Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 92

Al día siguiente me sorprendió Juan, desde que habíamos llegado el no se había aparecido, pero esa mañana llegó desde temprano.

—Hola Juan, ese milagro por estos rumbos.

— ¿Quien era el tipo que vino anoche a la casa?

—Imagino que tus gorilas te debieron de haber notificado, no es que solo estaban por seguridad.

—Solo dime quién era.

En eso Alicia venía bajando.

—Fue solo un aventura que tuve, ayer salí de fiesta y tenía ganas de acción, así que venimos a la casa y disfruté un rato con él, pero las cosas no salieron a como quería — dijo Alicia.

— ¿Contentó?

—No tanto aún, este no es motel para venir y traer ligues.

— ¿Desde cuándo tú das órdenes en mi casa?

—Recuerda al final que está casa yo la he comprado, puede estar a tu nombre, pero al final fui yo quien la compro.

Ese fue lo último que pudo hacerme.

—Bien, si tanto dices que está es tu casa, entonces creo que no habrá problema que tú esposa sepa de la existencia de esta casa.

El se quedó un poco congelado, pero luego reaccionó.

— ¿Cuál esposa? ¿Que cosas estás diciendo?

—No te hagas el tonto ahora, no me salgas que es falso que estás casada con una Claudia Alonso.

— ¿Cómo te has dado cuenta de eso?

—Bueno si no quieres que diga más, lo mejor es que te vayas de mi casa inmediatamente.

—Esto no se quedará así, me la pagarás.

—Escucha bien, tu eres quien me la vas a pagar y cuidadito se te ocurre cortarme la tarjeta, no vaya ser en mi locura me decida por buscarla.

El se quería regresar, pero al final se arrepintió, entro a su camioneta y se fue.

— ¿Cree que ya era tiempo de decirle?

—No lo se Alicia, pero ya todo esto me estaba volviendo loca, así que tenía que ponerlo en su sitio, llama si al detective y avísale que el sujeto ya sabe que fue que alguien lo estuvo investigando.

Alicia lo llama.

—Buenos días detective.

—Buenos días señorita Alicia, me da gusto escucharla, se que habíamos acordado vigilar por un mes, pero creo que no será posible.

— ¿Porque detective?

—He visto como el sujeto sale de su casa, se miraba algo furioso, pero una llamada logré interceptar, daba la orden de aumentar su seguridad e investigar lo que acaba de suceder, alguien lo estuvo investigando y nadie se percató, entonces creo que nuestra relación termina hasta acá, se volvió un tanto peligrosa.

—Buenos días detective soy Lucy, antes que se acabe nuestro trato quiero saber si hay más información.

—Si hay algo más, el señor Juan le ha comprado una casa a esta Alicia, la casa es un poco más sencilla que la suya, pero hasta ahí he podido averiguar.

Esa noticia ha Sido como echarme un balde de agua helada.

—Agradezco su servicio y le haré llegar su pago — dije.

Corte la llamada.

—No me arrepiento de nada de lo que he hecho, pero tengo que pensar cuál será mi objetivo final.

—Señorita Lucy, solo le pido que piense bien lo que hará, recuerde que lleva a una criatura en su vientre.

—No lo he olvidado Alicia, pero el me ha prometido los cielos y las estrellas, me ha pedido que sea la única madre de sus hijo, míralo ahora teniendo una aventura con Alison.

—Pensé que se llamaba igual que yo.

—Su nombre es Alison, tu eres la única Alicia para mi.

Llegó la señora de servicio y se quedó asustada.

—Buenos días señorita, es un milagro encontrarlas despierta.

—Alguien vino y nos despertó, nos ha arruinado la mañana.

—Es feo cuando alguien nos arruina el día tan temprano, solo por eso le haré su comida favorita.

—Tu si que sabes contentarme.

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