—Señorita Lucy mire esto —Entro Alicia algo nerviosa.
Ella encendió la Tele, la acusaban a ella y a Stefany de cómplices de secuestro, ambas desaparecieron de manera muy extraña, pero en las cuentas de ambas encontraron una gran suma de dinero, el cual no tenían forma de obtener.
—Esto es absurdo, se supone que tú cuenta la vaciaron — dijo Lucy.
—Lo se, pero recuerde que después descuidé esa cuenta, no había forma de percatarme de algún movimiento inusual.
—Stefany ¿Cuánto dinero tienes o tenías en la cuenta?
—Antes que me viniera para acá había retirado $1,200, si no estoy equivocada debería de quedarme $4,700.
—No creo que le llamen gran suma de dinero a eso.
—Ahora somos buscadas por la policía, según escuché están agotando todos los medios para encontrarnos.
En eso alguien golpea la puerta.
—Entre — dije.
—Disculpe señorita Lucy le están llamando.
Me da el teléfono, era una video llamada.
—Hola amor ¿Ya has visto la noticia?
—Si, ahorita Alicia me enseñó.
—Bueno, solo quiero decirte que no te preocupes por eso, pero tendré que llevarlas al desierto, solo serán unos días, necesito hacer algo y probablemente esto se alborote un poco.
— ¿Cuando viajaremos?
—Mañana temprano, el piloto ya lo conoces, quiero que confíes en el.
—Esta bien.
Finalizó la llamada y el guardia se retira.
—Ya han escuchado, mañana iremos al desierto, allá no tendremos las comodidades que teníamos aquí, pero creo que es mejor eso a estar muertas.
Tal como nos habían dicho llegó el piloto.
—Buenos días señorita Lucy, por motivos de seguridad tendremos que despegar desde otro punto, cuando se suban a la camioneta verán unas bolsas, se las pondrán en la cabeza, haremos que ésto parezca un secuestro.
Bajamos a la camioneta, subimos nuestra ropa y mi maleta especial, al subir el se puso una máscara.
—Por precaución necesito que se pongan los chalecos.
—Tan peligroso será.
—Esperemos que no.
El auto salió de la casa, parecía que nada pasaba, nosotras no veíamos nada, en eso escuchamos una sirena de policía.
—Bueno chicas aquí viene la diversión.
El auto aceleró más, hacia maniobras algo bruscas.
—Recuerda que llevas a un bebé.
—No lo he olvidado.
En eso se escuchó por la radio "En posición", el auto hizo otras maniobras y de un momento a otro escuchamos un impacto.
— ¿Que fue eso?
—Nuestra distracción, nos permitirá ganar algo de tiempo, pero el Señor Juan tiene bastante recursos.
—Aguila, los persiguen un vehículo particular.
En eso empezamos a escuchar impacto de balas en el vehículo.
— ¿No me irán a disparar?
—Esperemos que no.
Así lo hice, me quite la bolsa y saque la cabeza, moví las manos pidiendo ayuda, el helicóptero parecía que se alejaba.
—Están notificando por la radio que han encontrado a Lucy, sospechan que el bebé va en la camioneta así que está reduciendo el uso de la fuerza — dijeron por la radio de nosotros.
— ¿Ha funcionado? — pregunté.
—Aun no podemos cantar victoria, estamos llegando a los límites de la ciudad y hay bloqueo en todas las salidas, necesito pasar éso, luego un trayecto más largo.
—Oye amigo, necesitas un poco de ayuda en el cielo — dijo alguien por la radio.
—Has tardado.
—Necesitaba llenar el combustible, como no me depositaron a tiempo eso atrasó.
El auto ya no se dirigía hacia los límites, estábamos regresando, podía ver cómo se acercaba el helicóptero policial al nuevo helicóptero, pero en eso un cohete lo derrumbó.
— ¿Quien ha Sido el que cayó? — pregunté.
—Es el de la policía, no apuntaron bien y le dieron al suyo.
En eso entramos a un parqueo, el empezó a ascender, hacia una excelente maniobra porque todo el ascenso fue en curva y el no se veía sofocado, al llegar a la parte más alta el helicóptero ya se encontraba ahí, nosotras nos bajamos, las demás chicas se quitaron la bolsa de la cara
—Hola hermano, espero que esté te sirva.
—Si vuela me sirve, ayúdame con las maletas.
Nosotras empezamos a subir al helicóptero, ellos subieron toda la maleta, antes de despegar le puso algo al vehículo y se fué a estrellar con el edificio del frente, el se alejó y empezamos a ascender.
—En el aire estaremos más tranquilos.
Sentíamos que todo había acabado, llegamos a la casa del desierto y el tapó el helicóptero, lo encadenó y luego empezamos a descender.
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