Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 75

Me regresé al hotel, al llegar a la recepción hice la reserva

—Hola chica, fíjate que quiero hacer una fiesta privada, serían alrededor de 10 a 12 personas ¿tendrás alguna habitación que sea para éso, sin que los demás huéspedes se incomode?

—Tenemos las suite, una de las preferidas para esos eventos tiene 5 habitaciones y un área general, la noche le cuesta $2,500, en esa habitación no molestará a nadie y al notificarnos nadie del hotel se alarmaría por el ruido, cabe recalcar que las bebidas y si causan algún daño tendrán que pagarla.

—Esta bien, quiero que reserves esa habitación para mañana.

En eso saco los $2,500 y se los doy.

—Los invitados únicamente dirán y quiero que lo anotes.

—Permítame buscar una hoja.

La chica busca un sticker y luego espero a que yo le dictará.

—Venimos a la fiesta de la señorita Lucy.

— ¿Eso es todo lo que dirán?

—Si, luego ustedes les dicen cómo llegar, adicional quiero 5 botellas de champagne.

—Serían $2,000

Nuevamente le pago los $2,000, lo que menos quería es que al final ver una cuenta tan grande.

—Muy bien señorita Lucy, tiene reservada l suite para mañana, recuerde que su tiempo inicia desde las 3 de la tarde y finaliza a las 1, si excede ese tiempo contara como horas extras y se le cobrará.

—Tu no te preocupes por eso.

Subo a mi habitación, me sentía exhausta, tenía que pensar como conseguir buenos tipos que traten bien a la chica y que no sean patanes como estos tres, al darme vuelta mire mi jugué y me acordé del tipo del sexshop, talvez el conozca a tres hombres o quizás 5 por qué yo también me quiero divertir, pido servicio a la habitación y sube mi chica.

—Hola amor que gusto en verte de nuevo, no creas que me he olvidado de ti.

—No se preocupe, se que si no me ha llamado es porque nada ha salido.

—Disculpa la pregunta que te haré, pero quiero que me respondo con total honestidad.

—La escuchó.

— ¿Eres virgen?

La chica se sonrió al escuchar eso.

—Si te incomode discúlpame, pero me gusta saber con qué tipo de gente estoy tratando.

—No se preocupe, si soy virgen aún, ningún chico se fija en mi.

— ¿Mañana trabajarás?

—Mañana es mi día libre.

—Mira, estoy organizando una fiesta, pero desde ya te lo digo, está fiesta la estoy organizando porque en la playa que fui conocí a tres chicas que aún son vírgenes y tres tipos de su clase se las querían coger, al final me cogieron a mi y lo hicieron mal, entonces buscaré a algunos galanes de verdad y ellos se encargarán de desvirgarlas, no sé si te quieres unir a la fiesta.

—No se que pensaría usted de mi si viniese.

—Por sexo no te preocupes, yo soy adicta la sexo, no desaprovechó oportunidad, si tú puedes disfrutar y te sientes bien, por mi no hay problema.

—Esta bien, cuente conmigo.

—Perfecto, tú me vienes a buscar a mi habitación y luego subimos a la suite, se que no quieras que nadie sepa que estabas en una orgía.

Ella se sonrojó.

—Bueno regresa a tus actividades, ante que lo olvide, quiero que te depiles totalmente ahí abajo, tus piernas y brazos, quiero que los hombres deseen estar contigo.

—Vere que puedo hacer.

Más noche le envié mensaje de texto a las chicas, que ya tenía todo listo y a las 5 la esperaba en el hotel, tenían que estar en punto porque quería que usarán antifaz, de esa manera nadie las reconocería.

Al día siguiente fui al sexshop, el viejo pervertido están ahí.

—Buenos días señorita, veo que le ha gustado el juguete que ha llevado.

—Si me ha gustado y duermo con él desde que lo compre, pero hoy vengo por otros motivos.

—La escuchó.

—Talvez usted conozco a cinco chicos de 25 a 35 años que estén dispuestos a desvirgar a 4 vírgenes, en una fiestecita privada.

—Wow, eso es ganga, creo que cualquier hombre experimentado se comería ese pastel, mire así como usted pide no conozco, pero si de 30 a 45, si está de acuerdo los puedo llamar y acuerdan lugar y hora.

—No los quería tan viejos, pero creo que entre más experimentado mejor, eso sí tienen que aguantar, no me pueden descepcionar.

—Usted sabe que ya hombres de esa edad saben dar la talla, lastima que yo no estoy en ese rango, sino yo mismo le quitó la inocencia a esos cuatro pollitos.

—Bueno, consigame a los sujetos y si salen de bueno a como usted dice, yo después lo compensó a usted, eso sí desde ya aclaró, no harán esto por dinero, lo harán por diversión.

—Claro, que mejor pago que la virginidad de una chica.

Comienzo a recorrer la tienda y veo diferente antifaces, compro 10 antifaces 5 para para sexo, el hombre no me los quiso cobrar, pero al final lo convencí que si lo hiciera, le dejé anotado el nombre del hotel, ellos llegarían a las 6:30, no podían llegar ni antes ni después y también les dejé la frase secreta, el viejo se miraba emocionado por todo esto, yo me retiro con mis compras, también me encontraba emocionada era la primera fiesta de sexo que organizó y más que serán de vírgenes como que emociona más, espero si que todo salga bien.

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