Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 56

Llegó a la piscina, y habían varios grupos, todos parecía no importarles andar desnudos, fui al bar y pedí una soda, el mesero andaba una pajarito en el cuello y este si andaba desnudo, pero en su pene andaba un lazo negro, me dió curiosidad ver éso.

—De esa forma sabrán que es lo que les gusta, a ese tipo de lazo negro les gusta solo las chicas y si ambos están de acuerdo pueden ir a coger a otro lado, pero prácticamente un rapidín por qué el bartender tiene que trabajar, si el lazo es rosa es por qué ...

—El mesero es homosexual — Interrumpí al tipo que me estaba explicando.

—No, la palabra homosexual es muy limitante, ya que existen varias inclinaciones sexuales no solo las que tú crees conocer, ejemplo yo soy gay, me gustan solo los hombres, pero puedo ser gay y gustarme una chica que se considere chico, entonces al acostarme con ella no traicionó mi ideología, ella actúa como chico y a mí me la mete como quiera.

—Entonces si quisiera cogerme a ese chico ¿Dónde podría ir?

—Al baño, pero tienes que esperar, allá puedes coger un ticket, aquí todos hacen fila para estar con ellos, tienes que esperar a que regrese el tercero y si pierdes tu turno, tendrás que esperar nuevamente.

Fui y tome un número, era el 17 y la pantalla estaba en 12, en eso llegaba el otro bartender, pero este portaba una lazo blanco, me acerque al tipo y le pregunté.

—Oye ¿Que significa el lazo blanco?

—Es Gay pero solo le gusta recibir, también hay varones en esa fila, y les gusta dar no recibir.

Me senté a esperar mi turno, hasta que por fin llegué, claramente escogí al chico del lazo negro, me llevo al baño y sin rodeo me quería comer el coño, pero le detuve, me recordó al viejo, mejor yo a ti y luego me la metes, el solo asintió con la cabeza.

Le hice una mamada que lo hizo sacar fluidos, me senté nuevamente en el lavado y el la metió sin asco, me estaba penetrando fuertemente, la tenía grande, sentía que golpeaba mis paredes, pero a la vez me sentía en la gloria, tenía buena verga, se pegó a mis pechos y me los chupaba sin detenerse ningún instante, quería sentirlo más así que cambiamos de posición, le di la espalda, pero no entendía mi mensaje ya que fue directo a mi culo.

—Oye grandulón, por ahí nada de te ha perdido

—Entiendo, disculpa.

La metió en mi coño y comenzó lo que tanto deseaba, la sentía más de esa forma, el me agarraba las nalgas y me guiñaba con fuerza hacia el, parecía que me partiría en dos, pero me encantaba.

—Me vengo, me vengo.

—Salte, adentro no por favor.

Pero al parecer fue demasiado tarde ya que había terminado adentro de mi.

—Lo siento, no avisaste con tiempo, las demás chicas siempre lo piden adentro.

—No lo arruines a comprarme con otras ¿Lo has entendido?

—Si lo entendí, ahora debo de regresar

El sale del baño disparado, me disponía a limpiarme cuando en eso entran dos chicas y ven rastro de semen saliendo de mi.

—Disculpa la preguntas.

—El chico del bar es el que termino dentro de ti.

—Si, así es

— ¿Te ayudamos a limpiarte?

—Esta bien.

Yo inocentemente les día una toalla para secar, pero los planes eran otros, vinieron me subieron al lavado nuevamente y me abrieron las piernas.

—El semen es algo que no se puede desperdiciar.

Sin preguntar y nada solo acercó mi boca y empezó a succionar con su boca, pasaba su lengua por todas las partes de mi coño, al parecer no solamente quería el líquido del negro, también quería mi coño, me estaba matando de placer hasta que por fin logró su objetivo.

—Ha estado fenomenal, lastima que ti no te animas a esto, de lo que te estás perdiendo.

—Creeme no me pierdo de mucho.

La chica sale del baño, la que se había quedado para tener relaciones, salió buscándola, pero entre la multitud no se lograba ver.

—Lo siento no he logrado encontrar, pensé que la alcanzaría.

—Mas bien discúlpame a mi, sino me hubieras encontrado, nada de esto hubiera pasado.

—Tranquila, no te preocupes, mi nombre es Tony.

— ¿Que dice Pamela te animarías a dar una vuelta conmigo?

— Pero aquí estoy cómoda, te aseguro que que hay estarás más cómoda.

La seguí hacia otro sitio y me empezó a besar, yo me deje llevar, quería más de lo que había recibido anteriormente, lleve mi mano a su coño y ya estaba húmedo, en eso se acerca un chico.

—Este es mi novio Julio ¿Quieres que estemos las dos o lo invitamos a unirse?

Yo solo afirme con la cabeza y lo besé.

—Tomaré eso como un si.

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