Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 48

Se me ocurrió una idea.

—Permítanme un momento.

Fui a la ha habitación, busque algo para taparle los ojos.

—Como no me puedo decidir por quién comenzar, les pondré esto en sus ojos, así no sabrán que es lo que le estoy haciendo al otro.

Los chicos se asintieron con la cabeza y les puse la venda, le hice señas a la chica que entrará.

—Llévate a tu víctima a ese sillón y yo a Juan en ese ¿Eres virgen?

—No, he estado con un par de chicos.

—No hables del todo.

Confirma con la cabeza.

—Cuidado se quitan la venda.

Tal como acordamos yo agarré a Juan y lo llevé hacia el sillón, ella tomo a Fernando del brazo, lo sentó y empezó a darle una mamada, seguido hice lo mismo, ambos chicos se retenían los gemidos, era mejor así de esa manera no sabrán que el otro también está disfrutando.

Me acerque al oído de Juan.

—Dime Juan ¿Eres virgen?

—Si

—Hoy dejaras de serlo.

Le di la espalda y me senté sobre su verga, está entró con facilidad en mi, me empecé a mover me lentamente, aunque quería ver si expresión, pero no podía, la otra chica estaba metiéndose el pene de Fernando.

—Permíteme un momento ya regreso por ti— le dije a Juan en el oído.

Me acerque a la chica, estaba disfrutando como la cogía Fernando.

—Dime ¿Te molestaría que tú hermano te vea cogiendo?

La chica se quedó pensando un momento y luego desvío su mirada hasta donde estaba Juan, su mirada fue directamente a su pene.

—No me importa que me vea, lo único que quiero es disfrutar.

Me gustó esa respuesta.

— ¿Te gustaría ser cogida por tu hermano?

—Ya te dije no me importa que pase, es más ya que estamos aquí, me gustaría que me partan los dos a la misma vez.

—Perfecto.

Regrese a dónde estaba Juan, me senté frente a el, a como pude me acomodé en el sillón, cuando estaba lista, lo besé y luego le quite la venda en sus ojos, no dejé que viera detrás de mi.

—Dime Juan ¿te gusta sentir mi coño? ¿te gusta estar dentro de mi?

—Si — respondía el.

—Te tengo una sorpresa.

En eso me hago a un lado y el abre sus ojos al ver cómo su hermana era penetrada por su amigó.

—Fernando ¿Que haces?

En eso Fernando se detiene y se quita el vendaje, al ver que no era yo se despega de la chica.

—A ver chicos lo hemos pasado bien, esto no tiene porqué detenerse, podemos pasarla mejor si ustedes lo desean, además, no saben si será la única orgía que participen.

La chica no cambio de posición y seguía de perrito, Fernando quién estaba cerca de ella no aguanto la tentación al ver el culo y el coño de la chica a su disposición, la agarro de la cintura y se acomodó para penetrarla nuevamente.

—Ahora es tu turno Juan, te quedarás a media o disfrutaras de una hembra, o quizás a dos.

— ¿Cómo?

—Si decides continúar, puede que te folles a tu hermana, claro si lo deseas.

— ¿Sera que ella quiera?

— Mírala, está gozando como una perra en celos, estoy muy segura que no se opondrá.

—Esto no pasa a diario así que aprovechemos.

—Así se hablá, ahora cógeme.

Me bajo al piso, se acomodó frente a mi y empezó un mete y saque, pero a pesar de estar conmigo no dejaba de ver a su hermana, claro si aquí en la playa es así, no creo que en casa sea diferente y en más de alguna ocasión se ha masturbado pensando en ella.

—Dime Juan ¿Te gusta tu hermana?

—Mucho, esa putita me pone loco cuando se pasea con bikini por la casa.

— ¿Nunca la has visto desnuda?

—2 veces que hemos venido aquí, de hecho ella ha venido más veces con mis padres. consideraban que era muy joven para estos sitios.

—Cuentame pero no deje de moverte.

—Ella ya lleva tres años viniendo con nuestro padres, estoy seguro que más de algunas veces se la han cogido, por qué la.he visto salir del cuarto de ellos y en más de alguna vez llevaba algo blanco en su pierna.

— ¿A tu madre la has visto desnuda?

—A ella si, de hecho mis padres muchas veces andan desnudos en casa, ella lo lleva algo peludo.

En eso cambie de posición con el, lo acosté y ahora soy yo quien está cabalgando.

—Vamos Juan dame todo tu pene — gritaba una y otra vez.

Su hermana en cambio le estaba dando el culo a Fernando por qué no paraba de repetir.

—"Partime el culo Fernando, Partime con esa verga que te gastas" —gritaba sin cesar hasta que se pudo ver qué estaba alcanzando un orgasmo.

Yo sentía que Juan no estaba dando su potencial por quedar viendo a su hermana.

— ¿Cómo se llama tu hermana?

—Lily.

—Oye Lily ¿No te gustaría estar con tu hermano?

Ella se salió de Fernando, le dijo algo al oído y luego lo beso, posteriormente vino hacia donde yo estaba.

—Hola Juan, te diré algo, cuando regresemos a casa ten por seguro que haremos una orgía familiar, pero por ahora disfruta del cuerpo de tu hermana.

Juan se quedó helado, su hermana le acaba de confirmar lo que ya se imaginaba.

Me fui donde Fernando quién me se mete encima y comencé a cabalgar, su pene era enorme, lo sentía hasta adentro, pero aún así lo hice gozar cuando en eso sentí como el acababa adentro de mi, era primera vez que sentía una eyaculación y fue bastante, en eso la Juan y Lily parecían como si no hubiera un mañana.

—Que rico Juan, es más rico tener sexo con la familia, córrete adentro, quiero sentirte.

Al parecer esas palabras fueron suficiente para que el terminara adentro de ella.

—Hay que rica esta lechita, ten por seguro que tendrás a una hembra disponible cuando quieras.

Todos quedamos exhausto

—Fernando, no puedes venirte adentro de una chica al menos que ella te lo diga, que tal si por ese descuido la dejaras preñada.

—No me digas que tú puedes quedar embarazada.

—Obvio soy una mujer, pero agradece que planifico.

—Ya me estabas asustando.

— ¿Tu planificaz Lily? — Pregunta Juan

—Claro que lo hago, pero ya es hora de irnos ya casi es medio día y nuestros padres nos andarán buscando para almorzar, Lucy ven con nosotros a nuestros padres les gusta conocer personas.

—Esta bien

Todos salimos del apartamento hacia la cabaña de ellos, ahora sí salí totalmente desnuda ya nada importaba.

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