¡Qué!
¡Un millón!
Evrie se quedó como si le hubieran dado un golpe en la cabeza, se quedó paralizada en su lugar.
Esa cantidad de dinero, sin duda, era una fortuna para ella.
¿Cómo podría juntar un millón en tan poco tiempo?
La cabeza de Evrie zumbaba.
El destino le había jugado una broma cruel.
—Señorita Evrie, su padre sigue en coma, y le queda un día para pensarlo. Por ahora, por favor proceda a pagar los gastos del tratamiento de emergencia, y mañana a esta hora espero su respuesta. —
El médico le había dado a Evrie tiempo para asimilar la noticia y que reflexionara.
Evrie, parada en el pasillo, se sentía como si le hubieran vaciado el alma.
Después de recuperarse un poco, sacó todo el dinero que había conseguido de Farel hasta ahora y pagó los gastos médicos. Luego, fue a mirar a su padre a través del cristal de la UCI.
Pablo estaba allí, con tubos por todo el cuerpo y una máscara de oxígeno en la cara, estaba inmóvil en la cama.
Justo como cuando tenía diez años y estaba en la UCI.
Los recuerdos inundaron su mente, era un miedo penetrante como una daga.
Evrie solo pudo mirar un momento antes de dar la espalda, era incapaz de soportarlo.
Tenía miedo.
Temía que la tragedia de cuando tenía diez años se repitiera, y estaba más aterrada de que Pablo quedara paralítico otra vez por su culpa.
Pablo no había podido montar en un coche durante años, y justo cuando había superado tanto sufrimiento y estaba a punto de levantarse, el destino le asestó un golpe devastador.
El tipo de golpe que podría aplastar a una persona por completo.
No, eso no podía pasar.
No podía sufrir la misma desgracia dos veces.
Evrie cerró los ojos, tomó una profunda respiración y salió del hospital.
Ahora, la única que podía ayudarla era Farel.
Un millón, para Farel no era nada, a lo sumo ella tendría que venderse por unos años más.
Por su padre, ella estaba dispuesta a hacer lo necesario para conseguir el dinero.
Evrie, de pie en la entrada del hospital, apretó los dientes y sacó su teléfono para llamar a Farel.
Un lujoso Maybach negro se detuvo frente a ella y la ventana trasera se bajó lentamente, revelando el rostro elegante y distinguido de Victoria.
Evrie la reconoció casi al instante.
Era la madre de Farel, a quien había visto el día anterior.
—Señorita Evrie, necesito hablar con usted. ¿Le importaría acompañarme a tomar un café? La esperaré en la cafetería que está más adelante. —
Evrie no había respondido cuando la ventana ya se estaba subiendo y el Maybach se alejaba despacio, claramente sin dejar espacio para que ella se negara.
Evrie, agarrando su celular, miró fijamente hacia el coche que se alejaba, respiró hondo y empezó a seguirlo.
…
En la cafetería.
Evrie, nerviosa, se sentó enfrente, con las manos sudorosas y un nudo en la garganta.
—He investigado sobre ti. Tienes 20 años, eres recién graduada, tu familia no está bien económicamente, tu padre ha estado postrado en cama por años y actualmente eres una pasante en una empresa de diseño arquitectónico, con un sueldo mensual de seis mil, y ni siquiera llegas a cien mil al año...—
Victoria hizo una pausa, tamborileando la tarjeta sobre la mesa. —Para ti, Srta. Evrie, un millón no es poca cosa. Es más que suficiente a cambio de dos meses a lado de Farel. —
Los dedos de Evrie se apretaron y sus pestañas temblaron ligeramente.
—Y en cuanto a lo que sientes por Farel...— Victoria se detuvo, y al levantar la mirada, sus ojos contenían una advertencia sutil. —Te aconsejo que dejes de lado esos sentimientos inapropiados. Farel está comprometido, tiene una prometida, y nuestra Familia Haro jamás aceptaría a una amante buscando ascender de estatus a través de nosotros. —
—Si sigues con la idea de estar con Farel, no me importará dejarte sin empleo, me aseguraré de que no puedas trabajar en ninguna empresa de Alnorter. —
El rostro de Evrie se tornó pálido en un instante.
La consideraba una amante buscando ascender de estatus.
Podría quedarse sin empleo.
Esas palabras eran como agujas clavadas en su corazón, apretando con precisión su vida misma.
Sí, ¿acaso su situación actual no era similar a la de una amante?
Farel era un hombre orgulloso, dominante y autoritario. Ella había luchado contra la etiqueta de amante muchas veces, pero nunca había sido rival para él.
Él había utilizado la deuda de un millón para aplastarla sin posibilidad de resistencia. Y cuando no podía más, simplemente la presionaba contra la cama y la sometía una y otra vez, hasta que Evrie, exhausta, se rendía a sus pies.
Ahora, la oportunidad estaba frente a ella.
Quizás si tomaba ese dinero y cortaba por lo sano con Farel, sería lo mejor para ambos.
Evrie miró fijamente la tarjeta, apretó sus dientes, y su voz resonó entre ellos.
—De acuerdo. — Le dijo ella.
—Acepto tu oferta, me alejaré de tu hijo. —
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...