Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 74

Las chicas disfrutaban de la escena, les pareció bastante divertido todo lo que había pasado, no se porque motivo mi cuerpo me ha traicionado.

—Oigan chicos — dije

—Que quieres perra, no te basta con todo lo que has hecho — dijo uno de los chicos.

—Ustedes vinieron a follar ¿No es así?

—Así es ¿Por que?

—Aqui me tienen, si gustan los tres pueden venir por mi al mismo tiempo.

Para que dije eso, en cuestiones de segundos ya tenía a esos tres chicos sobre mí.

—Ya veremos qué puedes hacer perra, contigo nos desquitaremos todo lo que le íbamos a hacer a esas tres.

—Lo único es que no pueden tocar mi culo.

—Para que, me da asco meterla ahí — dijo el mismo tipo y los demás solo afirmaron como tonto.

En eso se me acercaron las chicas.

—Ya vimos cuáles eran tus planes desde un comienzo, bonita tus palabras de no dejarnos seducir por estos tres — dijo la más grande.

—A mi no me afecta lo que suceda con estos chicos, yo no estoy en clases, en cambio ustedes lo querían hacer por popularidad, son cosas muy distintas, sino los importa los chicos y yo nos queremos divertir, si se arrepintieron pueden unirse a la fiesta, sino pueden mirar de lejitos o irse.

Las chicas se apartaron y los chicos continuaron en lo suyo. Uno me metió su pene en mi boca, lo quería meter todo, pero no sé le permitía tanto, otro estaba con mi pecho y el que se miraba que era el jefe de ellos en mi coño, este de manera torpe vino y empezó a lengüetear mi coño, según lo que las chicas decían era el más experimentado, pero parecía un novato, al parecer se aburrió y decidió meterla, inicio un buen ritmo y cuando sentí este acabó pronto, al menos lo hizo afuera.

—Tienes el coño bastante apretado, está de lujo.

—Yo sigo, yo sigo — dijo el que estaba en mis pechos.

Pude notar que las chicas se estaban masturbando, fue lo que más me excitó, por qué estos tres no hacían nada bueno, el que estaba en mis pechos, parecía que estuviera amasando y el otro de tanto tenerla en mi boca se terminó corriendo y ahora no puede pararla, el que pidió el turno para meterla, me puso de perrito, inició bien, yo no hacía nada extraordinario, pero igual en poco tiempo acabó, el último chico no logro parar su pene nuevamente.

Mi celular no había dejado de filmar, claro no lo hice teniendo sexo, pero justamente los tres estaban sentados delante de la camara.

—Se sienten orgulloso de lo que acaban de hacer, se cogieron a una mujer experimentada y no aguantaron mucho tiempo, descepción es lo que les debería de dar, peor a ti que te corriste sin haberla metido, con razón buscan a las vírgenes, para que nadie les pueda reclamar su pésimo trabajó — dije.

—Pero, pero, tú estabas apretadita — dijo el mayor

—Eso nada tiene que ver, una virgen es más apretada y tú deberías de saberlo, al menos que sean solo patrañas tuyas.

El solo se sonrojó y no dijo nada más.

—Ahora larguense de mi vista, son un descepción como hombres.

Apenas se fueron, agarré mi teléfono y recorte las partes innecesarias del vídeo, luego lo que si importaba lo subí a internet, claro que lo hice a una página porno, ello estaban desnudos y el link se lo mandé a las chicas.

—Al menos ustedes no fueron las decepcionadas — dije

—Vaya, tan mal lo hicieron — dijo la más pequeña.

—Así es mi niña, tan mal lo hicieron esos tres que no lograron que yo llegar a un orgasmo y en el sexo tienes que aprender que no se trata que solo terminé uno, se trata que los dos disfruten.

—No sabíamos eso, con razón muchas chicas se quejaban que su primera vez no fue como esperaban.

—Si las tres son mayores de edad, podemos organizar una fiesta privada, alquilo una habitación de hotel solo para eso y nos divertimos las cuatro.

— ¿Pero habrán chicos si? — pregunta la más grande.

—Por supuesto que habrán chicos, pero necesito ver sus DNI, lo que menos quiero es meterme en problemas yo.

Las tres sacaron sus DNI y me lo mostraron, la menor recién había cumplido los 18 años y la mayor ya casi cumplía los 19 años.

—Muy bien, denme sus números y cuando tenga todo listo, yo las llamaré, eso sí, cuando estén ahí no quiero que se echen para atrás, los hombres que buscaré son experimentados.

—No te preocupes por eso, con tal que nos hagan el favor que nos desvirguen lo demás no importa, si nos llevan al cielo y las estrellas ya es un plus.

—Muy bien, me voy, yo las llamaré.

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