22 de noviembre
Al parecer mi familia no creía que yo hubiese recobrado la memoria, me han preguntado demasiadas cosas, tantas que parecía un interrogatorio policial. —Supongo que ya me creen que me acuerdo de todo, ¿no? — Pregunto de manera sarcástica mientras me levanto del sofá.
—Es que nos has pegado un buen susto Franchesco.— Comenta mi hermano e intento poner mi mejor cara de "lo siento."
—Bueno, creo que va siendo hora de que Franchesco vaya a dormir.— Dice Dana y me toma del brazo con la clara intención de hacerme ir al cuarto cuando alguien toca el timbre y Tammy va a abrir rápidamente.
—¿Amanda?— Pregunto al verla parada debajo del marco y ella sonríe.
—¡Franchesco, no me lo creo has recordado!— Exclama con muchísima felicidad y viene corriendo hacia mí para abrazarme.
—Si, ha sido muy reciente y por eso no te he llamado aun, lo siento... pero ¿Cómo has sabido?— Pregunto con demasiada curiosidad.
—Llame a tu madre hace un momento y me lo ha dicho, claramente no he dudado en venir a verte.— Se explica y luego me mira con ¿vergüenza? —Siento muchísimo lo del día del accidente, sé que Mariela y yo no hemos reaccionado de la manera correcta ante la noticia de que Jordana y tú serán padres.— Me dice y puedo notar la culpa en su voz.
—Ya esta Amanda... eso ha quedado en el pasado, solo espero que entiendas que con todo esto la promoción de la exhibición ha quedado algo relegada.— Comento y por alguna extraña razón ella sonríe.
—Sabes, mucha gente que admira tu trabajo ha sido maravillosa y prácticamente se han encargado de promocionar la exhibición por ti.— Me explica tomándome por absoluta sorpresa.
—¿Cómo?— Pregunto y es que realmente no entiendo muy bien a que se refiere.
Amanda no dice nada y tan solo toma su móvil y comienza a navegar en este. —Mira lo que han hecho...— Me dice y luego muestra la pantalla dejándome ver increíbles diseños de fotos con las fotos promocionales que habíamos hecho —Se han encargado de distribuirlas por todas las redes sociales, e incluso en algunos países han hecho unos diseños promocionales impresos que han repartido en la calle. Han hecho un esfuerzo increíble.— Comenta e inevitablemente me emociono al sentir que quieran tanto mi trabajo como para hacer algo así.
—Les tendré que agradecer.— Es lo único que puedo decir mientras siento que Dana me abraza desde atrás ya que ella también ha visto todo lo que me ha mostrado Amanda.
—Puedes hacer un live en Facebook o Instagram.— Propone mi futura esposa y tanto Amanda como yo asentimos.
—Es una maravillosa idea, tus fans estarán muy felices de saber que Franchesco ha regresado.— Añade Amanda.
—De acuerdo, arregla todo para mañana a las dos de la tarde. Por ahora debo ir a descansar, ha sido un día demasiado agotador.— Explico y ella asiente para luego despedirse de mí y marcharse.
—Todo parece haber sido más difícil de lo que yo creía.— Le digo a Dana mientras subimos la escalera.
—Había mucha gente preocupada por ti, y la gente que admira tu trabajo no fueron la excepción. La noticia de tu accidente se hizo pública prácticamente en el momento que sucedió y puedes imaginarte lo mal que la han pasado. Creo que es muy necesario que te comuniques con todos ellos y les dejes saber que todo está bien. — Me explica y esta es una de las cosas más bonitas que tienen nuestra relación y de las cuales vuelvo a acordarme; ella me apoya en todo lo relacionado a mi carrera.
—Era muy loco ni saber quién era, no quiero imaginar que hubiese podido suceder si no lo recordaba nunca.— Digo algo asustado cuando llegamos a mi antigua habitación.
—Ni lo digas, que de solo imaginarlo se me hace un nudo en el estómago... No hubiese sabido que hacer si no recordabas lo nuestro nunca más o si no recordabas que estaba esperando un bebe tuyo...— Comenta y sé que hubiese sido muy difícil para ella.
