Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 59

Tal como estaba planeado al día siguiente me llegaron a traer en una camioneta para llevarme al aeropuerto, al estar ahí me estaba esperando el piloto y vaya que eel mundo es pequeño, el piloto es el mismo que ocupó el cliente que busco a 4 chicas.

— ¿Nos hemos visto antes? — Le digo para ver su reacción.

—Puede que si, yo atiendo a varios clientes.

Eso lo sentí como que me hubieran hechado un balde de agua helada, si me decía otra cosa hubiera imaginado quien es mi hombre misterioso.

— ¿Está lista para volver señorita Lucy?

—Si, dime ¿Quien es tu jefe ahorita?

—Es un placer ser su piloto en este maravilloso día

No me dirá quién es, ni modo y con lo que acabamos de hablar no creo que nos reunamos.

Llegamos a nuestro destino y me estaba esperando el chófer.

—Buen día Sra. Lucy ¿Dónde la llevo?

—Llévame al Hotel Metro.

El solo me quedo viendo por el espejo, al llegar bajamos mi maleta y sale Azucena, tenía una cara de mal genio.

—Hola Azucena necesito una habitación por favor.

No dijo nada, me dió la número 4, el chófer metió las maletas y luego se marchó, en eso llega Azucena.

—Crees que puedes venir como si fuera tu casa, tu sabes muy bien que esto es sólo una fachada.

Yo me acerque a ella y le di un beso en la boca, ella no pudo resistir y nos terminamos besando con lengua.

—Yo también te he extrañado — dije.

— ¿Que haces aquí? Yo en tu lugar estuviera lejos.

—Necesito un favor tuyo.

—Dirás dos porque estás en mi hotel.

—Bueno dos pues, necesito que me contactes con la corporación y que si aceptaré su oferta.

— ¿Cuál oferta?

—Ellos sabrán.

—Lucy no me digas que piensas trabajar con ellos, tuviste la suerte de salir y ahora vuelves.

—Creeme, necesito dinero, lo he gastado todo en viajes.

—Muchacha que tú tienes en la cabeza, si sigues así nunca saldrá de ésto.

—Lo he pensado muy bien y es lo único que se hacer.

—Espero que luego no te arrepientas.

—Yo también espero eso.

Azucena sale de la habitación, yo me acosté un rato, luego llegó ella

—Quieren hablar contigo.

—Diga.

—Hola Lucy, esperábamos realmente que volvieras a nosotros, tu eres siempre bienvenida, dino cuáles son tus condiciones para volver.

—Necesito un lugar donde vivir, no tiene que ser el mismo apartamento, nada de GPS o vigilancia, si yo lo estoy buscando es por qué necesito trabajar, que el pago sea justo y por último un vehículo que me este llegando a traer.

— ¿Que le ha pasado a tu carro?

—Lo he perdido.

—Esta bien, aceptaremos tus condiciones, pero no queremos ni una queja de parte de los clientes, déjame ingresarte al sistema.

—Eso si, en poco toca que me baje.

—Ok, te daremos 10 días, quédate en el hotel y luego iremos por ti, Bienvenida a casa Lucy.

Escuchar esas palabras me causo un escalofrío, le di el teléfono a Azucena.

— ¿Que te han dicho?

—Me quedaré 10 días aquí y luego vendrán por mí.

—Tu estás loca, ya por último te hubieras vendido tu sola.

—Lo intenté, pero no pagan lo mismo, lo más que me pagaron fueron €200 y eso que fueron dos chicos.

— Semejante cuerpo y solo €200 por dos chicos‽ No sabes venderte.

—Ya deja de regañarme y ven dame una bienvenida al hotel como tiene que ser.

—Dejame ir a cerrar, no vaya y venga cliente.

Ella se aligeró a cerrar y luego regresó a la habitación, se lanzó sobre mí y me empezó a comer la boca

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