Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 94

Empecé a quitarme la bata y se la tiré a el, había quedado totalmente desnuda, mi panza era algo visible, el tipo se quitó la bata y luego se me quedó viendo.

— ¿Acaso nunca habías visto a una mujer desnuda que te has quedado boca abierta? — dije

—No es eso, pero usted tiene un lindo cuerpo, sin ofender Alicia, pero el cuerpo de tu jefa es más sólido.

—Me voy a poner celosa.

—Quiero que me hagas lo mismo que le estabas haciendo a Alicia, esa es la condición para que ella pueda salvar su empleo.

El volteó hacia Alicia.

—Se que aún tienes ganas, además así me ayudarás, aceptarás ¿Verdad? — dijo ella

—Si tu no tienes problema en que me acueste con tu jefa, por mi esta bien, todo por salvar tu empleo.

—Gracias, sabía que no dejarías que me tiren a la calle.

En eso Alicia se tira a besarlo, pero ya los besos empezaron a ser un poco más candente, yo vine me acerque por atrás y le empecé a besar la espalda, baje mi mano hacia su pene y lo empecé a masturbar, el pene que había visto pequeño empezó a crecer, ya me cubría toda la mano, pero no paraba de crecer, me senté en la cama y luego lo gire, agarré su pene y empecé a chuparlo, no me cabía todo en la boca.

—Con razón le has sacado varios orgasmos a Alicia, tienes un buen tamaño.

—Viniendo de ambas me siento muy alagado.

Seguí chupando, pero también ocupaba mis manos, sentía como aquel pene estába tan tieso que las venas se marcaban, me acomodé en la cama y abrí mis piernas.

—Lo único que te diré es que no me trates de cerrar las piernas, tampoco tocarme el ano, de ahí todo lo que quieras.

El sin pensarlo dos veces se subió y la metió, inicio suave, pero luego fue tomando más velocidad.

—Eso es toda tu fuerza, quiero que me trates como si fuera una muñeca.

—Lo siento, pero pareciera que voy a lastimar al bebé.

—No te preocupes, no creas que el tocará tu glande, más bien esto es como un suave masaje, así que vente con fuerza.

No espero mucho tiempo y las embestida fueron aumentando, Alicia vine se acomodó arriba de mi y me empezó a comer el coño, ella sabía cómo me gustaba y me estaba volviendo loca.

—Que rico todo esto, necesitaba una buena verga como la tuya — dije

En eso empecé a sentir los primeros espasmo y fue el primer orgasmo, Alicia al ver que había alcanzado el orgasmo se puso en cuatro y se lo metió, el siguió dándole, no sabía de dónde sacaba energía para continuar, pero me alegro que está vez las cosas salieran a como queríamos, ella se miraba que lo disfrutaba, me acomodé de tal manera que mi coño quedará en su boca, ella entendió el mensaje y continúo chupando, hasta que ambos llegaron al orgasmo juntos, el termino adentro de ella, pero no había riesgo de embarazo.

—Dime que aún tienes fuerzas para mí.

—Claro, yo no soy de una sola corrida, aunque está es la segunda, pero aún tengo fuerzas.

Alicia lo acostó y entre las dos le empezamos a chupar su pene, no tardó en reaccionar, yo me subí sobre el y empecé a moverme, no podía hacerlo hacia arriba porque sentía que me golpeaba la panza, así que me movia de adelante hacia atrás, el me agarró los pechos y se acercó para chuparlos.

—Si los estimulas demasiado puede salir leche — le dije.

A él no le importó y siguió chupando, en eso sentí como solio un chorro de leche, el se alejó.

—Te lo dije.

—No importa, solo me he alejado un poco para saborear.

En eso volvió a pegarse, me estaba haciendo gozar, en eso el se levanta y me cambia de posición me pone de perrito, me puse algunas almohadas debajo para no quedar tan en el aire, me agarró de las nalgas a pesar de no tener mucho y me empezó a dar, me daba con más fuerza y lo sentía con más profundidad, el al parecer disfrutaba darlo con tanta intensidad.

—Papi me matas, papi que rico, me estoy corriendo Nuevamente — dije.

El orgasmo fue intenso, hizo que me temblaran las piernas me saque su pene, Alicia tomo mi lugar, pero lo acostó en eso se sentó sobre su pene, pero le daba la espalda, el estaba disfrutando la vista ya que desde esa perspectiva su puede ver con mayor facilidad como entra el pene en nosotras, yo quería continuar, pero el cuerpo ya no me daba para más, había disfrutado el momento, en eso Alicia alcanzó otro orgasmo y luego el termino nuevamente dentro de ella.

—Eso estuvo rico papi, me has sacado varios orgasmos y no cualquiera alcanza éso — dijo Alicia.

—Ustedes si que saben tener buen sexo, ha Sido uno de los mejores en mi vida — dijo él.

—Bueno, yo quisiera más, pero mi cuerpo ya no aguanta — dije.

—Si gusta lo dejamos aquí por el momento, les dejo mi número por si algún día quieren repetir.

—Claro papi.

Alicia cogió su teléfono y empezó a anotar el número. El luego llamo a un taxi para que llegara a traerlo, a la media hora llego el taxista, se despidió con un beso en la boca a cada una, Alicia lo acompaño a la puerta, yo no me podía mover con facilidad, a los pocos minutos llega Alicia.

—Ya se ha ido.

—Este si salió mejor que el otro, mira como me ha dejado, las ganas están, pero ya no podía más.

—Al menos ya tenemos a alguien, a mí me saco varios orgasmos, es que tiene buen miembro y sabe ocuparlo.

—Hoy me quedaré contigo aquí, no creo poder llegar a mi cama

—No tenga cuidado por eso, usted siempre es bienvenida a mi cama, a si como yo a la suya.

—Estuvo muy buena tu actuación, sabes que por nada te dejaría ir.

—Lo se.

En eso me dió un beso en la boca.

—Buenas noches Alicia.

—Buenas noches señorita Lucy, hasta más luego.

Ella vino y apagó la luz de su mesa de noche, nos acomodamos y nos quedamos dormida rápidamente

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