Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 138

Llegamos a cierto punto en la camioneta, yo no conocía muy bien los lugares, nos estaba esperando otra camioneta, ella sacó las armas y el resto lo dejo.

—Vámonos — dijo ella.

El vehículo no se detuvo hasta por una hora y llegamos a nuestro destino, era una casa lujosa.

— ¿Estaremos seguro en esta casa? — pregunté.

—Que sea lujosa no significa que sea muy insegura, además aquí la policía no viene,.

—Pero recuerda que la corporación no es policía.

En eso sale Stefany con la niña, apenas la veo corro tras ella.

—Mi niña preciosa, ya mami está contigo — le dije a la bebé y le abrazaba — ¿Están bien tu y Alicia?

—No nos pasó nada, nos persiguieron, pero creo que vieron nosotros teníamos a la bebé y por eso no dispararon — dijo Stefany

—Y por eso me dispararon a mi.

—Chicas yo sé que los reencuentro son muy lindos, pero debemos de entrar.

Alicia estaba en la puerta, apenas me vio se tiró a abrazarme.

—Pensé le pasaría algo malo, no quería perderla.

—Tranquila Alicia, no me ha pasado nada malo, aquí estoy sin ninguna herida, Kimberly ha sabido cuidar de mi.

—Señorita Lucy, necesito que vea esto, este es un vídeo desde un punto de vigilancia nuestro,.

Pude ver cómo una camioneta se estacionó, luego las chicas subieron en ell, al rato llegaron 2 más, pero estás eran distintas, entraron a la casa bien armados y se frustraron al no encontrar a nadie, momento después llegó Juan, empezó a dar instrucciones y luego llegaron 3 camionetas más.

—Tantos hombres necesitan para atraparme — dije.

—Lo que pasa es que te le saliste de las manos y con todo lo que está sucediendo te consideran una amenaza — explicó Kimberly.

—Pues al final si lo soy, tengo información importante de ellos, lo raro es que no he visto en los noticieros las fotos de James — dije

—Es que al final no aparecieron, el ya recibió su recompensa, pero al final han decidido no publicar esas fotos, de hecho la entrevista han tratado de eliminarla, pero se ha compartido tanto que ya no pueden — explicó Kimberly.

— ¿Ahora que pasará con nosotras? — pregunto Alicia.

—Ustedes están seguras aquí, esta casa es de mi jefe y siempre se mantiene con alta seguridad, así que no es nada inusual — explicó Kimberly.

— ¿Por qué el piloto no aviso con tiempo que venía Juan? — pregunto Stefany

—No podía, al parecer estaban dudando de él, así que no pudo hacerlo, también está corriendo riesgo sino hace bien las cosas.

En eso suena el teléfono de Kimberly.

—Diga — dijo ella, escuchó lo que le decía la otra persona — es para ti — me decía ella.

—Hola — contesté.

—Hola preciosa ¿Te gusta mi casa?

—Si, es muy bonita, muy grande ¿para que quiere algo así, si nunca estás?

—Son caprichos de nuestra clase, pero bueno, no quería tenerlas encerrada de nuevo, por eso las lleve a estar casa, aquí nada puede entrar.

—Asesinos no es la adecuada, no andamos ahí matando a cualquiera, solo objetivo específicos y no, la mayoría solo son escoltas, talvez un 30 porciento ha disparado un arma contra alguien y un 10 porciento a matado a sangre fría, pero estoy segura que si te doy nombre los vas a buscar y te los coges — le dijo Kimberly a Stefany.

—Tan mala fama tengo, yo no soy así como ustedes me escriben — dijo ella.

—Es cierto no los va a buscar uno por uno, si es posible se los coge a todo de un sólo.

Stefany se levantó un tanto molesta.

—Chicas yo sé que Stefany quiere cambiar, pero si siempre le están señalando, ella se sentirá mal — dije.

—Lo siento, ya no volveré a decir esas cosas delante de ella — dijo Alicia.

—Yo hasta no ver, no creer, la que es zorra, lo es para siempre.

Yo me levanté y fui hacia donde estaba Stefany.

— ¿Estás bien? — pregunté

— ¿Por qué siempre me tratan como la más zorra?

—El detalle que tus acciones no dicen otra cosa, mira lo que hiciste con tu hermano, al menos yo no hubiera hecho eso, creo que muchas de nosotras no lo haría, pero al final tú eres muy diferente a todas nosotras, yo lo único que te he pedido es que controles tus impulsos con respecto al personal que tengamos a cargo, por lo demás no me importa, pero hay cosas que tendrás que aprender a guardarlas para ti.

Ella solo me abrazo.

—Usted es una persona muy linda, no entiendo porque le tienen que pasar todas estas cosas.

—Yo también quisiera entenderlo, ahora bajemos a comer y no te preocupes ya he hablado con las muchachas, Alicia prometió no decir nuevamente esos comentarios.

Las dos bajamos, la comida ya estaba servida.

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