Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 18

Al día siguiente a las 9 de la mañana recibo un mensaje de texto.

"A las 10:30 llegará la limosina por ti, ten listo tus cosas, regresaras a la corporación por el momento, recuerda siempre ocupar ropa elegante".

Me acababa de despertar, pedí servicio a la habitación y me fui a duchar, cuando salgo de la ducha llega el desayuno, me pongo a comer y luego me visto, por dicha había preparado dos vestidos, me maquillo y a las 10:15 me llega un mensaje.

"15 minutos en recepción".

Pido a alguien para que me ayude con la maleta, el cual no tardó en llegar y justamente a las 10:30 llegaba la limosina.

—Buenos días señorita, la llevaré al aeropuerto, ya sabe que al subir tiene que ocupar el antifaz.

—Lo se, cuánto deseo que llegue el día de no ocupar esto.

—Le aseguro que pronto nos abandonará.

Unas horas después estaba de regreso en la corporación.

—Buenas tardes Lucy, te daré el dato de tus ganancias, por la cita de hoy has ganado 250 créditos.

Me quedé sorprendida.

—Adicional el cliente te ha dejado una propina de 250 créditos, en total has recibido 450 créditos, pero se te deducen 50 créditos por el teléfono y con lo que tienes guardado te quedan 590 créditos, un cliente más así y te pasarán a un apartamento.

—Pero de que me sirve tener y pagar un teléfono caro sino puedo ocuparlo al 100.

—Es por qué aún no lo necesitas, cuando pases al apartamento se te libera, pero recuerda que todo lo que hagas es monitoreado.

— ¿Cuánto tiempo tendré antes del siguiente cliente?

—No depende de nosotros, si un cliente te escoge, se programa y ya, pero en tu caso tienes a dos candidatos esperando, revisa tu celular, ahí tendrás la información de estos.

Agarro mi teléfono y tenía dos notificaciones de cliente nuevo.

"Juan Romero, 20 años, hijo de padre adinerado, fetiche: ninguno, nota: le gusta sentir que tiene el control, Cita: 3 dias"

"Congresista XYZ, cita 1 día, nota: le gusta los bailes eróticos".

—Aqui dice bailes eróticos, pero no sé hacerlo — dije

—Hoy vendrá una instructora, solo tienes hoy ya que mañana es tu cita con el congresista, con el otro no tiene nada en especial, es solo un niño rico, ve a tu cuarto, cámbiate y espera a la instructora.

Fui directo a mi cuarto, estos viajes siempre agotan demasiado, me cambio a algo más cómodo y guardó mis cosas, las chicas no estaban, desconocía dónde estaban, veo que aún es hora de almuerzo y voy hacia el comedor, aún había comida, me senté sola ya que no conocía a las chicas o al menos eso pensaba.

—Mire quien está aquí, al parecer la favorita del momento — dijo Alison — te has perdido chica.

—Estaba con cliente — contesté, sin decir mucho.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos - La historia de una acompañante