Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 21

— ¿Te gustan? — Pregunté.

—Son preciosos, los míos no por cerca se parecen.

—Pues hay que averiguar si lo que me dice es cierto, claro si tú quieres.

—Quien ha dicho que no.

— ¿Que pasa si viene alguien?

—El hotel está cerrado y mi madre no vendrá hasta la tarde.

Cuando dijo eso, la tome de la mano y la llevé a la cama, la acosté y empecé a desabrochar cada botón de su camisa, el brazzier que ocupa es bastante acolchonado pero se separe de adelante, los desabrochó y debajo de ellos se asoman dos pequeños pechos, es cierto no eran tan grande pero se miraban apetecible, esos dos pezones rosados y hermosos.

—Me has mentido.

— ¿En qué?

—Son preciosos.

—Son pequeños.

—No importa, siempre puedo hacer esto.

En eso paso mi lengua por sus pezones, recorriendo en forma circular, ella se empieza a retorcer.

—Vaya, eres sensible.

—Solamente lo soy con la persona correcta.

—Sabe que me gusta de ti, ese trasero.

Ella sin pensarlo se termina de quitar la camisa y el brazzier, luego se baja su pantalón, cuando estaba a punto de bajarse el calzón la detengo.

—Eso yo me encargaré — le dije.

Me acercó nuevamente a ella y empiezo a besarla, ella lejos de rechazarme, me da una bienvenida muy calurosa, bajo por su cuello, llegando nuevamente a sus pechos, en esta ocasión no me detengo mucho tiempo aquí, paso por su ombligo y llegó a su sexo, con mis dos manos voy bajando lentamente los tirantes lentamente sin dejar de verla, cuando ya había bajado lo suficiente, se asoma un pequeño monte, no lo tenía grande pero era bastante notorio, termino mi labor de dejarla su desnudez al descubierto, la miro con una sonrisa y empiezo a recorrer sus piernas con mi boca, cuando me acercaba más a su sexo ella empezaba a gemir, apenas estuve a pocos centímetros pude ver qué ya estaba húmeda, empecé a recorrer lentamente con su lengua, limpiando los primeros líquidos que ya ella había sacado, recorría si clítoris y con mis labios lo apretaba, ella soltó otro gemido, no se contenía y salió nuevamente fluidos, fui directamente a su entrada y comencé a cogerla con mi lengua, ella se estaba retorciendo del placer, me agarró del cabello y quería meterme, hasta que se vino una descarga y con ellos abundante fluidos.

—Tanto misterio, se mira que te agrada tu trabajo.

—Quisiera algo mejor, pero no se puede, olvidemos ese tema.

—Sabe, has ganado el derecho a tener mayor libertad.

—No entiendo.

—Soy de la corporación, este hotel es de la corporación, yo solo estaba aquí para ganar tu confianza y ver si hablabas de más, pero no lo has hecho, así que ya no volverás a la corporación.

— ¿Entonces has fingido todo esto?

—Mi actuación si, pero el sexo estuvo genial, me habían dado ciertos comentarios de ti y tenía que comprobarlos, yo soy lesbianas, mi historia es cierta, realmente fui violada y eso me hizo hacerme lesbiana, pase 6 años en la corporación hasta que me asignaron este hotel.

—Con razón no hay huéspedes.

—Te dejo, tengo otras cosas que hacer y puedes andar como quieras, aquí estarás unos días, mientras te asignan apartamento.

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