Sin Darnos Cuenta romance Capítulo 43

25 de noviembre

Se han acabado mis vacaciones, los inversores ya me piden que comiencen con mi trabajo de exposición, y bueno, ellos son quienes han invertido en mi carrera, no me queda otra opción más que comenzar. Es claro que no me quiero separar de ella ni de mi hijo, y ella al igual que yo no quiere separarse de mí. Apago la alarma del despertador y me quedo unos minutos mirándola. Se ven tan bella durmiendo plácidamente a mi lado... Acaricio su cabello suavemente y lo muevo a un lado para dejarle un beso en la espalda.

Me levanto de la cama cuidadosamente para no hacer demasiado ruido y me meto al baño para ducharme. Abro el grifo de la ducha, me quito el bóxer y me meto bajo la cascada de agua. Estoy bastante dormido aun, no entiendo porque tengo que estar en el aeropuerto a las seis de la mañana «¿no había un vuelo a Bogotá mas tarde?» me pregunto.

Después de ducharme e intentar despertarme completamente, envuelvo una toalla a mi cintura y salgo del baño. La veo mirándome acostada desde la cama y sonríe tímidamente. —Los próximos 17 días sin ti serán una tortura...— Me comenta y sin poder evitarlo me subo a la cama y con ayuda de mis rodillas me posiciono sobre ella, pero sin apoyar mi peso en su cuerpo.

—Se me harán eternos... ¿iras a Madrid el 12 de diciembre? — Le pregunto y es más una súplica.

Ella levanta sus brazos y rodea mi cuello haciéndome inclinar un poco más hacia ella —Claro que iré. Sabes que no te acompaño a Latinoamérica porque alguien debe planear la boda.— Me deja saber con una enorme sonrisa en su rostro y solo puedo besarla.

—¿Me prometes que se cuidaran?— Le pido y llevo una de mis manos a su abdomen para acariciar a nuestro hijo.

—Lo prometo, y también te prometo que te esperare para saber el sexo. — Comenta con entusiasmo.

—Pensare en nombres...— Informo y ríe.

—Siempre me puedes llamar por teléfono o enviarme un mensaje... cuídate por favor.— Me pide.

—Claro que si cariño, tengo una boda en enero. — Le digo pícaramente y le planto un último beso antes de irme a cambiar.

[...]

Realmente me había acostumbrado a estar a su lado... Me subo al avión y Amanda me mira algo preocupada. —Franchesco, ¿te sientes bien?— Pregunta bajito.

—Sí, Amanda... estoy bien, solo que ya la echo de menos.— Confieso y se ríe de mí.

—Siento haber tenido que romper tu pequeña luna de miel, pero la exhibición debe promocionarse, aunque sea en algunos sitios.— Me explica.

—Lo sé, es solo que todo ese tiempo que la he dejado sola por llamarlo de alguna manera mientras estaba en coma ha sido muy difícil para ella, y ahora que finalmente estábamos disfrutando juntos del embarazo y de nuestra relación debo marcharme. Tengo miedo de que ella no pueda soportar todo esto y decida no casarse. — Digo preocupado, pero por alguna razón Amanda comienza a reírse.

—Franchesco, no seas tonto. Jordana y tú se conocen hace demasiado tiempo y créeme que ella sabe muy bien como es tu carrera y por qué debes hacer estos viajes. No seas paranoico y confía en ella y en la relación que tienen. — Me dice intentando tranquilizarme y sé que lleva razón en todo lo que dice.

—Vale, lo intentare... es más, intentare dormir el resto del viaje porque honestamente estoy agotado. — Comento y obviamente no le diré que estoy así porque prácticamente no he dormido nada anoche.

—Tú descansa que te necesito con todas las energías en la promoción. — Me pide y eso es lo único que bastaba para que comenzase a acomodarme en el asiento.

Es un poco difícil conciliar el sueño durante un viaje, y sobre todo cuando mi mente no para de pensar en lo que tendré que hacer en los próximos días y en imaginar cómo lograr sorprender a Dana en nuestra luna de miel. Quiero que sea especial, inolvidable, y muy romántica... Hay algunas cuantas posibilidades que rondan en mi mente, pero tengo que lograr decidirme por una y comenzar a planear todos los detalles; después de todo en menos de dos meses finalmente uniremos nuestras vidas para siempre.

¿Cómo iba a imaginarme que encontraría el amor de mi vida en la mujer que tuve a mi lado durante tanto tiempo? No puedo esperar a que llegue el 20 de enero y unamos nuestras vidas para siempre.

[…]

Varios días después: 12 de diciembre

Es una sensación completamente diferente la que siento mientras el avión aterriza en Barajas. Siempre que me iba de viaje la extrañaba y debía verla al regresar. Extrañaba a mi amiga, extrañaba los momentos tan divertidos que vivíamos juntos, nuestras conversaciones, las risas, los tragos, las bromas... Pero esta sensación es completamente diferente. Este sentimiento que tuve durante todos estos días me oprimía el pecho al punto de sentir que no respiraba con normalidad.

Se me han hecho eternos los días lejos de ella y a pesar de que apenas tenía un poco de tiempo libre; esos eran los peores. Me hizo falta su presencia a cada instante, me hicieron falta sus besos, sus sonrisas, ver a nuestro bebé crecer dentro de ella, me hizo falta su mirada y esa sensación de que todo irá bien cuando está a mi lado.

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