Secreto. romance Capítulo 12

Abrí mis ojos poco a poco mientras mi cerebro reaccionaba a lo que estaba pasando.

—tardaste mucho en despertar —me levante de golpe al escuchar esa voz, pero caí torpemente al suelo pues sentía mis piernas muy débiles.

—ten cuidado, aún estas muy débil —dijo esa voz de manera amable.

examine el lugar donde me encontraba, era un cuarto vacío y no había mucha luz, el chico estaba cerca de la puerta, era el mismo chico misterioso que me atacó cuando estaba con Leroy... O no.

—¡¿donde esta Leroy?! —pregunte asustada.

—quizás este un poco herido pero supongo que vivirá —dijo el encogiendose de hombros.

Llevaba su capa puesta y no podía verlo con claridad.

—¿¡Leroy!? —pregunte asustada.

—¡Amelie! ¿Donde estas Amelie? —pregunto el angustiado.

—¿Estas bien? —eso me preocupaba mucho más.

—estoy bien Amelie, eso no importa ahora, ¡donde estas! —se escucha desesperado.

—no tengo idea, no puedo ver nada hay alguien aquí conmigo —dije asustada.

El chico se acercó a mí con paso cauteloso y convertí mis manos en puño mientras ignoraba lo que Leroy me decía, estaba asustada y aterrada de lo que el pudiera hacerme.

—tranquila, no te haré daño —dijo el chico quitándose la capa.

Era alto de piel clara, con cabello color rojizo y ojos color marrón, su rostro era angelical digno de ser elogiado por cualquiera.

—no te acerques —amenaze.

—dudo mucho que puedas hacer algo —se sento frente a mi y me escudriñaba con la mirada, estudiando cada detalle.

—¿que hago aquí? ¿Tu eres Alek? —pregunte asustada.

El chico sonrió levemente pero no era una risa siniestra ni juguetona más bien una sonrisa común y corriente.

—Alek quiere tener una charla contigo y esta era la única forma en la que podría tener lo que quería, Leroy no tardará en venir aquí —dijo el acercándose a mi lado.

Negué con la cabeza mientras tapaba mi rostro con mis manos mientras esperaba algún tipo de ataque.

—no te haré daño —susurro.

Abrí mis ojos temerosa y el chico acercó su mano a mi rostro y lo tocó delicadamente mientras entrecerraba sus ojos, lo miré fijamente y me quedé pasmada al ver tal acción, no parecía ser alguien malo como lo fue cuando me separo de Leroy.

—quiero irme de aquí, no me toques —dije quitando su mano de mi rostro y parandome torpemente.

—Esmee ayúdame —pedí.

—este es un lugar muy pequeño para pelear —respondió.

El chico solo se aparto de mi lado y negó con la cabeza.

—Alek está por venir, después de eso puedes irte —dijo el tomando nuevamente su lugar.

—¿que eres tu? ¿Porque me controlaste en la mansión? —pregunté con desdén.

—soy un brujo, y uno de mis talentos es poder controlar un cuerpo —el chico abrió la puerta y segundos después entró Alek.

Era robusto, de piel pálida con cabello rubio y ojos color miel, sentí como el aire me faltaba en mis pulmones al ver la mirada penetrante de Alek sobre mi, había algo en el que me resultaba familiar pero no sabía el que.

—Amelie, disculpa mis métodos para traerte acá pero tenia entendido que estabas con Leroy y el es un tanto sobreprotector —sonrió cortesmente pero yo solo pude convertir mis manos en puño y mirarlo con odio.

—escucha, yo no soy el malo aquí como todos te lo han hecho ver, tus padres murieron en una ardua tarea para mantener el orden en nuestro mundo pero eso no es suficiente, yo Alek Blanc quiero un nuevo régimen efectivo y ordenado —sus últimas me dejaron helada... Sin aliento.

¿¡Blanc!? No podía ser cierto

—tu... Tu eres —no podía preguntarlo.

—así es Amelie yo soy hermano de Julie Blanc, tu madre —dijo el mirándome fijamente.

Esto era demasiado para mi.

—te han ocultado la verdad porque tienen miedo de nosotros, tu y yo somos los últimos linajes Blanc, hace miles de años cuando nuestra raza nació existió una familia líder, con el poder de gobernar a todos los seres sobrenaturales, esa familia es la familia Blanc, de generación en generación hubo paz y orden entre nosotros pero nuestro linaje se diluyó y comenzaron los conflictos, yo quise arreglarlo pero no lo podía hacer solo, se necesita de dos personas con nuestro linaje para poder gobernar a nuestro mundo y por eso quiero que tu Amelie me ayudes con esto —dio un paso hacia mi pero yo retrocedí de manera instintiva.

—no soy malo como todos te lo han hecho ver Amelie, confía en mi yo solo quiero paz en nuestro mundo —sus palabras parecían sinceras pero estaba confundida.

¿Porque nadie más me lo dijo? ¿¡porque me siguen ocultando cosas!?

—Leroy no tarda en llegar, si quieres ayudarme tu sabrás como encontrarme —dijo el dandose la vuelta y saliendo de aquel lugar.

El chico me miró por última ves y después desapareció...

Sentía como un sentimiento se alojaba en mi interior, era rabia y dolor por saber que mi familia siguen ocultandome la verdad, ¡¿Porque?!

—¡Amelie! —sentía el aroma de Leroy pero no quería verlo no ahora.

Entro en la habitación y corrió hacia mi, pero yo solo esquive su mirada de angustia.

—¡Amelie! ¿Que? —pregunto confundido mientras estudiaba cada parte de mi para asegurarse de que estaba bien.

Una lagrima se resbaló por mi mejilla y Leroy sujeto mi rostro para que lo mirara fijamente.

—¡¿que pasa Amelie?! ¿Te han hecho algo? —pregunto el preocupado.

Negué con la cabeza y abrace a Leroy con todas mis fuerzas mientras sollozaba en su cuello, no sabía que hacer pero Leroy era la única persona con la que me sentía a salvo y feliz.

—no me dejes otra ves —pedí con voz rota.

—no lo haré, perdóname Amelie —dijo el en susurro mientras me cargaba en brazos y me sacaba de aquel lugar.

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