Secretos de Lobos. romance Capítulo 109

                                  Contado por Karim.

Mi corazón dejó de estar astillado desde aquel momento en que vi su rostro, la sola existencia de Charlotte lo reparó de inmediato y mi negativa a no querer darle paso en mi vida se trataba de ese temor.

 A que vi el poder tan fabuloso que un ser tan distinto y que suponía inferior era capaz de hacerme olvidar mi pena, ¡pero qué tonto fui!, guardando secretos que no me hacían bien, necesitaba esta libertad y la necesitaba a ella para que recogiera cada astilla y la pusiera en su lugar volviendo a armar de ese modo mi astillado corazón y ni siquiera fui capaz de darme cuenta cómo o cuándo sucedió solo sé que me siento liberado, ese peso de la pérdida o la amargura de vivir extrañando a lo que no están, ni volverían por más que los llorase, pasó a ser un recuerdo triste, pero que ya no pesa en mi conciencia.

Ese lobo que antes iba a la cima de la montaña a llorar su desdicha, hoy con emoción celebra su felicidad. En eso me convertí, gracias a mi humana; una luna especial como la nombró mi pueblo. Estaría más feliz si Kasul decidiera avanzar, sin embargo, no forzaré nada porque cada cosa que sucede pasa por algo y a su debido tiempo.

Eso me lo enseñó Charlotte, como también el hecho de que no hay nada más placentero y liberador que el perdón propio. Cada día que pasa es una nueva enseñanza distinta y dentro de todo me voy dando cuenta que mi existencia no era insípida, tenía toda una especie que confiaba en mí y esperaba lo mejor de su líder, solo que hasta hace dos años de los tantos miles que he vivido aprendí a ser un rey para los lobos y un protector para los humanos. Ahora me encuentro una vez más como el gran empresario Karim    Rashid y postulante a próximo gobernador de los humanos.

Alguien me aconsejo qué si quiero proteger a los humanos y mejorar su estilo de vida debo de pensar como uno “CHARLOTTE” siempre ella, mi linda esposa.

Mientras me deleitó apreciando el arrebol del amanecer que se cuela por la ventana, unas manos finas me abrazan desde atrás y respiró profundo para llenar mis pulmones de su delicioso aroma.

— ¿Ya se ha dormido Chantal? — indagó y ella chasqueó la lengua antes de responder: 

—Eso es imposible, Jasmine ha andado la casa diez veces con ella entre los brazos, ¡no sé cómo tiene tanta energía esa cachorra! — No pude evitar reírme por lo sulfurada que la escucho explicar sobre toda la energía que tiene nuestra pequeña que es tremenda, y no duerme a ninguna hora.

—Te ríes lobo, ya verás que en tu próximo celo te ataré con cadenas, no tendré un bebé más hasta que no pasen unos años— no puedo parar de carcajearme, aunque sé que le enfada que me burle.

 Me giré para verla y sin alejar mis ojos de los suyos despiste un tierno beso sobre su mano antes de asegurarle — aunque me amarren con miles de cadenas, buscaría la manera de soltarme para ir a ti ¡Muero sin ti a mi lado!

—No me parece romántico— me reclama golpeando mi pecho al mismo tiempo que creaba un mohín de disgusto y cuando estaba a punto de besarla el bruto de Mohamed ingresó sin tocar la puerta y más atrás entró Adub.

—No te atrevas a besarla, mandaste a mi mujer lejos de mí a entrenar a esa alfa Samantha y todavía no regresa así que hasta que mi loba no vuelva a mí no podrás besar a nuestra luna—me reclama irritado.

—Vamos Mohamed, sabes que Rocío es mi gama favorita— pensaba que mi elogio lo animaría, pero me respondió con un gruñido que me dejaba ver lo enfadado que se encontraba.

—Ya ha pasado tanto tiempo que supongo que esa loba debe saber hasta artes marciales. — Está alterado y eso lo causa el estar alejado de su compañera.

—Estuviste en Filadelfia hace una semana— le insisto suponiendo que exagera como es su naturaleza.

—¿Y te parece poco?, ¿por qué no enviamos a Charlotte? — Esa proposición no me simpatizó.

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