Secretos de Lobos. romance Capítulo 106

 

Narrador.

 La figura humana que había tomado la diosa luna para presentarse delante de sus creaciones se transparentó viéndose cómo una imagen borrosa. Estando de   espalda a ellos sonrió al percibir cómo el cuerpo de Charlotte había empezado a regenerarse gracias al residuo del gen regenerativo de su hijo, ya que el cachorrito Keremil al ser un alfa supremo protegió el cuerpo humano de su madre dejando en ella una minúscula parte de su poder.

A diferencia de lo que suponían sus criaturas, sus apreciados lobos; la humana no había muerto de un todo, puesto que la luz que le puso una vez en el pecho, cuando se le presentó a Charlotte en lo que creyó que era un sueño que borró de su memoria para que eligiera su destino. Esa luz divina no era una loba interna, claro que no; esa luz es una magia antigua que representa la capacidad de mantener a un espíritu anclado a un cuerpo terrenal.

 Ya que en caso de que la elección que hubiera escogido como humana fuera la correcta tendría la facilidad de vivir sin tener que renacer. Le puso una prueba de vida y ella había dado un primer paso digno de admirar, y ahora faltaba su decisión final.

La diosa giró un poco el rostro mirando al pequeño alfa aun colocado en el centro de la piedra ancestral y sonrió.

#Hermoso cachorro pronto mamá volverá a tu lado# el bebé mostró su primera sonrisa a la diosa.

—Ella eligió dar su vida por su hijo y, no obstante, no se lamentó en ningún momento, se entregó a ustedes. Qué piensan hijos míos, ¿son los humanos débiles e inferiores a ustedes? —, aunque le debía una respuesta a Kasul decidió contestar con alusiones.

Todos querían responder, pero Karim que se mantenía de rodillas con la cabeza agachada, sin levantar la mirada empezó a decir—. Charlotte trató de mostrarme cada una de mis fallas y a pesar de ser un ente con tantos años de vida, me di cuenta de que de nada sirve vivir para siempre si no aprendes a cómo ser un humano. Suponerme fuerte y poderoso me hizo egoísta, y necio. Al creerme lo mejor vi la vida de cualquier criatura como inferior a la mía, consideraba sus existencias como algo para llenar un vacío. Qué equivocado estaba, pues, cada vida es preciosa y no se define por poder o la magia que posean. 

Hizo silencio por un momento y siguió diciendo: — me centré en mí, en lo injusto que fue la vida conmigo, en lo que no tuve y en lo que tenía derecho, pero si me das la oportunidad seré un defensor del pueblo humano también. 

» Le debemos mucho a una humana que todos la vimos como una herramienta, pero ella con su amor nos demostró que en el poder no está lo grandioso que podemos hacer, sino que está en las obras que hacemos con él. Me arrepiento de haber utilizado y denigrado al pueblo humano—, en el pecho de la diosa un destello de luz reflejó la felicidad de su corazón.

—Has entendido hijo mío, mi pueblo es servidor y sus poderes son para la defensa de la vida y no solo para un grupo, pero yo no puedo hacer nada más—. Karim que esperanzado había subido el rostro volvió a bajarlo sintiendo el sabor amargo de la derrota, había vengado a su familia y el dolor que por años quería sacar de su pecho, se había liberado para instalarse uno nuevo y mucho más intenso.

—Me duele tu dolor y tu carga es muy pesada, no puedo decidir por alguien que no forma parte de mi creación, pero por ti si, si me entregas tus poderes vivirás una vida corta, para que no sufras una eternidad—.  Ella que le había puesto una prueba a Charlotte también ponía a prueba a su querido lobo, ya que sabía que unos de sus deseos más intensos era poder morir; muy al contrario del deseo de Charlotte que siempre fue vivir.

Alguien que sabía que su tiempo era limitado se aferraba con tantas ganas a la vida y el que la tenía segura para siempre añoraba la muerte más que a nada en el mundo, -qué contrariedad, pero estos seres como el yin y el yang debían encontrarse para que cada uno aprendiera de las fallas, sabiduría y amor del otro.

«Lo que con tanto fervor he pedido ahora se me entrega sin haberlo solicitado» pensó con tristeza absoluta.

En un momento de contrariedad estaba a punto de aceptar dicha proposición para descansar al fin de tanto sufrimiento, y no tener todas esas responsabilidades que no dejan nada para él.

Sin embargo, miró a Keremil y recordó cuando Charlotte le dijo que no era un pusilánime.

«Si dejo esta responsabilidad de la que quiero rehuir en los hombros de mis hijos estaré nuevamente siendo egoísta, dejaré sufrir para cargar esa pena a él, no quería un hijo para que viva mi dolor sino para que llene mi alma de consuelo» una lágrima se deslizó por la comisura de su ojo derecho, y suponer que Keremil crecería sin conocer el amor de su madre para también sumarle  la angustia y el desconsuelo de saber que él también lo dejará en unos años no muy lejano era demasiado injusto para hijo.

«Si mi Charlotte que adoraba tanto su vida no lo pensó para sacrificarse por Keremil yo igual no voy a dejar que su entrega haya sido por nada» reflexionó en silencio y observó a todos que se encontraban con una pena absoluta en sus miradas.

«Te honraré esposa mía, me debo a tu recuerdo y a mi especie» eso último lo pensó con un gran deseo de que ella lo pudiera escuchar.

     

—Una humana entregó su vida finita por nosotros, yo en su honor haré lo mismo. Acepto la voluntad de Charlotte y honraré para siempre su memoria, igual seré defensor del pueblo humano—. Se levantó poniéndose de pie con la fortaleza del líder que es, mostrándose firme en su decisión dejando a Mohamed y a Adub asombrados que conocían bien su más añorado deseo por no haber escogido lo que por miles de años ha pedido. 

Cargó a Keremil y decidió ir por la pequeña Kheira, para susurrarle que todo estará bien y que él será todo para ella hasta que Kasul entienda que la culpa no repara el error cometido, sino los actos nuevos alivian los malos cometidos y mientras su gemelo aprende él será más que un tío para esa cachorrita.

Avanzó diez pasos viendo que todos quedaron en su lugar, incluida la misma madre luna. De modo que se giró para manifestar a la diosa: —Madre perdón por mi arrogancia y por haber llevado una vida que no honraba mi misión.

Aunque completamente triste, prometió no solo con palabras cumplir con su nuevo propósito de vivir a plenitud sirviendo firmemente a todos los seres existentes y sin quejarse, pero sobre todo sin pensar en lo que ha perdido. 

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