Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 108

Yo me acomode en la habitación más grande con Alicia, Stefany y el bebé, todavía recuerdo que cuando estuve aquí estaba contra mi voluntad, no sabía lo que pasaría con nosotras, el piloto se acomodó en otra habitación, al parecer no podrá viajar en algunos días.

—Señorita Lucy ¿Que es este lugar? — pregunto Stefany.

—Este es el lugar donde comenzó mi martirio, aquí fue donde estuve con mi primer cliente.

—Lo siento no debí de preguntar.

Las tres salimos a la cocina, el piloto estaba encerrado en su habitación, como lo hizo la última vez.

— ¿Es que ese piensa pasar encerrado todo estos días? — dijo Alicia.

—Así es el — dije

—Si pasaremos aquí varios días y cuidado semanas, yo propongo que debemos de aprovechar al único hombre — añadió Alicia

— ¿Que pretendes hacer? — dijo Stefany.

—Si ustedes quieren hacer un cuarteto.

—Conmigo no cuenten, yo aún no puedo tener relaciones

— ¿Que me dices tú Stefany?

—Yo me animo, no soy santa para aguantarme tanto.

Ambas empezaron a idear un plan y me sorprendió la imaginación que tuvieron, antes de ponerlo en marcha se quitaron la ropa interior y luego se dejaron un shorts bastante chingó y una blusa que medio tapaba, en eso pegaron un grito, a pesar que yo sabía del plan me sorprendieron , empezaron a hacer bastante ruido, en eso sale el piloto.

—Un ratón, he visto un ratón.

Las dos salieron corriendo hacia el y lo abrazaron.

—Calmas chicas debió haber sido su imaginación, aqui no puede sobrevivir un ratón.

—Estoy segura que lo he visto — dijo Alicia.

El empezó a buscar y no encontró indicio de nada.

—No hay nada estén más tranquila.

— ¿Porque mejor no te quedas aquí con nosotras? Te trataremos muy bien y así nos protege nuevamente si vemos al ratón.

Las dos empezaron a acariciar el cuerpo del piloto, el se estaba poniendo nervioso, miraba hacia los pechos de ambas, pero a su vez no quería ver.

—Lo siento chicas, no puedo involucrarme con mujeres del jefe.

—Pero es que nosotras no somos de tu jefe, nosotras le trabajamos a la señorita Lucy, así que no estás fallando ¿Además quién se dará cuenta?

El se quedó pensando un momento, las chicas aprovecharon ese momento y lo trajeron al sofá.

Le empezaron a quitar su ropa, al igual que ellas, el les agarraba los pechos a ambas, cuando le bajaron el pantalón y salió disparado ese pene, era algo delgado, pero largo.

—Antes que ustedes comiencen la diversión real, yo necesito hacer algo.

Me acerque y le empecé a dar una mamada, las chicas se besaron y le pasaban sus pechos por todo su cuerpo, termine de darle una mamada.

—Esa me la debías desde la primera vez que te vi.

Ahora sí las chicas chupaban ese pene como si fuera el último, mientras una se metía todo el falo, la otra le chupaba los huevos, podía ver en su rostro que lo estaba disfrutando, fue tanto el placer que le dieron y recibieron su recompensa, varios chorros de semen en sus caras, intercambiaron de lugar, querían más acción que una simple corrida, ya cuando la tenía parada nuevamente la primera fue Alicia, como ella tuvo la idea tenía ese derecho, solo se montó sobre el y comenzó a cabalgar, Stefany se sentó en su rostro y le puso su coño directamente en su boca, el lamía sin parar, los gemidos eran inevitable.

—Yo mejor me iré antes que me den ganas y me quedé así — dije.

—Nada de eso, si usted se va, yo me voy.

—Claro a diferencia mía, tu quedarás vacío y yo con ganas.

El hizo el esfuerzo de levantarse, pero las dos chicas le tenían atrapada.

—Quédese por favor señorita Lucy, luego compensaremos esto — dijo Alicia.

—Si, mire que nos costó convencerlo, si se va no se quedará quieto — Añadió Stefany.

Me volví a acomodar, mientras ella intercambiaron, Stefany se sentó pero dando la espalda y Alicia prácticamente se acostó sobre el, dejando su coño al alcance de su boca, pero ella a la vez podía ver con todos los detalles como entraba esa polla en Stefany, en ocasiones le ponía un dedo en el culo de Stefany, ella pegaba más grito.

—Papi métela en mi culo también.

Me quedé sorprendida al escuchar eso, Alicia ayudo a sacarla y la posicionó, ella empezó a descender suavemente hasta que ya la tenía toda adentro.

—Que grande te siento Papi, me partes pero se siente bien.

El se movía con mayor fuerza, en eso y sin previo aviso se corrió en el culo de Stefany, el se miraba algo agotado.

—Chicas será suficiente por hoy, miren que el día ha Sido de mucha acción y el debe de descansar, no se cuánto tiempo estaremos aquí así que déjenlo por hoy.

Ellas un poco triste se sentaron en los sillones aledaños.

—Me han dejado seco ustedes.

—No, si no las detengo son capaces de sacarte más, pero debes estar agotado, vamos a preparar algo de comer, te avisaremos cuando este listo o te quedas aquí con nosotras.

—Me iré a dar un baño.

El se levantó, agarro sus cosas y se fué.

—Yo me quedé con las ganas — dijo Alicia.

—Al igual que yo — añadió Stefany.

—Ese es mi castigo por haberme obligado a quedarme mientras ustedes disfrutaban, uno nunca come haciendo sufrir a otro.

—Lo lamentamos señorita Lucy, pero de no quedarse se perdía toda la diversión, talvez en la próxima sería más fácil — dijo Stefany.

—Yo pienso andar con mis faldas y sin calzon, así cuando el quiera que me la meta y ya.

—Yo igualmente andaré mis medias sin calzon.

—Que par de zorras son ustedes dos.

—Pues hemos aprendido de usted — dijo Alicia.

Yo me levanté y me fui al cuarto, estás dos harán que me dé algo por desear tener sexo y no poder, aquí la única diversión que teníamos era tener sexo o ver tele, teléfono solo el convencional y el celular del piloto

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