—Afortunadamente no ha sucedido, todo ha vuelto relativamente a la normalidad.— Le dejo saber mientras la abrazo.
—Te amo demasiado amor.— Me dice haciéndome sonreír.
—Yo mucho más a ti cariño... aun sin memoria sentía que te amaba.— Le confieso mirándola a los ojos y una enorme sonrisa se dibuja en su rostro.
—Voy a morir de amor si me sigues hablando así.— Me deja saber mientras muerde sus labios y yo rio.
—Y yo voy a morir por ti si sigues haciendo eso... muero por tenerte en mi brazos otra vez, pero la verdad es que aun no estoy cien por ciento recuperado...— Digo tímidamente y ella me besa.
—Lo sé... ya habrá tiempo para eso, ahora lo importante es que todas estas heridas sanen completamente. Descansemos y ya luego nos ponemos al día con el resto.— Propone haciéndome sonreír y solo puedo agradecer a la vida por esta segunda oportunidad a su lado; una que no desaprovechare.
—Me haces mucha falta... Tengo la sensación de que he pasado años sin ti. — Le confieso sobre sus labios y luego los muerdo suavemente.
Su respiración se agita al soltar sus labios, y luego ella se gira por completo para que quedemos de frente. Me mira fijamente como estudiando cada uno de los detalles de mi rostro y luego me sonríe. —¿Cómo es que haces para convencerme de absolutamente todo?— Me pregunta como si me estuviese regañando y antes de que pueda responderle, siento su pierna enredándose en mí.
Vuelvo a besarla mientras pego mi cuerpo al suyo y luego me detengo —Te convenzo de absolutamente todo porque tú estas igual que yo...— Explico y esta vez es ella quien muerde mis labios haciéndome delirar.
—Te equivocas...— Dice de manera sensual —Estoy peor que tú... no tienes idea de cómo me tienen estos cambios hormonales. — Advierte y antes que pueda responderle vuelve a besarme de manera efusiva.
Nuestros labios no se dan tregua y son nuestras manos quienes imitan su desespero mientras nuestras ropas de dormir van desapareciendo —Te amo...— Le digo cuando mi cuerpo se va posicionando cuidadosamente sobre ella.
—Yo a ti, te extrañaba demasiado. — Responde y levanta su rostro para poder besarme una vez más.
Mi lengua y la suya se desafían al bailar de la manera que lo hacen en nuestras bocas. Mis manos la recorren entera queriendo asegurarme de que la recuerdo a la perfección. Sus manos hacen lo mismo conmigo y la temperatura en esta vieja habitación que me ha visto solo tantas noches, sube sin parar.
—Baja el volumen antes que todos se enteren. — Le digo bajito al oído cuando los gemidos comienzan a subir de tono.
Nos reímos de mis palabras y giramos en la cama hasta que es ella quien queda sobre mí. —Entonces yo tendré el control si quieres que no grite...— Me reta haciéndome reír como un tonto enamorado.
—Soy completamente tuyo... haz lo que quieras conmigo. — Propongo y su maliciosa sonrisa acompaña a una de sus manos que toma esa parte tan sensible de mi cuerpo para hacer que nuestros cuerpos encajen a la perfección.
Es un delirio verle moverse sobre mí de esa manera y estoy completamente seguro de que aun si intentaran borrarme la memoria diez mil veces; no lo lograrían. No hay chance alguna de que ella sea una persona más en este mundo... ella es mi mundo, eso es lo que ella es y solo sé que muero por pasar toda la eternidad a su lado y seguir amándonos de la manera que lo hacemos.
Un "te amo" sigue al otro mientras que nuestros cuerpos enloquecen hasta llegar al paraíso y es su cuerpo desplomándose sobre el mío acompañado de agitadas respiraciones el que me hace comprender que todo ha regresado a la normalidad... bueno... a la perfección entre nosotros.
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