Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 57

No sabía que era lo que estaba haciendo, solo me deje llevar, Pamela solo quedaba viendo como me comía a Julio, yo parecía una loca que nunca había tenido relaciones, me fui al cuello de ese chico y empecé a descender hasta llegar a su pene, no era la gran cosa, pero necesitaba tenerlo, en eso se me acerca Pamela.

—Sientes que pierdes el control ¿Verdad?

—Si, no se porque, pero solo deseó tener sexo.

—Simplemente te acaban de drogar, parece que es primera vez que ocupas drogas y el efecto ha Sido rápido, vamos disfruta de Julio, si necesitas más aquí tienes una gran cantidad de vergas para ti.

Yo le daba una mamada fenomenal al chico, hasta que lo hice correrse en mi boca, me tragué todo el semen y seguía chupando, pero ya no reaccionaba.

—Es en serio Julio, justo hoy te pones así — Dijo Pamela — Mira como has dejado a Tony de caliente.

Ella metió un dedo en mi y salió lleno de fluidos.

—Vete de aquí, no te quiero ver nuevamente, eres un caos como hombre.

Pamela saco de empujón a Tony e hizo una seña, en eso acercó otro chico, la beso y luego me señaló, ambos venían hacia mi, yo estaba sentada e inmediatamente me puse en pie.

—Hola Señorita, me están diciendo que tenemos un incendio por aquí — sin preguntar solo llevo su mano a mi coño y comprobó lo húmeda que me encontraba — Venga aquí traigo una manguera para apagar el incendio.

Me acomodo en un sillón de perrito y de un golpe me lo metió todo, era enorme esa cosa, sentía que llenaba todo mi interior, no pude aguantarme a gemir.

—Buena chica, así me gusta que no se corran.

El empezó un movimiento no solo mete y saca, también lo movió de forma circular, no se cómo hacia eso pero me gustaba, no sé si era por la misma droga o que pero me sentía bastante caliente, en eso venían dos chicos más quienes quedaban viendo sin ningún disimuló, les hice señas con el dedo que vinieran, al llegar me pusieron sus vergas en mi boca, alternaba entre los dos, en eso se detuvo el que me cogía y cambio de lugar con otro, este no era tan grande pero grueso, seguía moviendome, hasta que sentí u. intruso en zona restringida.

—Oye quita tu dedo de mi culo.

—Vaya tenemos a una vírgen que nunca lo he hecho por ahí.

—Así lo he querido

Pero no sé por qué no sonaba tan convincente, tenía dos vergas en mi boca, otra en mi coño y un dedo en mi ano, todos mis orificios estaban siendo ocupados, el dedo siguió entrando más y dejé de hablar, mi mente solo pedía una cosa y era disfrutar, no se en que momento paso pero eran 4 vergas las que tenía a disposición de mi boca, en eso sentí como lo sacaba de mi coño, me hecho algo en el culo y sentía caliente, luego metió su pene por el único orificio que nadie había tocado

— ¡Sácala! ¡Sácala! — gritaba — Eso duele

Sentía como me estaba desgarrando, en eso me levanté y le di una cachetada al tipo, parecía que disfrutaba escucharme gritar.

—Te he dicho que la sacarás.

—Es normal que te duela, luego se pasará.

En eso le doy otra cachetada, te gusta el dolor ahí lo tienes.

Salí de la fiesta y fui por una bata, al entrar tremenda sorpresa, el tipo estaba con dos jovencitas.

— ¿Puedo ayudarle en algo?

—Deseo una bata.

—Por allá están, aunque si lo desea también puede unirse.

—No gracias.

Agarré la bata y fui a buscar mi habitación, cuando me estoy subiendo al ascensor me alcanza el tipo a quien le di la cachetada.

—Oye espera.

—¿Que quieres?

—Pedirte una disculpa, actúe mal y quiero disculparme.

—Ya lo has hecho, ahora vete.

—Yo pensaba invitarte a un trago.

—Ya he tomado suficiente, ahora déjame que quiero ir a descansar

Realmente no había tomado, pero me no lo quería ver, el tipo no dejaba que se cerrará la puerta del elevador.

—Vete o llamó a alguien de seguridad

—Esta bien, te dejare ir, pero espero algún día disculparme como debe ser.

—Yo espero que ese día no llegue.

Se hizo para atrás y el elevador cerro, me dirigí hacia mi habitación y mi ropa estaba en la cama, enciendo mi teléfono y Vi que había una llamada perdida de mi hombre misterioso.

Estaba un poco nerviosa, el no llama de ser necesario, la llamada fue hace una hora y si era algo importante, podría estar molesto, se me vinieron un montón de cosas a la cabeza, está nerviosa hasta que decidí marcarle, el teléfono empezó a repicar hasta que el contesta.

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