Secreto. romance Capítulo 17

Siento una ansia crecer en mi interior como si estuviera ala espera de algo o a alguien y eso me desconcierta, ¿será el vínculo es eso?

—hola —dijo Ivonne con una sonrisa mientras bajaba ala cocina.

—hola, ¿ya esta el desayuno? —moría de hambre.

—seguro, ven sientate, los chicos están afuera —me senté con una sonrisa nostalgica pues pensaba en Leroy.

Ivonne puso mi plato de comida frente a mi y ella se sento junto a mi.

—¿como te sientes? —preguntó.

—como es de esperarse, mi mate prefirió a su esposa —digo con amargura.

—los alfa son muy posesivos, Leroy vendrá por ti tarde o temprano —sus palabras no sabia si me hacían sentir mejor o peor.

No me sentía lista para ello, su mirada tan penetrante pero a la misma vez tan seductora, sus labios carnosos y suaves que tentarian a cualquier mujer a poseerlos, no podía verlo de frente pues se muy bien que me desplomaria en el momento.

—puedes olvídarlo o perdonarlo y seguir adelante —negué con la cabeza al escuchar sus palabras.

No era tan sencillo.

—¡sabes! Estoy cansada de esto, no e disfrutado ni un solo momento desde que descubrí lo que en realidad soy, ¡quiero una vida! Estudiar, salir con amigos, enamorarme de algún chico lindo que no me rompa el corazón, ¡quiero libertad! —grite histérica.

Toda mi vida ahora se había convertido en algo monótono y aburrido, todos los días el mismo tema y los mismos problemas.

—tienes razón, mereces una vida Amelie —Ivonne sonrió y salio disparada afuera de la casa y yo solo solte un suspiro y volví a comer mi desayuno.

Termine de comer y me dirigí al lavaplatos cuando Ivonne y Dax aparecieron en la cocina.

—Amelie, tienes toda la razón no mereces este estilo de vida —Ivonne me sonrió nostalgica y le dedico una mirada a Dax.

—nos iremos al norte de Canadá, prepara tus cosas nos iremos esta misma noche —Dax contenía su emoción.

Y yo abrí mis labios atónita sin saber que decir, ¿podría hacerlo? ¿Iniciar de cero? ¿Darle la espalda a mi verdadero yo?

—lo mereces Amelie, ¿porque no intentarlo? —dijo Esmee dandome animo.

Lo cual me sorprendió pues ella extraña mucho al lobo de Leroy.

—pero mi vínculo y Alek... —dije torpemente.

—seguiremos dándote la poción o dejaremos que se rompa... Por Alek no te preocupes, nosotros nos encargaremos —sonaba una buena idea pero a la ves tenia miedo.

No me podía dar el lujo de pensármelo bien pues decidiría estar aquí y me quedaría estancada.

—muy bien, ¡perfecto! —dije finalmente.

Ivonne dio pequeños saltos y me abrazo mientras Dax salía de mi visión para hacer quien sabe que.

—ya veras, será una nueva vida —susurro en mi oído.

Horas después.

La tarde había caído y yo prepare mis maletas con emoción y nerviosismo a la ves pues no sabía que me esperaba, solo esperaba que todo marchara bien. Me acerque a la ventana y a lo lejos podía ver como varios autos se dirigían hacia nosotros, su aroma aún no era muy perceptible pero podía sentir un leve aroma a lobos.

—tenemos que irnos ya —Jack entró a mi habitación y tomo mis maletas a toda prisa.

Tomé mi bolso y corrí tras el, ¿sería Alek?

—¡vamonos! —grito Dax en tono autorio y todos hicimos caso a sus palabras.

—mamá, ¿es Alek? —pregunté temerosa.

—tranquila, todo estará bien —me alentó ella con su sonrisa tierna.

Todos entramos al auto y solo dirigí una leve mirada a los autos que ahora estaban más y más cerca de nosotros.

—sujetense —advirtió Dax y arranco de manera frenética.

Los autos se estaban volviendo más y más pequeños, y yo suspire aliviada mientras nos alejabamos de aquel lugar.

—¡no! ¡Amelie por favor! No... —escuche esa voz otra ves en mi cabeza.

Pero ya no quería escuchar más esa voz que me lastimaba en lo más profundo, así que corte la conexión y limpie una pequeña lagrima que salieron de mis ojos y puse la mirada en alto, dispuesta a enfrentarlo todo

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