Secretos de Lobos. romance Capítulo 104

                            Narrador.

Para Mohamed era la peor batalla vivida, pues ahora sabe que tiene pareja, sabe que está allí y sabe que podía perderla, no se atreve ni a pensar en ello. Ya con Karim asustado es suficiente, pero cada movimiento lo hace pendiente de la dirección de su mujer, quiere enfrentar a todos los demonios que la ven, más lo que lo atacan a él y son muchísimos, ya que es el beta de la manada.

Los demonios se mueven a una velocidad pasmosa, algunos lanzan bolas de fuegos y a ellos como lobos les toca esquivarlas y no pueden tomar distancia de ellos.

Y es algo que aprovechan los demonios y cada vez se vuelven más una masa central de lobos atacada por todos los flancos.

Abdu recibió una bola de fuego en el lomo y el dolor lo sintió Nazia como propio, pero Abdu no se rinde y con el lomo ensangrentado, sanando, pero a ritmo lento por los maleficios de la energía oscura lucha y arroja un par de demonios más por las grietas en la tierra.

El olor de su sangre está en el aire y el cómo delta es un blanco importante, así que más demonios se concentran en acabar con él porque lo saben herido.

Nazia no podía resistirlo más. Corrió fuera y vio a muchos demonios atacando a su pareja y la rabia hirvió en su sangre, no se sentía lista para trabajar con el primer poder que se manifestó en ella, le parecía peligroso, jugar con los rayos, pues si no sabía canalizar la electricidad suponía que al hacerlo iba a herir a alguien.

Esta vez no lo pensó, Nazia elevó las manos y esas nubes de tormenta que avecinaban maldad tronaron e iluminaron con cientos de rayos del cielo,  y entendió que no tenía que temer, ella podía canalizar la fuerza de esa electricidad natural en lo que ella quisiera, más se sorprendió cuando lanzó cientos de rayos del cielo a los demonios y Abdu saltó recibiendo uno de lleno.

Nazia casi deja caer las manos, pero entonces recordó que en su rito de iniciación la electricidad de los rayos habían fortalecido a Abdu y lo hicieron de nuevo.

El lobo tomó esa energía y todo su cuerpo sanó, sus ojos brillaron azul tormenta y la electricidad fluyó por su cuerpo.

Ahora era todo un guerrero y como su trabajo asignado por la diosa lo indicaba el preparado para la batalla, Nazia sintió su alegría, pues ahora verían esos demonios lo que era meterse con un lobo emparejado con una hechicera.

—¡Nazia vuelve acá! —la llamó Karim desesperado.

En cambio, dentro del palacio Efraín y la doctora enfrentaban la lucha más grande de sus vidas al ver como el pulso de Charlotte se iba deteriorando cada vez sus latidos eran más débiles, y Karim lo podía escuchar, de modo que en su desesperación le dio un golpe a la pared más cercana sin saber qué más hacer que estar allí de pie mirando cómo la mujer que amo de verdad sin necesidad de un vínculo creado por la diosa estaba dando su último aliento de vida frente a sus ojos.

—Hermano ve a defender a tu pueblo, no puedes dejar morir a personas inocentes por enfocarte en tu dolor—. Pidió Jazmine que escuchaba los gritos y aullidos fuera y aunque  no podía ir, puesto que alejarse de su cuñada no era una opción, ya que junto a los antiguos funcionaban sus magias y le daban la posibilidad de seguir despierta, hasta que pujara al bebé.

—Karim- lobo i-idiota no te conozco como un cobarde, si no vas a defender a la manada te arrancaré los pelos en cuanto me levante de aquí– le amenazó Charlotte en medio de su lucha por pujar aun estando con los órganos desgarrados, pero tan grande era su fe que ella sentía la certeza de que se pararía de allí.

Karim se aproximó a ella y Samantha se hizo a un lado dando espacio cuando él se agachó a la orilla de la cama y estando como alfa supremo le agarró la pequeña y débil mano a su esposa con sus garras— si, soy cobarde tengo miedo a que en cuanto deje esta habitación te vayas sin despedirte, — dijo con voz gutural; una mezcla entre su voz normal y ese ronco animal, al mismo tiempo que de sus ojos color dorado salían lágrimas parecidas al oro derretido.

—No- no me iré, te dije que correré en tu lomo— ella estaba mucho más débil, pero sonrió y él con su boca casi convertida en un hocico le dio un beso.

—¿Es una promesa, esposa?— le insistió aun sabiendo que posible ella no aguante a esperarlo, pero no le daría una última mala percepción de él antes de morir, en cambio, ella asintió feliz como madre que siente que sus hijos serán rescatados porque, aunque nadie lo creyera eso era lo que Charlotte sentía por la manada, había creado una conexión única con cada lobo de ese lugar y suponía que ese amor que desarrolló por ello fue lo que hizo que la quisieran tanto.

—Es una promesa esposo—, ya estaba agonizando y aunque no podía casi pronunciar palabra hizo un enorme esfuerzo.

Karim salió, Rocco en cuanto lo vio tembló, quería salir como siempre corriendo y cuando Karim conoció sus intenciones, colocó ambas manos en la tierra devolviendo a ella la magia para que no se hundiera, pero a la vez creando la barrera contenedora, que selló todo el lugar como un domo, evitando que algo pudiera salir, o entrar. Vio afuera como Ardat el rey vampiro había llegado ayudar a los lobos, y aunque no pudo entrar empezó a terminar con los demonios que quedaron al otro lado de la barrera.

—¡Maldito rey lobo!— gritó Rocco voceando a viva voz cuando vio que no podía salir. En el momento que quiso usar su poder oscuro para salir la niebla negra que salía de su mano se evaporaba como copo de humo en el aire, y Karim reía burlón.

—Ya se acabó Rocco. ¡Tu suerte sirvió hasta hoy! Me cansé de dejarte huir, siempre corres como gallina, y contra tu cobardía era que no podía, pero cometiste el peor de los errores porque en parte quité la magia de mi tierra a propósito.

—¡No te tengo miedo ridículo, lobo sentimental!— ya le tocaba defenderse con palabra porque por más que intentó conectar con el inframundo para que el aura demoníaca atravesara aquella tierra era como si su poder fuera aplacado por el que  posee ese lugar.

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