Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 122

Los días posteriores buscamos una constructora, queríamos construir el restaurante lo más pronto posible, después de ver tantas opciones nos gustó un diseño, tendría un costo dev$55 mil dólares sin incluir la decoración interna.

— ¿Cuánto dinero piensa seguir invirtiendo? — me preguntó Alicia.

—El que sea necesario, espero que algún día podamos poder tener un ingreso más estable con este restaurante, no quiero que mi hija vea que solo paso en casa.

—Hoy tengo una cita con un chico, me ha insistido tanto, al final tuve que aceptar.

—Ya les he dicho, no se sientan presionada por un chico, pero bueno, espero que te vaya bien.

Stefany tampoco estaba, ella se está encargando de hacer las diligencias de inscripción de la asociación, al final no solo yo seré la propietaria y ellas tienen que hacer de su parte, últimamente me he sentido desanimada para tener sexo, no se porque, yo no era así, prendó la tele en búsqueda de más noticias de Ourville, pero no había nada, empiezo a buscar en mi teléfono, solamente aparece en la página del noticiero la desaparición, aparentemente están haciendo una auditoría interna a la estación policial.

Mis pensamientos no estaban tranquilos, necesitaba despejar mi mente, hice una pequeña maleta y fui rumbo a un hotel, quería estar en una piscina, aprovechando que a la niña le gusta jugar con el agua, pero al parecer fue mala idea porque el hotel tenía en mantenimiento la piscina, no vale la pena alquilar una habitación.

— ¿Hasta cuándo estará lista la piscina? — pregunté en recepción.

—Por el momento se estima que toda la semana, lo que puedo hacer es ofrecerle una habitación especial que cuenta con una pequeña piscina privada, comúnmente alquilan está habitación para fiestas privadas — me dijo el de recepción

— ¿Cuál es el costo?

— $1,500 dólares la noche, pero si paga en efectivo podría quedarle en $1,200 y se le brinda almuerzo y cena

Terminé aceptando la oferta, lo que quería es sentir el agua rodeandome, para sentirme más relajada, apagué mi teléfono, no quería ningún tipo de interrupción más que solo disfrutar ese día con mi bebé.

—Te gusta el agua mi niña, hoy será un día de solo tu y yo, nada nos podrá arruinar este dia.

Ella estuvo chapaloteando, la vi con sueño así que me salí, le di de comer y luego se quedó dormida, a pesar que no quería, terminé encendiendo el teléfono, tenía llamadas perdidas de Alicia y de un número extranjero, le marqué a Alicia.

— ¿Que sucede?

—Señorita Lucy, pensé que le había sucedido algo, el señor estuvo llamando, al final le tuve que dar su número, parece que le urge hablar con usted.

Entonces ese es el número extranjero que tenía.

—Ok, si llama de nuevo dile que estaré esperando su llamada.

Cortando la llamada, me llama de nuevo ese número.

—Diga.

—Alicia, pensé que estabas en peligro.

— ¿Por qué lo dices?

—Según mis fuentes, Juan de ha dado cuenta que estás en Uruguay, tendrás que irte lo más pronto posible.

—Pero cómo ha sucedido eso.

—No lo sé, el tiene personas en muchos lados ¿Dónde estás ahorita?

—En un hotel, vine a disfrutar con mi hija.

—Entonces ve a casa, prepara las maletas básicas y yo mandaré a alguien, les ganaré un poco de tiempo.

—Ya no quiero esto, no quiero seguir corriendo.

—Te prometo que no será por mucho, esto pronto estallará más fuerte y ahí prácticamente Juan se tendrá que olvidar de tí.

Ya me sentía triste, era una prófuga, mi único delito es resistirme, llamé a Alicia.

—Alicia, quiero que hagan maletas, hoy tenemos que viajar.

—Para dónde.

—No lo sé, pero Juan sabe que estamos en Uruguay, por eso necesitaban hablar conmigo, avísale a Stefany, tendremos que posponer la construcción del restaurante, por suerte aún no había desembolsado más dinero.

— ¿Que le diremos a la constructora?

—Que tuvimos un percance y por tal motivo tendremos que posponer la construcción.

— De acuerdo.

Agarre mis cosas y baje hasta la recepción.

—Estaba disfrutando el día, pero lastimosamente tengo que irme.

—Es una lastima, esperamos tenerla pronto por acá.

Tomé un taxi y cuando esté arrancó ví que Juan estaba llegando al hotel, por poco me atrapa, llamé a Alicia.

—Alicia, voy en un taxi ¿Cómo están ustedes?

—Stefany viene de camino, yo estoy alistando lo más básico.

—Solo agarra unas cuantas prendas, he visto a Juan dónde estaba, nos iremos en este mismo taxi.

—Tendré las maletas abajo.

—Cuidado dejas las otras, esa por nada se pueden quedar.

Corte la llamada y le marqué a Stefany.

— ¿Por dónde estás?

—Voy de camino, estoy en 3 minutos ¿Que sucede?

—Vi a Juan en donde yo estaba, me avisaron para advertirme, pero tenía el celular apagado.

—Apenas llegué se suben al taxi

Cortó la llamada, el taxista me miraba extraño.

—Es mi ex marido, el me maltrataba, me estaba escondiendo de él, pero al parecer me ha encontrado.

—Le entiendo, se mira que le tiene bastante miedo, solo dígame donde la llevo.

—No lo sé realmente, solamente necesito salir de aquí.

Le marqué a mi Salvador.

—Amor, he visto a Juan, justo cuando el taxi arrancó, el se ha bajado de un vehículo y entro al hotel.

— ¿Donde estás ahorita?

—Voy a la casa por las chicas, estoy en taxi.

—Dile al taxista que te lleve al Aeropuerto Internacional Laguna de los patos, te estarán esperando.

—De acuerdo.

Llegamos a la casa, las chicas estaban esperando, al subirme todos estaban esperando las instrucciones.

—Lleveme al aeropuerto internacional Laguna de los patos.

—Eso está algo lejos.

Saque $300.

—Espero que esto valga el viajé.

—Sin dudarlo — dijo el taxista.

Espero algún día poder volver a este sitio, me estaba, el taxista solo hizo parada en una gasolinera, aprovechó y nos compró algo de tomar, nosotras no nos bajamos del vehículo, entre menos personas nos vieran sería mejor.

No sé cuántas horas nos tomó llegar, tal como nos habían dicho nos estaban esperando, el piloto ya lo conocía, se acercó al taxista.

— Tu no has visto a las muchachas, si te muestran alguna fotos di que la llevaste a ella a un centro comercial y luego tú no supiste más de ella — le dió un sobre.

— ¿Estarán seguras con el?

—Si, vete tranquilo.

Subimos al avión y luego el despegó

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos - La historia de una acompañante