, ni siquiera te conoce- bueno ahí tenía razón pero él parecía tan divertido con la situación.

-pero lo del calambre si lo hizo aposta, él mismo lo reconoció, díselo Rose- le dije mirando a la nombrada para que me diera la razón.

-solo fue una broma para que te relajaras un poco, se te veía a leguas que estabas disgustada-

-gracias por tu apoyo Rose- le dije con sarcasmo.

-bueno eso ya no importa, ya no volverás a encontrártelo ¿no? - asiento con la cabeza- pues deja de quejarte y olvídalo- suspiro y subo a mi habitación.

Entro por la puerta y me tumbo en la cama, aparto mi cabello de la cara y noto una vibración, es mi móvil, lo agarro de la mesita y veo que es un mensaje, abro los ojos sorprendida al ver que es de Jhon.

las lágrimas se agolpan en mis ojos, porque no me había dicho eso antes, yo pensé que su padre era mala persona por interponerse en nuestra relación pero en parte tiene razón, todas las personas pueden razonar, porque me siento tan mal de repente, me siento como si estuviera perdiendo el tiempo por no estar a su lado en este momento, porque no me lo dijo antes, me hubiera quitado tantos calentamientos de cabeza, así que al final aceptaba nuestra relación... dios me siento tan estúpida, debí confiar en él cuando me dijo que me lo demostraría.

No sé qué hacer en este momento, no sé si contestarle o ignorar el mensaje y mañana hablarle, no puedo hacer eso, tengo que decirle algo.

“Hola, gracias por mandarme ese mensaje, me has ayudado a aclarar mis ideas, siento mucho no haber confiado en ti… ¿podemos hablar mañana?”

Al minuto me llega otro mensaje.

“claro que podemos hablar, ¿te parece bien si mañana paso por ti a las diez?”

Me emociono al recibir el mensaje, al fin podremos hablar y aclarar nuestros sentimientos y algunos malentendidos.

“me parece perfecto, buenas noches”

“buenas noches ”

Ahora si suelto el móvil, me pongo el pijama e intento dormir, estoy tan nerviosa que el sueño no quiere venir a mí, no sé lo que va a pasar mañana entre nosotros porque él me ha hecho daño eso hay que reconocerlo pero claro todo el mundo se equivoca y creo que merece una segunda oportunidad.

Narra Jhon

No podía creer lo que estaba leyendo, ella me había respondido y encima parece que mi mensaje le ayudó a aclarar sus ideas, estoy esperanzado.

Miro la hora y son mas de las doce de la noche, creo que será mejor que me vaya a dormir aunque va a ser difícil, me gustaría decirle tantas cosas, demostrarle que la quiero y que siempre lo haré, el problemas es que no soy bueno con las palabras y por eso a veces la cago.

Me tumbo en la cama y me dejo atrapar por el sueño.

A la mañana siguiente…

Noto algo cálido en mi cara y abro un ojo, lo cierro después por la luz, la cortina la deje abierta y el sol da en mi cara, vuelvo a abrir los ojos despacio para que se acostumbre a la luz, cuando ya los tengo los dos abiertos agarro el móvil en mi mesita, son las nueve, tengo una hora para arreglarme.

Me levanto rápido de la cama y me doy una ducha, luego bajo a desayunar, lo hago lo más rápido que puedo, vuelvo a subir esta vez para vestirme y lavarme los dientes, me echo un poco de perfume y me coloco unas botas altas.

Vuelvo a mirar el reloj y son las diez menos cinco, suspiro y bajo las escaleras, todavía están durmiendo así que intento no hacer ruido, voy hacia la entrada y ahí aparcando esta él.

Vuelvo a suspirar e intentar tranquilizarme, estoy tan nerviosa que mis manos sudan, él me ve y me sonríe, amo esa sonrisa. Me acerco hasta donde está el y lo saludo, el me invita a pasar dentro del coche.

Me subo y nos ponemos en marcha, no sé a dónde iremos pero no me importa, solo quiero estar con él, después de pasarme media noche pensando en lo que le voy a decir al final se me ha olvidado todo con los nervios.

-¿cómo has estado?- me pregunta rompiendo el silencio.

-bueno… no sé cómo decirte- no quiero mentirle pero tampoco quiero decirle que me he pasado una semana encerrada en mi habitación.

No dice nada, creo que se está volviendo incómodo para ambos, debo romper el hielo pero cuando voy a hablar noto que nos detenemos, miro por la ventana y estamos en una plaza donde hay una fuente muy grande en el centro, vuelvo a mirar a Jhon pero ya no está a mi lado, noto que la puerta de mi lado se abre y lo comprendo, es todo un caballero.

-gracias- le digo saliendo del coche.

-¿te apetece tomar algo?- me pregunta.

No había estado en este sitio pero no está tan mal, hay bancos para sentarse, un bar y servicios públicos.

-claro- le sonrío.

Estamos sentados uno en frente del otro, él ha pedido un jugo de naranja, yo lo he imitado, creo que ahora es el momento de hablar.