Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 12

- Esa leche no te pertenece, antes de sacarla tendré que desvirgarla a ella y luego voy contigo.

La puso de perrito y comenzó a empujar, tardo un poco, pero luego fue metiendo al suave hasta que ya la tuvo toda, lo que me sorprendió fue ver que la flaca era la que tenia el ritmo y comenzaba a menearse al suave.

- Parece que tu eres puta de naturaleza, no te quejaste al momento que te desvirgue.

- Lo que quiero es ese tuco de carne dentro de mi, quiero sentirme llena papi.

- Si esto es lo que quiere, pene te daré sin piedad.

El sujeto empezó a darle unas embestidas fuerte, ver esa escena y que me comieran el coño me estaba llevando al cielo, pero hay que ser agradecida, me levante tome a mi compañera, la acosté y fui directo a lo que quería, comerla y hacerla disfrutar, comencé con pequeños círculos alrededor de todo su sexo, de vez en cuando pasaba la lengua cerca de su entrada,, ella estaba empezando a humedecer, me levante rápido, abrí la gaveta que nos había dicho el sujeto y saque un consolador de unos 20 cm.

- Veo que me quieres partir en dos.

-Lo único que quiero es agradecerte por todo lo que me has hecho sentir.

Comencé a meterlo lentamente para no lastimarla, cuando ya llevaba la mitad active la vibración y comencé un mete y saca lento, cada vez le metía mas, ella empezó a gritar como loca sin contenerse, pero al perecer fue una cadena ya que la flaca empezó a gemir al igual que el sujeto, ambas llegaron al orgasmo al mismo tiempo, parece que el hombre lo sintio por que saco su pene lleno de fluidos vaginales y sangre, tomo una toallita que tenia en una mesita de noche y se limpio la evidencia que había desvirgado a otra chica, yo continué penetrando a mi compañera sin detenerme, hasta que logre sacarle un segundo orgasmo, hubiera continuado pero algo me detuvo, al parecer yo seria la siguiente en su lista de mujeres.

El hombre se acuesta y me hace señas que sere yo la que estará arriba, realmente no quería hacerlo pero la flaca vino me colocó encima de él, le chupo el pene y luego lo apunto hacia mi entrada, cuando ya estaba listo ella vino me besó y empezó a acariciar todo mi cuerpo, se me acerca al oído y me dice al oído

—Dejate llevar, yo no he sufrido tanto, sino sabes lo que te harán cuando regreses.

Me hizo recordar mi realidad, dónde me dije a mi misma qué buscaría una forma de sobrevivir a todo esto sin resultar golpeada, comencé a mover despacio para adaptarme a su tamaño, el estaba entretenido con mis pechos, a muchos hombres lea vuelve loco, ya me movió más rápido sobre él, su pene entraba hasta lo más profundo de mi, comencé a sentir algo diferente y de alguna manera necesitaba sentirme llena, me incliné un poco hacia él quien no desaprovechó la oportunidad de chuparme los pechos, me está volviendo loca.

—Si papi, quiere comerme los pechos, aquí los tiene, pero no deje de meterla.

Al parecer esas palabras lo ánimo más por qué se acomodó mejor y empezó con embestidas más fuerte.

—Hay papi que rico se siente eso, dame más.

El hombre continúo de esa manera, hasta que me logro sacar un orgasmo que me hizo retorcer, cuando veo a las chicas estaban con un dildo doble penetrandose mutuamente, los gritos de ellas no paraba.

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