Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 132

Llegamos a nuestra casa, pensé ya no volveríamos, pero aquí estamos, si este tiene que ser el proceso para regresar a una vida normal, ni modo, pero no quiero sentirme perseguida.

—Muy bien ¿Cuáles son sus planes? Ya están de nuevo en su casa ¿Ahora que harán? — pregunto Kimberly.

—Volver intentar reconstruir el restaurante que queríamos administrar — dijo Alicia.

—Muy bien, cuando dicen "Reconstruir" ¿A qué se refieren? — nuevamente pregunto Kimberly.

—La señorita Lucy, había comprado un restaurante, pero justo el día que realizaría el pago, este incendio, ahora queda reconstruir todo de nuevo — añadió Stefany.

—Justamente el día que firmaríamos con la constructora, nos llevaron a Brasil, pero si lo que quieren es que llamemos la atención, entonces hay que reconstruir el restaurante y inaugurar con los medios — dije.

—Si, me gusta la idea, coordinen con la constructora, imagino ya tenían el capital para eso — dijo Kimberly.

—Si, ha andado con nosotros todo esté tiempo.

Ya era de noche, le asigné una habitación a Kimberly, los demás escoltas estaban escondidos, la idea es que nadie pensará sobre mi repentino aumento de seguridad, ya estaba descansando, mi niña estaba conmigo, la pasé a su cuna, cuando en eso escuchó ruido en la habitación de Alicia, porque será no me extraña que estás dos sean así, deje activo el monitor de bebé y fui a ver lo que sucedía, en eso encuentro a Kimberly sobre Alicia.

—Vaya, ustedes si que no pierden el tiempo — dije.

Las dos se sorprendieron al escuchar mis palabras, pero aún así no se despegaban.

—Si usted gusta puede unirse — dijo Kimberly.

En eso ella saca el pene de juguete, tenía el mismo cinturón que yo use.

—Gracias, pero me gusta más sentir uno de carne — respondí.

—Creo que eso a cualquiera, al menos que una de ustedes tres sea lesbiana.

—No, aquí todas somos libres, disfrutamos de ambos sexo.

—Perfecto.

En eso ella viene y se acerca, se quita el cinturón y me empieza a quitar la ropa.

—No usaré juguete si así lo desea, pero déjeme sentir este cuerpo.

Yo no me opuse, deje que ella continuará, cuando ya me tenía desnuda me acostó en la cama de Alicia, me abrió la pierna y fue directo a mi coño, la chica sabe usar esa lengua, Alicia se puso sobre mi y empezó a besarme pero si nalgas estaban casi de cerca a la cara de Kimberly, lo que ella esperaba era recibir lengua.

—Me agrada que estés conmigo en todo momento, desde que te conocí supe que no podía soltarte fácilmente — le dije a Alicia.

—Cuando la Vi y me ofreció trabajar con usted cómo guía turístico, no imaginé esto realmente, pero no me arrepiento de haber dejado todo.

Nos seguimos besando, en eso escuchamos sonar un teléfono, era el de Kimberly, ella se levantó y contestó, cuando dejó de hablar, nos dijo.

—Tenemos compañía, hay un vehículo parqueado en la parte de afuera, mis hombres no sabe que sucede.

—Si gusta puedo ir a ver, si usted sale, se verá muy sospechoso.

—Esta bien, daré aviso para que estén atentos a algún movimiento inusual.

Me puse mi bata, cuando salí era un taxi, al acercarme me doy cuenta que fue el taxistas que me quito las ganas el otro día.

— ¿Que haces aquí?

—Solo quería ver si no requiere de mis servicios.

—No, lo nuestro solo fue de una noche, no es que serías mi amante.

—He venido cada noche para ver si salía, hoy por fin ví que se animó.

—Eso se llama acosó, mejor vete de aquí sino quieres problemas.

Yo estaba regresando a la casa, cuando en eso siento que alguien me gira y me empieza a besar, cuando ya pude reaccionar lo primero que hice fue levantar mi rodilla y darle un buen golpe en sus testículos.

—Te he dicho que te largas, acaso no sabes lo que significa esas palabras.

En eso salen las tres chicas.

—Esta bien, ya me voy, olvidaré el tema.

—Eso es ser buen chico.

En eso Kimberly se acercó a dónde estaba el, igual que todas, solo andaba una bata.

—Dime ¿Te sientes bien?

La bata se abrió un poco y a como ella estaba no dejaba nada a la imaginación.

—Solo me duele un poco el golpe — dijo el hombre sin dejar de ver el cuerpo de ella.

En eso sí que se lo esperara, puso su rodilla en el cuello del hombre.

—Lo que te hizo ella es nada, con lo que yo soy capaz de hacer, podemos ser sensuales y disfrutar de los placeres, pero eso no significa que dejemos de ser peligrosa, aquí nadie esta sóla ¿Me has entendido?

El hombre ya estaba cambiando de color, pero asintió cona cabeza, en ese momento Kimberly se levantó y acomodo la bata, el tipo salió corriendo hasta su vehículo y si. pensarlo se fue.

—Casi lo matado — dijo Alicia.

—No, de hecho hubiera sobrevivido un poco más, pero tenía que darle una lección, algunos hombres disfrutan la violencia, pero eso ya no lo hará volver, además tenemos la información del taxi y pronto le llegará otra advertencia.

—El cree que por haberme acostado una noche con él, ya soy su querida, ese día necesitaba con urgencia carne, hasta le pagué por sus servicios, pero no soy de las que repite fácilmente, al menos que sea bueno — dije

—Así son todos los hombres, así que chicas les pido no se acuesten con nadie de seguridad — dijo Kimberly.

—Ya he hablado yo con ellas, sobre eso, ya están sobre advertidas — dije

—Muy bien, queremos mantener la paz en esta casa y la mejor manera es evitando ese tipo de situaciones, conmigo es diferente, yo soy la jefa de todos ellos, ahora vayamos adentro está muy helado aquí.

Al entrar ya todos regresamos a nuestra habitación, pero antes de cerrar mi puerta se acerca Kimberly.

—Lo nuestro aún no ha terminado, por hoy lo dejaré así.

Sin tanto preámbulo se fue, yo sin tardar mucho me quedé dormida.

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