Llega mi entrenadora.
— ¿Eres Lucy?
—Si, soy yo.
—Soy Carmela, la instructora de baile, es raro que me hayan pedido una clase en particular, se supone que en los primeros seis meses deben de aprender.
—Yo no tengo mucho, solo estuve unos días en entrenamiento y luego me enviaron aquí.
— ¿Cuántos clientes has tenido?
— Solamente dos.
—Ya entendí, quieren aprovecharte al máximo ¿cuando es tu próxima cita?
—Mañana.
—Manos a la obra entonces, no tenemos mucho tiempo.
Me llevo a un salón donde estaba un tubo, estuvimos practicando toda la tarde y parte de la noche, hasta que pude manejar el tubo, regrese a mi habitación para descansar, solo estábamos Flor y yo, ella estaba dormida así que trate de no hacer ruido.
En la mañana llega una supervisora a las 7 de la mañana.
—Levántense las dos, hubo un pequeño cambio de planes, Lucy, tu cliente quiere que lleves compañía, así que irás con Flor, Flor necesito que improvises un poco con la danza, cuando estén en el hotel que Lucy te enseñé, en 1 hora sale su helicóptero, ahorita van a la Hotel Metro, este cliente es muy delicado, el no llegara al hotel sino irán por ustedes, no sabemos a qué hora, pero siempre es después de las 8 de la noche así que tienen que estar lista a esa hora.
— ¿Algún traje en especial?
—Ninguno, solo ropa elegante, eso sí, no toquen al cliente al menos que el lo pida directamente.
Flor y yo nos alistamos y justamente una hora después salíamos, ya conocíamos el protocolo, estando en el hotel nos dan las llaves, era un hotel pequeño, fuimos a nuestra habitación, al llegar aprovechamos el tiempo posible para enseñarle a ella unos movimientos, a las 1 de la tarde nos llevaron el almuerzo y luego continuamos ensañando, cuando ya eran las 5 de la tarde empezamos a cambiarnos, pero antes una ducha, faltando 10 minutos para las 8:30 recibimos un mensaje.
"En 10 minutos estará un vehículo Koyota Negro, se subirán a él y no harán preguntas"
Ya estábamos lista así que nos apresuramos a salir, en eso llega el vehículo que nos dijeron, parecía que lo trajo Cristóbal Colón de lo viejo que estaba, nos subimos pero a los 15 km de andar se detuvo en un callejón, seguido de una camioneta.
—Vayan a la camioneta inmediatamente.
—Han llegado lejos, con razón el pago, hoy se quedaran ahí, esperen nuestras instrucciones, recuerden que nosotros estamos en constante monitoreo.
— ¿Quiere decir que podemos salir del Hotel?
—Lo que quiero decir es que pueden andar por el hotel tranquilas, la piscina, el Spa, pero que sea dentro del hotel, los gastos de ustedes nosotros lo cubriremos.
La llamada se corta.
—Al parecer nos darán mas libertad, pero no entiendo que ha pasado con ese cliente — dijo Flor
—Desde un comienzo ha sido un misterio, debe ser alguien importante y lo que le gusta es mirar, imagino para evitar que lo reconozcan y luego extorsionen — dije.
—No importa, con tal que nos pague bien, pero yo ahorita quiero descansar, me siento agotada.
—Yo también.
Ambas nos fuimos a dormir, con la tranquilidad que nadie nos levantara.
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