Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 162

3 meses han pasado desde nuestro cambio de imagen, hoy hemos decidido tomar nuevos rumbos, tenemos las nuevas identidades, las identidades son venezolanas, al final eso no importa, lo importante son los rumbos que tomaremos, con respecto al dinero se decidió repartir en partes iguales al final habían $18.5 Millones de dólares, entonces cada una se quedará con $4.5 Millones aproximadamente.

—Bueno chicas, está es una despedida, hoy es el último día que todas estamos juntas, el día de mañana cada ustedes dos tomarán rumbo distinto, tienen suficiente dinero para poder vivir cómodamente, lo mejor es poner a trabajar ese dinero — dije.

—Al menos yo me compraré un casa digna, no quiero lujos y ahí viviré con mi bebé cómodamente, le daré la vida que se merece, lo alejaré del mundo en que yo crecí, también buscaré la forma de ayudar a aquellas chicas que por alguna razón han tenido que recurrir a la prostitución, quiero ser un pilar para otras — dijo Alison.

—Yo viajaré por el mundo, quiero conocer, Italia, España, Inglaterra y otras ciudades, quien sabe, talvez conozca al amor de mi vida en todo eso — dijo Stefany.

—Nosotras aún no hemos definido a dónde iremos, quien sabe, talvez volvamos a Uruguay, ahora tenemos nuevas identidades, así que no somos prófugas, en todo caso el único crimen que nos ha dejado Uruguay es escapar de sus cárceles, pero esa fueron Mónica y Alicia, así que veremos qué nos prepara Uruguay.

No quería decir la verdad delante de Alison, pero había preparado un vuelo especial hacia Ourville, quería recoger el dinero del hotel, esa noche las cuatros pasamos celebrando, todo era diversión, los bebés estaban al cuidado de unas niñeras, en ese momento solo era de nosotras.

Al día siguiente la primera en irse fue Stefany, el vuelo de ella tardaría 12 horas, luego fue Alison, no específico a dónde viajaría, por último salimos Alicia y yo, todo esté tiempo pasamos viviendo en el hotel.

— ¿Estás lista para volver a Ourville? — le pregunté a Alicia.

—La pregunta es ¿Está usted lista para volver a correr riesgo? Ha hecho un gran esfuerzo para olvidar todo, pero lo está hechando a perder por dinero.

—He pensado una forma segura de sacar todo y es conseguir a un hombre, fingir que estamos de pasó, saco el dinero y le doy a el un porcentaje.

—Sabrá usted lo que hace.

Una vez que llegamos al aeropuerto hablé con el piloto, al ser un vuelo privado tenía cierta cercanía a él.

— ¿Quisieras ganarte algo extra? — le dije.

—Depende de lo que tenga que hacer.

—Es simple, tu y yo iremos aun hotel, recogeremos algo y nos vamos al día siguiente de ahí, te daré el 5% de lo que haya y podrás pasar una noche conmigo, sin ropa.

—Dejeme pensarlo, lo del dinero suena bastante atractivo, pero lo de pasar con usted una noche fornicando, wow, eso no me lo esperaba.

— ¿Aceptas o no?

—Claro, como voy a rechazar este cuerpazo que se tiene.

Un vehículo nos estaba esperando.

—Buenos días Señorita Verónica y Señorita Amelia — Verónica soy yo y Amelia es Alicia — vengo de parte del hotel.

—Gracias guapo, yo sé que no deberías, pero necesito que lleves a este galán y a mi hacia otro hotel, te voy a compensar por eso, además no cancelaremos ningún servicio.

—Lo único que le pido es que no se de cuenta el hotel.

—Tranquilo.

Le dije a qué hotel tenía que llevarnos, Alicia se fué con la bebé, yo entre con el capitán, llevaba una maleta de ropa, pero eso no importaba.

—Necesito que registre la habitación con tu nombre.

—Si no hay riesgos ¿Por qué no ocupa el suyo?

—Mi nombre en esta ciudad vale mucho, si lo pongo, se darán cuenta que estoy aquí, además ganarás dinero fácilmente

Después de tanto reprochar entramos al hotel, ya no estaba Azucena.

—Buenos días, bienvenidas al hotel,mi nombre es Jennifer.

—Gracias Jennifer, mi esposo y yo queremos una habitación, pero por favor que no esté tan escondida, no me gusta sentirme tan atrapada.

—Puedo ofrecerle la habitación 6.

— ¿Cuál es?

Yo ya sabía cuál era la habitación, pero no podía quedarme con esa habitación.

—No me gusta la posición ¿Porque mejor no esa habitación?

— La habitación 5 está reservada, es una habitación exclusiva para un huésped especial, puedo brindarle cualquier habitación menos esa.

—Bueno que lastima, cariño tendremos que ir a otro hotel, me gustaba esa habitación porque no da el reflejo de la piscina y tampoco está escondida.

— ¿Cuánto tiempo pensaban quedarse?

— Solo es está noche, estábamos de paso, pero habíamos escuchado que en este hotel hubo una base militar, por eso nos atrajó.

— Puedo meterme en problema, espero que nadie venga en esta noche, les daré la habitación 5, pero tendrá el doble de precio.

— Cariño pagale a la muchacha, yo ya quiero ir a la habitación.

El piloto hizo sonar sus bolsillos, haciendo indicar que no andaba nada de dinero.

— Como siempre yo, pagando las cosas, dale tu identificación a la joven, señorita ¿Puede darme la llave? necesito ocupar el baño, mi esposo terminará el registro.

Ella me la dió con toda la inocencia.

Al entrar lo primero que hice fue levantar la cama, luego entro el piloto quien cerró la puerta.

— ¿Que haces?

— Buscando mi objetivo, empecé a buscar por todo el piso y nada, no había nada,

Tampoco indicio de algún escondite, pero al comprender bien las palabras de Kimberly, busque en el camastro de la cama, había una bolsa de basura.

— Bingo, lo encontré.

— Abre, quiero ver cuánto tintero hay ahí.

Abrí la bolsa, en ella había fajos de €100.

— Ahorita solo lo metemos, en el otro hotel contaremos.

Llenamos la maleta, dejamos nuestra ropa, menos los traje de capitán.

— Yo ya he cumplido mi parte, ahora te toca cumplir a ti la tuya.

— Calma vaquero, primero pongamos en orden está cama.

Cerré la maleta dónde estaba el dinero y la espose en la cama.

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